sábado, 31 de diciembre de 2022

Hoy es "Noche vieja" y mañana... Año Nuevo será!

Noche vieja, noche anciana, noche antigua, o última noche del año. El 2022 se extingue en un último susurro primordial, estival por estos lares. 

Todos los momentos del año se conjugan en un soplo de recuerdos furtivos que palidecen cuando pensamos que se fueron más rápido de lo que esperábamos. 

Ya nadie va a escuchar tu remera, la tela no desprende sonidos. 

Todo pasó rápido, pero a la vez, fue un año largo. Extenso. Amorfo. Desigual. Desparejo. Cruel por momentos. Dadivoso en otros...

La mayoría de los argentinos nos despedimos de este año con una sonrisa en el rostro, con el leve alivio mundialista que vino a poner paños fríos sobre la herida de tanta destrucción económica. 

No importa.

No interesa. 

Sor Teresa.

Todos nos vamos a la cama felices, semi o total-mente-en-pedo, como corresponde para despedir a un año así de intenso.

Espero que tengamos un mejor año en el 2023. 

Amor, alegría y felicidad para todos. 

Hasta el año que viene! i-chin-chin jojojo

Me despido con la mejor postal del año!



viernes, 30 de diciembre de 2022

Vendiendo Argentina por un dólar

No, no es este otro posteo más sobre la República Argentina y su conflictiva y tóxica relación con la moneda estadounidense. Que si me preguntan a mí, les diría que Argentina tendría que seguir el camino que han hecho otros para convertir su porpia moneda en una moneda lo suficientemente fuerte para rivalizar con el dólar y no depender de las fluctuaciones del mismo. Claro, alguno saltará a decir que no es así, que eso no es nada fácil, etc, etc, y la mar en coche... y lo sé! Yo sólo digo lo que pienso que sería lo mejor, no lo que creo que sea más fácil... Y si no es ese el camino no sé, crear una moneda regional sudamericana, como una especie de Euro pero sudaka, no sé, el Inca podría llamarse. Piénsenlon sres jueces del apocalipsis... Ah pero claro, sus jefes de Europa y USA no se los permitirían... Bueno, a ver si alguien (derecha o izquierda) se digna a defender la soberanía alguna vez en la vida carajo. 

Hecha esta aclaración, continuamos con la programación habitual...

Este es un posteo sobre el libro que recién terminé Vendiendo Inglaterra por una Libra 2, la segunda parte o, mejor dicho, el segundo tomo de 3 que viene escribiendo el señor Norberto Cambiasso y que publica la idónea editorial GOURMET MUSICAL. 

Este libro del señor Cambiasso (no confundir con el jugador de fútbol) nos cuenta un poco la historia de la gestación, auge y caida de un género dentro del rock que suele ser bastante bastardeado y es el rock progresivo (y en este caso específico, el británico). Cómo surge, cuales son sus principales referentes y toda una relación de contexto socio histórico y político enlazan una narración intensa y atrapante pero no por eso menos compleja. Libro de tamaño grosor y data no suele ser un libro ameno para leer en el subte mientras vas a trabajar, es un libro que requiere sentarse en casa tranqui, tomar un lápiz H, y leerlo tranquilamente, quizás con el Spotify a mano para ir escuchando algunas de las cosas que el autor va referenciando a lo largo y ancho del libro. Sí, ya sé, es un libro muy específico, para un público aún más específico y tenes que ser muy fan y nerd para leer (y escribir) un libro tan pero tan específico. Si sólo te gusta Pink Floyd o sos del palo del Génesis ochentoso, éste NO es tu libro. Áquí se mencionan, no sólo a las grandes bandas del subgénero, sino que además un muntón de bandas menos conocidas, muchas bandas satelites, muchas perlitas y cosas interesantes para descubrir y alguna que otra cosita innecesaria de relleno, pero en sí, vale todo para darle una escuchada. 

