viernes, 23 de octubre de 2020

Queremos tanto a Charly

Hoy es el cumpleaños número 69 del astro musical argentino Charly Garcia, una de las más grandes luminarias del rock local y uno de las pocas que quedan en pié. También podemos decir que es uno de los músicos más importantes que ha dado el siglo veinte. Un verdadero genio musical al nivel de todos los grandes rockeros a nivel internacional que se les ocurra mencionar. 

Al margen de todo esto, Charly es un tipo muy querido, porque es (como en otros casos) una especie de chico grande. Charly nunca dejó de ser un chico, simplemente trascendió cualquier barrera de tiempo y edad y (como todo un genio Nietzscheano) Charly evolucionó de camello a león, y de león a niño (de las 3 transformaciones). Por eso siempre parece que anda haciendo una fechoría o dando contestaciones de una liviandad y humor poco frecuente en los hombres "adultos". 

Desde su aparición en la escena musical argentina, allá por principios del año 1972, su entrada dio que hablar. El disco "Vida" de su banda Sui Generis, le dio un nuevo aire al movimiento rockero local que era demasiado rockero, hippie y serio. Sui Generis tomó la delicadeza que había Almendra había dejado vacante desde su separación en 1970 y le infundió nuevos bríos, con un piano a la "Elton John". Y las letras... ¿que decir de las letras? Charly, principal compositor de la banda, hablaba desde un lugar cercano a la gente. Directo, sincero, de cosas simples. El amor, la soledad, la muerte, el sufrir en estas tierras alejadas del mundo. Y la pegada con un público adolescente que ya comenzaba a abrir su mente y sus orejas a la música de rock local. El encantamiento fue instantáneo y el éxito vino tan veloz que parecía imposible. Algo que no había sucedido hasta ese momento. Canción para mi muerte fue un hit tan pero tan grande que superó en ventas a los hits anteriores de rock hasta ese momento: La balsa, Presente, Jugo de tomate, Muchacha ojos de papel. Y entonces Sui Generis comenzó a sonar en todas las radios de una Argentina que transitaba su paso por la modernidad de una manera poco agradable para la juventud. En medio de marchas, manifestaciones, bombas y estallidos sociales, y en medio de todo ese quilombo entre movimientos radicales de izquierda y la mano derecha y bruta de un estado militar, sonaba Natalio Ruiz y simplemente nos conquistó. Tan es así, que el efecto de llegada adolescente de Sui Generis tuvo significancia desde su aparición a principios de los setentas hasta principios del año 2000, por lo menos, época en que (quien escribe) transitaba su dolorida adolescencia.

Además, esa forma tan porteña, tan de acá de expresarse en cuestiones como amar. Sólo basta escuchar Cuando ya me empiece a quedar solo. Se te caen las lágrimas. Tremendo, genial, sublime. Y adoro esa faceta sensible de García que tiempo después intentó ocultar tras una máscara de agresividad, pero que en realidad si mirás bien, Charly siempre fue ese flaco alto y desgarbado que en verdad era inseguro, y necesitaba ser amado, mucho, siempre. 

Después de Sui, que decir... vino La máquina (prog rock argento de luxe), después la super banda Serú Giran (quizás la banda más grande de las primeras dos décadas del rock local), antes de Soda o Los redondos... En fín, Charly García continuó de forma solista su derrotero de genialidad con una década de los ochentas que ya con tanta competencia fue suya, solo suya. En los noventas vendría el debacle y decadencia, pero ¿quien puede eternizarse en la genialidad? Veinte años de música excelente es mucho más de lo que la mayoría de los grandes del rock en el mundo pueden jactarse. Él ya había demostrado todo, ya había hecho todo y, junto con Luis Alberto Spinetta, estaba en el pináculo de los grandes genios del rock argentino y, por que no, de todo el rock de habla hispana... mínimo. 

Entonces, más allá de sus subidas y bajadas, su paso por el cielo y el infierno, sus momentos de esplendor u oscuridad, Charly nos viene acompañando en este viaje que es la vida desde hace varias décadas. Solo podemos agradecer poder haber compartido un poco de nuestra vida con este tipo, otra que héroe romántico, héroe trágico, semi dios épico, y vecino querido de barrio norte. ¿Quien puede no querer a Charly? Es el tipo más querido y adorable que hay. Sé que nunca podré conocerlo, pero desde acá le mando las mejores vibras de amor y sólo decirle !GRACIAS flaco! y !Feliz cumpleaños! Te amamos!!