lunes, 30 de septiembre de 2013

Antonino, el poeta maledeto



Mucho se ha dicho ya sobre Antonin Artaud en este blog, a lo largo de estos 6 años de Camafeos. Es uno de nuestros máximos referentes junto con Van Gogh, Rimbaud, Rembrandt, Leonardo Favio y Spinetta, entre otros.
Pero es notable seguir encontrando escritos donde el alienado y sufrido artista nos ponía en evidencia su sensible visión de la vida. Un cuasi actor-poeta-dramaturgo-filósofo, Artuad es de ese tipo de multiartista inagotable y necesario para entender la vida de aquellos que no encajan dentro de ningún parámetro de vida. Acá unas lineas de su correspondencia con el actor Jean-Louis Barrault.

"...veo que los que viven a mi alrededor no tienen ni siquiera conciencia de su propia vida. Ya que vivir no es seguir monótonamente el curso de los acontecimientos, en la rutina habitual de ese conjunto de ideas, de gustos, de percepciones, de deseos, de inapetencias que uno confunde con su propio yo, y entre los cuales uno se sacia sin ir mas lejos y sin buscar mas allá. Vivir es dominarse y cada hombre no hace nada mas que abandonarse a sí mismo..."
Rodez, 1944.

Eso fue lo que terminó haciendo Artaud, abandonarse a sí mismo. Encontrado en el piso, al lado de su cama, cuatro años después. Herido por vivir. Muerto de agonía. No pudo dominar sus pasiones y así brillar. En cambio su destello vive en aquellos que creemos en una vivencia plena. Aunque el costo sea elevado.

(Foto de Man Ray)

miércoles, 4 de septiembre de 2013

1990 y el último mundial con épica


Si ya se, cuando fue el mundial de Italia 90 yo tenía apenas 6 años y era muy chico para acordarme. Sin embargo... me acuerdo muchas cosas.
Al haber nacido en el año 1983, claramente es imposible que recuerde la odisea del '86, pero ya en 1990 empezaba primer grado y ese año sería definitorio en mi vida. Una maestra, esposa de un ex milico me había tomado de punto y me exponía a humillaciones adelante de toda la clase, haciendome odiar ir al colegio. Me agarraba de las paredes con tal de no ir. El cambio del jardín a la primaria, todo de blanco e intentando aprender a leer y escribir, así como a sumar y restar, era la agonía misma. Atrás había quedado la enseñanza lúdica que tanto amaba del jardín.
A todo esto, quizás sea casualidad, quizás no, me agarró un ataque de asma que tuve que enfrentar con largas jornadas de nebulizaciones. No podía casi hablar ya que estaba tosiendo o sin aire. Así que si, no pasaría desapercibido el año 1990.
Cuando llegó el mundial, en junio o julio, recuerdo algunas cuestiones de propaganda como jugadores de la desaparecida Checoslovaquia, en tapitas de Mendicrim, yogures y otras cosas random por el estilo.
El primer partido lo miré con mi hermano cuatro años mayor, en el living de nuestra casa en Catalinas Sur. Argentina jugaba el primer partido ya que era el último campeón. Perdimos 1 a 0 con Camerún. Un seleccionado de negros muy bien entrenados que salieron con todo a demostrarle al mundo que los africanos serían los próximos campeones del mundo de ahora en mas. Sin embargo quedó en un gentil amague... por suerte.
Luego se sucedieron partidos muy épicos como el que fué contra Brasil, donde parecía que en cualquier momento nos mandaban a casa. Colgados del arco, los jugadores argentinos jugaron un partido horrible contra una selección superior. Pero un pase magistral del Diego mas épico (recuerdo del 86) hacia un alocado pájaro Caniggia, convirtió el milagro en realidad y pasamos con los huevos en la garganta.
A todo esto sonaba la canción del mundial "Una estate italiana". Un tema de una especie de dúo a lo Roxette, pero tano. Esa cacnión sonó tanto, quedó tan impregnada en el inconsciente colectivo de todos aquellos que vivimos aquel mundial, que quedó como la mejor canción de los mundiales. Tiene una épica difícil de reemplazar.
Luego jugamos con Italia y el partido se definió por penales, haciendo del arquero suplente, Goycochea, el héroe del mundial. Atajó un par de pelotas que nos consiguieron el pase, dejando al anfitrión fuera del torneo, para odio de los millones de italianos que miraban por tv.
La final la recuerdo bien. Un partido trabado contra Alemania. Argentina hebía vuelto a confiar en sí. Estaba a un paso del milagro de conseguir dos copas consecutivas. Pero las cosas no iban a ser tan fáciles. Arriba del partido se decidió la final. Y por cuestiones políticas, se dice que se le regaló la copa a la Alemania, que acababa de unirse luego de 45 años de estar dividida. ¿La forma? Fácil, otorgándoles un penal que nunca fué. Así los alemanes festejaron felices la copa y su unión y hoy soy otra vez una potencia mundial de temer y nosotros seguimos pateando bananas en el puerto. Nunca volvimos a la gloria ni a jugar una final. Todos amagues que se diluyeron en la nada misma, como un triste eco de un pasado glorioso. El mundial siguiente sería aquel al que a Maradona, ya bastante hecho mierda, le cortaron las piernas con toda esa pantomima del anti doping.
Pero el mundial '90 tuvo todos los condimentos para ser el ultimo gran mundial con épica. Por eso me río cuando los pibes mas chicos que yo dicen que Riquelme es el mejor jugador de todos los tiempos. Yo les respondo... yo he visto a Maradona. Y se callan porque no saben de que hablo y a la vez saben que no vieron la última gran épica del fútbol argentino y del mejor jugador de todos los tiempos. 10.