El 1er tomo (re editado en 2019) es un libro intenso y maravilloso, en el cual hace un enfoque del género en cuestión desde el primer punto de vista a abordar: de la psicodelia al progresivo. Aquí menciona como la principal fuente del progresivo es su lógica derivación y transmutación desde la psicodelia en el bienio 66-67 hacia la consolidación del prog dos años después. Aquí semencionan muchas bandas que uno ya conoce pero hay algunas perlitas interesantes que te llevas consigo y agradeces al autor por su férreo trabajo de historiador y explorador del pasado musical. Se agradecen bandas como Tomorrow, Third ear band, Edgar Broughton band, o la bella Soundforest. También el haberme hecho escuchar Hawkwind como corresponde, y muchas, pero muchas bandas más.

Este 2do volúmen no sólo está a la altura de su predecesor sino que además se nota cierta maduración en la escritura de Cambiasso, no porque no estuviera bien antes, sino más bien porque el haber escrito ese primer libro le dio la suficiente confianza y seguridad que le da a cualquier escritor ya haber publicado y tenido su experiencia previa. Aquí se nota un trabajo más depurado y concreto (aunque el libro es apenas un poco más extenso que el anterior tomo). Pero Cambiasso tomó nota de lo que importa y de lo que no tanto. Si bien, el libro lleva su tiempo de maduración y degustación, es importante remarcar que en este segundo ejemplar todo se nota más armónico. Aquí el enfoque tiene que ver con el revival del folk británico y su posterior desarrollo y mutación en diversos géneros y vertientes del prog folk británnicum. Así como en el primer libro los platos fuertes eran Hawkwind, Pink Floyd, Yes, y Emerson, Lake & Palmer, aquí lo son Pentangle, The Incredible String Band, Génesis y Jethro Tull. Aquí agradecemos la mención de bandas tan desconocidas como interesantes like: Comus, Spirogyra, Fuchsia y Trees...

Queda para el 3er tomo (que vaya dios a saber cuando lo puede sacar el señor Cambiasso) bandas tan importantes que apenas han sido mencionadas como King Crimson, Van Der Graaf generator, y otras más relacionadas con la escena de Canterbury, el jazz rock, etc, etc. Esperamos pacientes a este tomo entonces como supimos esperar la segunda entrega. Recomiendo a todo aquel que le guste disfrutar de la buena música y en especial del rock en una de sus etapas más ricas y experimentales de su historia (aquella misma que la gente que odia lo complejo detesta). Una época tan increíble en cuanto a sus aristales experimentales que a día de hoy no pueden ser más que las antípodas de donde estamos parados en cuanto a creación musical. Y aunque parezca una obviedad cronológica, nunca estuvimos tan lejos de los sesentas como ahora, para pesar de nuestros queridos oídos melómanos. 

Mi única objeción que me reservo respecto a estos libros de Cambiasso y sobre todo al último tomo que salió este 2022 y sólo por el hecho de que el mismo autor abre el juego a mencionar las escenas contemporáneas a lo largo y ancho del mundo en diferentes puntos del globo, dejando de lado la de nuestro país, hecho bastante curioso teniendo en cuenta que Argentina fue uno de los pocos países de habla hispana en crear y cimentar una escena rockera local de relevante importancia (no desde lo masivo pero sí desde los creativo, con sólo mencionar los casos de músicos y sus respectivas bandas como las de Nebbia, Spinetta, Martinez, Santaolalla o García por mencionar sólo algunos de los más conocidos). En fin, entiendo que el autor no quiera caer en el seudo chauvinismo y ombliguismo de mnencionarnos, en un giro tan típicamente argentino de autovalidación, pero al menos valía la pena la mención. Existen paralelos impresionantes de búsquedas y discos que han salidos por las mismas fechas por ejemplo el caso del Génesis de Gabriel y su coincidencia con el Arco Iris de Santaolalla, sólo por mencionar una. Las coincidencias son tan impresionantes que al menos valdría la pena una mera mención pasajera siquiera. En fin, el libro es de Cambiasso, cada cual hace foco donde le piacce, de todos modos es un gran libro y sirve mucho para los fans de la buena música en general. 

