viernes, 11 de enero de 2008

Los trámites, los empleados bancarios y yo...


"De sol a sol, labrando tierra tendrás tu pan"... ese clásico fragmento de la canción de Vox Dei siempre fué muy recordado por el icc colectivo ciudadano argentino, al menos en una época, al menos por mi.
La cuestión es que si bien yo no trabajo de sol a sol, nadie supongo lo hace hoy en día, o al menos eso espero por que si no hablamos de explotación y esclavitud y eso si que es grave, y la verdad es que tampoco labro la tierra ni mucho menos ni nada que se le parezca, pero bueno, mal que mal, como puedo y a duras penas, también gracias a deus como dice mi benemerita abuela, me gano el pan de cada día. Ahora bien, ahí va una muestra de parte de mi jornada.
"Bajo por la escalera mecánica de un banco hacia donde estan los cajeros, los automáticos no, los otros, los de carne y hueso, automáticos también, y hago una cola importante donde un semi cerdo atrás mío no para de tirarse gases, o flatulencias para los amigos, por delante hay un flaco con cara de amargo serrano y nunca falta la vieja o no que se queja de la demora y la falta de empleados bancarios que atiendan para agilizar las cosas. Esto fué en el City que no es tan terrible, pero vayan al Macro alguna vez, verán de que carajo hablo.
Una vez que llego al mostrador me atiende un robusto empleado con cara grave y media grotesca, como de dibujito animado, cara de gigante bonachón y su parecido al psicólogo y dramaturgo argentino el "Tato" Pavlovski, me hace acordar a la última materia de la facultad que cursé el cuatrimestre pasado Teoría y técnica de grupos donde vemos su prácticas y diatríbas en el campo del trabjo grupal sobre todo con el operativo terapéutico llamado "Multiplicación dramática". El empleado no sé como se llama por que es el único que no tiene nombre en una chapita como todos los demás, pero me la juego a que es el hermano menor o primo lejano del querido Tato. No sé, cuestión que es macanudo y el único que saluda cordialmente con ese aire de bonachón tan característico de personajes para chicos como el pequeño Juan de Robin Hood o el oso Balú de El libro de la selva, de la novela homónima del escritor inglés R. Kipling."

2 comentarios:

meridiana dijo...

Se la voy a hacer corta: tengo la lamentable situación de tener que poner la cabeza (sí como los condenados a la guillotina) en el Banco Ciudad...
para qué le voy a contar si ya se lo puede imaginar todo
de terror!!!

Saludos
Lilián

Anónimo dijo...

jajaja, hace mucho que no te leía y no puedo parar de leer.
claro, me río del tiragases y de la variedad "canasta", tan memorable.