Y yo lloré, con el Diego lloré y lloré, por la final que nos robaron. Y tenía 6 años y me desayunaba de un mundo corrupto por primera vez. Pero yo lloraba mas que nada porque él, el que se había convertido en mi ídolo en ese mundial lloraba. Y ya estaba viendo a uno que había dejado su estatus de mortal para entrar al panteón de los semidioses y héroes.

domingo, 1 de septiembre de 2013

El tema mas triste del mundo

De chico tuve una gran sensibilidad por el tema de los desaparecidos en mi país. Y con la guerra de Malvinas lo mismo. Solía llorar muy fuerte cuando veía las imágenes de los documentales donde estaban los chicos de la guerra sufriendo de frío y hambre en el extremo sur.
Nunca entendí porque la violencia y el odio hacia los propios hermanos. Me parecía inconcebible que se hubiera secuestrado, torturado y matado a pibes tan jóvenes.
Cuando tenía catorce años vi la película "La noche de los lápices" de Olivera que trata sobre la desaparición de un grupo de jóvenes de un centro de estudiantes de La Plata que habían pedido al gobierno por el boleto estudiantil y fueron vistos como subversivos. Ok, es claro que son los mas famosos mártires de la sangrienta dictadura del '76 pero casos como esos hubo muchísimos mas. Cuando terminé de ver la película lloraba. Lloraba mucho por ellos, lloraba de rabia por el odio de las personas que hicieron eso. Lloraba como lloré cuando vi Iluminados por el fuego y el mismo odio caía sobre otra generación de jóvenes. La misma injusticia. Lloré cuando vi Missing de Costa-Gavras que trata sobre lo mismo pero en Chile. Lloré, lloré y lloré porque pensé lo horrible que hubiera sido para mi perder amigos, pareja, familiares en cosas así. Perder un hermano, perder padres, amigos. O si yo hubiera sido desaparecido, el dolor que hubiera vivido, el dolor de mis padres por no saber donde estoy, si tengo frío, hambre, dolor. El dolor de ser enviado a una guerra y dejar a mis afectos en un estado de tensión constante. Pienso en la injusticia que ejerce gratuitamente el hombre sobre el hombre.
Tuve una educación que me llevó a tomar muy en serio el asunto de la desaparición de personas y siempre me generó mucho dolor que hayan pasado esas cosas. Hoy en día todavía quedan algunos encapuchados oscurantistas que quieren volver a implantar el estado de terror en la población. No tienen quorum por suerte, sin embargo de vez en cuando ejecutan a alguna pobre víctima para desestabilizar la democracia y volver a traer su reino de terror. Es difícil atrapar a todos los asesinos que andan huérfanos de Videlas y Masseras, pero sueño con el día que no haya ni un solo secuestrado mas, ni un solo torturado ni desaparecido mas.
Todo esto surgió por escuchar la canción de Vangelis de la peli Desaparecido. La melodía mas triste del mundo, como lo son las páginas de nuestra historia que musicaliza.

http://www.youtube.com/watch?v=Z-rb1r2XcX4