jueves, 29 de diciembre de 2022

El problema de las listas negras




Y sí, el tema de las listas negras ES un problema, pero sobre todo lo es porque es una práctica fascista (aunque precede a los camisas negras italianos), pero me refiero a que solía ser una forma de poner en una lugar a todos aquellos que están contra nosotros, a nuestros enemigos. El tema es que esta práctica que podía terminar en la desaparición y posterior exterminio del "otro", se convirtió casi en un juego casero de "vamos a escribir en una lista todas las personas que me caen mal". Esto puede devenir en poner su nombre en el freezer o terminar haciéndole bullying a alguien en el colegio, o terminar en la famosa cancelación de una persona, sea esta famosa o no. 

El problema de hacer lista negras es ponerle nombres a las cosas que nos molestan, que odiamos, es personalizar ese odio y volcarlo en uno o varios seres, más allá que estos sean el mismísimo antricristo. Claro, a primera vista poner a tipo como Trump, Bolsonaro o Macri en la lista de los seres deleznables que odiamos parece algo razonable. El tema es que de por sí, estamos adoptando una práctica bastante fascista, más digna de ellos que de nosotros que estamos en contra de lo que representan. No podemos combatir al fuego con más fuego, fue el error de la guerrilla en los 60's/70's y es un error hoy querer devolverles con la misma vehemencia toda esa violencia que exudan por los poros los nefastos estos. 

Debemos ser creativos y pensar nuevas formas de confrontar a los poderosos o a las personas que consideramos dañinas. Quizás la mejor manera sea el oprobio y absoluto rechazo de sus pensamientos y de lo que representan, hasta la delegitimación pero no volverse ellos. No seguir esas prácticas fachistoides de ponerlos en el pabellón de fusilamiento. Y ni que hablar de aplicar esto a personas random de nuestras vidas que no nos bancamos por giladas. Poner a civiles o personas no públicas en el banquillo de la inquisición es el peor error que podemos cometer. Y quizás, por querer hacer un bien, por querer hacer "justicia por mano propia", terminamos cagando todo el asunto, cagando una vida, no solucionando nada al respecto y terminar quedando como los forros nosotros, como los únicos villanos de todo el asunto. 

Mucho pensar antes, mucho meditar, y no convertirse nunca en aquello que aborrecemos... he dicho!


miércoles, 28 de diciembre de 2022

La muerte de Poliamor

Poli va camino arriba, le gusta verse en las mañanas, como amor de primavera.

Poli va al baño porque siente ganas. Ya no es un niñato tío jodé...

Poli se estresa porque siente que ya no tiene suficientes amantes. 

Poli se trastorna porque dice que cuando tenía 15 se imaginaba que cuando tuviera 20 tal cosa... y cuando tuviera 30 tal otra. 

Poli es infumable. Ninguna de sus amigas la quiere, ni siquiera su hermana gemela Bi...

Poli da vueltas y vueltas, se acuesta con fulano, se acuesta con mengano, pero nada la satisface. Todos le parecen unos pobres gusanos. 

Poli siente que el mundo no está preparada para ella, que todos son demasiado básicos, se quedaron en la Edad Media, dice...

Poli ame un tano, (poliarmentano), es una figurilla árabe producto de esa década tan árabe que fueron los años 90...

Poli quiere sentirse una reina, o un su defecto una princesa, que todes la adoren, que le laman los pies y sientan que es mucho mejor que la vieja y conocida Mona...

Poli siente celos de su amiga, de su hermana, siente envidia de todas aquellas que pueden asentarse de una sola vez y para siente. 

Poli se siente frustrada, fracturada por un mundo posmoderno que no la entiende, la usa solo como un punto de descaraga de frustraciones y ya...

Poli se siente tan enajenada que piensa que su nueva performance de influencer en la generación de cristal es debido a un talento y carisma personal...

Poli es una pobre chica, como la Stacy Malibú... No le pregunten nada a ella porque no sabrá que responder...

Poli se creía una gran pintora, una gran artista y poeta, pero Poli es sólo Poli, un cúmulo de relaciones vacías y sin sentido que flota por la sociedad como una nube pasajera...

***

No culpemos a Poli, no hagamos con Poli lo que ella hizo con nosotros, leña del árbol caído. Poli necesita amor, como todos nosotros. 

Es solo que Poli es lo contrario a amor. Lo es y no lo sabe aún. Y sigue viviendo en esa contradicción latente, lacerante de su más absurdo y contradictorio ser. 


lunes, 26 de diciembre de 2022

El potro fantasma


Estaban aturdidos por los truenos. La atmósfera era de un alto grado de electricidad y, en su inocente pensar, se figuraban que el barómetro estaría por los suelos. Aunque para ser precisos, ninguno de los dos estaba muy seguro de lo que eso podría llegar a significar. 

-Acampemos acá Meli, en cualquier momento se viene el cielo abajo...

Ella tenía una cara de circunstancia sospechosa, como cuando de chico te dicen que los regalos ya llegaron y que justo te perdiste a Papá Noel cuando fuiste a la cocina a buscar un vaso de gaseosa. 

-Bueno, dale. Pero Pipa, me parece que abajo de estos árboles puede llegar a ser peligroso, mirá si cae un rayo...

No había tiempo para discusiones, el cielo estaba cambiando de plomizo a negro. Parecía una especie de eclipse por la oscuridad que se cernía sobre ellos. Rápido se corrieron de bajo el gran roble en dirección al pequeño río que estaba a pocos metros, aunque manteniendo cierta distancia del borde por si llegaba a desbordarse. 

-Listo! Pasame ese parante...

-Mfff uffff hop! Yastá.

Los primeros gotones caían como piedras sonoras. Los truenos acompañaban el momento límite de armar la carpa a velocidad record como si se tratara de una competencia de armado. Sus caras demostraban seriedad y concentración. Las gotas empezaban a pegarles en el rostro. En menos de cinco minutos tenían casi todo listo. Ambos metieron todos sus bártulos y se tiraron dentro como si fueran topos asustados, casi como zambulléndose en una pileta olímpica. 

-Uf, lo logramos gordo. Que cagazo que me dió todo esto... que nervios...

-Sí, totalmente... Tranquila, ya estamos adentro... zafaroni!

Los dos se quedaron guardando algunas de sus cosas, tratando de darle orden a ese micromundo de caos que es la carpa Iglú cuando pasan aquellos pormenores en medio del campo. La luz estaba bajísima, parecía de noche hasta que de pronto volvió, menos de cinco minutos después llovía a cántaros, con la fuerza e intensidad que sólo logran las lluvias campestres. 

Ambos se quedaron en silencio, escuchando la sucesión interminable de gotas sobre el cubretecho de la carpa. Ninguno dijo nada, pero los dos temían que hubiera alguna rotura y se filtrara agua. Sin embargo nada de eso parecía suceder. Meli se acurrucó en él... Pipa tuvo ganas de cojer. La lluvia de telón de fondo le parecía demasiado tentador para dejarlo pasar, sin embargo estaba cansado y tampoco daba mucho. De a poco Pipa se empezó a quedar dormido hasta caer en ese red de inconsciencia en la que no se sabe a ciencia cierta si el tiempo se detuvo o si se cayó en un agujero de Alicia y todo transmutó.

El silencio se hizo intenso y el mundo pareció fundirse en algo difuso y acuachento.

Imágenes confusas, restos diurnos y otras visiones pasaban por su cabeza hasta que la voz de Meli lo sacó de ese trance soporífero. 

-Pipa!! ¿Y eso?? 

Despertó de golpe, alterado.

-Ay! ¿Que pasa che? Me asustaste. 

Ella estaba sentada contra el cierre de la carpa. Haciendo silencio con su dedo índice. Ahí vuelve, mirá, escuchá!!

Pipa se restregaba los ojos entre confundido y molesto por haber sido despertado de esa manera. Ya estaba por putearla por la jodita cuando escuchó un trote que se acercaba. Era el sonido de un galope cansino, que se acercaba de a poco. La lluvia había parado y se escuchaban los cascos del caballo chapotear sobre el pasto húmedo. Pipa se despertó del todo y con Meli se miraron entre confundidos y asustados. 

-¿Que? Es una caballo suelto. 

Ella lo miró más aterrada de lo que él esperaba. 

-Sí, pero hace como diez minutos que está trotando alrededor nuestro. Me parece rarísimo. Y perturbador... Por eso te desperté así, perdoná. 

Pipa se quedó oyendo entonces el galope. Era cierto, parecía estar trazando círculos alrededor de la carpa, luego alejarse y volver a circundar a la carpa, por momentos pasando demasiado cerca para el gusto suyo. 

-Quizás sea un paisano que nos quiere asustar, quizás estamos en sus terrenos, no sé...

-Porfa Pipa, andá decile algo...

Pipa la miró seriamente. No quería salir ni a palos pero en verdad todo era demasiado molesto, por no decir perturbador. No quedaba otra que mostrar su valentía frente a su novia. Le asintió, buscó su navaja de cuando de chico iba a los Scouts, se persignó con disimulo y tomó coraje para salir de la carpa. El galope era casi ensordecedor. 

Pero como si se tratara todavía de su sueño extraño, donde lo real se transfigura con lo onírico, al salir de la carpa empuñando su Victorinox, no encontró nada. Ni siquiera el sonido. La llamó a Meli diciendole que no había nada ni nadie. Ella salió con una expresión de incredulidad. Miraron a su alrededor, y sólo el río, los árboles un poco más lejos, y de fondo, las montañas. Se miraron confundidos y a la vez, muertos de miedo. El cielo se abrió y un día soleado y celeste emergió frente a ellos. Eran apenas las dos y media de la tarde.

Levantaron campamento de inmediato y se dirigieron al camino que llevaba de La Caldera a Salta. Apenas se apearon a la ruta pedregoza vieron acercarséles una silueta. De lejos parecía una avispa negra que se arrimaba a sus ojos, luego vislumbraron que se trataba de un caballo. Ambos se detuvieron en seco, pálidos, agarrándose de las manos. De pronto, como si por arte de magia se hubiera cambiado el espectro, emergió una persona del caballo. Al estar más cerca comprendieron que era un vaqueano. 

-Buen día señor. ¿Como está?

El hombre de rostro rojizo y autóctono los miró serio, pero amable. Ambos se avalanzaron sobre él con una retahíla de historias y situaciones que habían vivido en la última hora. 

-¿En donde estában parando?- Preguntó en seco, sin más dilaciones. 

La pareja le señaló el lugar. El hombre palideció por un segundo y luego les dijo que aquel era un lugar sagrado, donde nadie es bien recibido allí. Un lugar "no apto para humanos", luego los saludó y se fué al galope ligero, mirando donde habían estado acampando y negando con la cabeza. Desapareció rápido tras la primera cuesta. Ahora hacía un calor fortíssimo. Se miraron y decidieron seguir camino arriba casi sin hablar, sin poderse explicar nada de lo sucedido. 

No hicieron más de cincuenta metros que entonces se volvió a nublar. A lo lejos se escuchaba regresar un galope lejano y en el acto Meli estalló en un llanto nervioso. Estaban solos otra vez, a la vera del camino, no se veía a nadie en kilómetros a la redonda y seguían relativamente cerca del lugar del "suceso". Pipa trató de mantener la calma abrazando a Meli. Intentó hacerla caminar para alejarse de allí pero era imposible. Ella tenía un ataque de pánico muy fuerte y Él, atemorizado tanto como ella, sólo atinó a cantarse unos villancicos de su niñez. 

sábado, 24 de diciembre de 2022

Rockeándola alrededor del árbol de navidad


"You will get a sentimental feeling..."

Rockin' around the Christmas tree


Si hay algo que nos traen las fiestas, y sobre todo Navidad, es un sentimiento de nostalgia imposible de enmascarar. Este es uno de los motivos fundamentales por el cual hay gente que odia o sufre navidad. No les gusta esta fiesta porque les trae a recuerdo las felices fiestas de su infancia. Hayan sido buenas o malas, la realidad es que las fiestas nos recuerdan otros tiempos, con seres que ya no están y cosas demasiado vinculadas con los afectos y las emociones. 

¿Está mal todo esto? Claro que no, pero es un hecho de que no todos somos iguales. Mientras algunos nos regodeamos en los tiempos idos, los recuerdos y sabemos que la nostalgia tiene un sabor agridulce, aún así la sabemos pilotear y hasta disfrutar. Otras personas le rehuyen a todo aquel rollo nostálgico como a la misma peste. Detestan el pasado, detestan todo lo que sean los recuerdos y no quieren saber nada con este tipo de reuniones que los confronten con sus propios fantasmas del pasado. 

Charles Dickens, aquel escritor tan canónico de la Era Victoriana, supo crear en una de sus obras maestras más breves y simples el (quizás) punto más alto de su carrera y es que "A christmas carol" (Una canción de navidad), es un cuento que narra la historia de Scrooge, un avaro solitario y amargado que odia la navidad por justamente todo aquello que mencioné antes. Básicamente lo confronta con sus propios sentimientos y emociones y eso es algo que un tipo de su posición no se puede permitir porque choca con el ávatar que el mismo se forjó, el de un cerdo capitalista avaro y rencoroso que odia a todos y que así le da la excusa perfecta para no ser solidario ni afectuoso con sus congéneres. Básicamente es como el dragón Smaug que vive dentro de la montaña solitaria, durmiendo arriba del oro que consiguió de formas malhabidas. 

No es casualidad que tanto Dickens como Tolkien tuvieran visiones tan anti presbiterianas, siendo ellos católicos, la idea de no ser un egoísta que sólo piensa en su propio bienestar y que no le importa siquiera algo tan básico como su familia tiene todo el sentido del mundo. Volviendo a Dickens, creo que su idea más brillante de dicho cuento es el hecho de haber pensado la idea de que a Scrooge, lo visiten tres fantasmas. Todavía el halo gótico romanticista no se había extinguido y Dickens supo sacarle el jugo a la idea fantasmagórica dándole un giro inesperado. Los fantasmas no buscan su mal sino su bien. Y la concepción de dividirlos en tres (Trinidad=Navidad): el fantasma de las navidades pasadas (que vendría a ser ese que nos confronta con nuestros recuerdos, nuestro pasado y la forma en como manejamos el sentimiento de la nostalgia, si para bien o para mal), el fantasma de las navidades presentes (que nos confronta con quien somos hoy, en esta navidad, que estamos haciendo, que cambiamos o no hasta ahora) y finalmente, el más tenebroso, el temido Fantasma de las Navidades Futuras (que es aquel que en relación a quienes somos hoy, nos muestra futuros posibles, y ahí es donde entra la cuestión moralista y aleccionadora). 

Está perfecto, pero más allá de todo esto, creo que es interesante rescatar quienes somos, qué es lo que nos genera este tipo de fechas alegóricas, repensar porque nos genera rechazo y tratar quizás de romper el molde para no quedar atrapados en nuestra propia lógica Scroogeana que en definitiva nos termina convirtiendo en ese Grinch que odia todo lo que los demás disfrutan (aunque parezca que cada vez menos gente disfruta de estas fiestas, pero ese es otro tema). 

lunes, 19 de diciembre de 2022

ARGENTINA CAMPEÓN DEL MUNDO 2022


Argentina, o mejor dicho, la Selección de Fútbol, ha ganado su tercera copa del mundo. Después de 36 años!!! hemos vuelto a levantar la Copa y abrazar la gloria máxima del fútbol mundial. 

¿Hay algo más que se pueda decir al respecto?

A título personal quiero decir que espero este suceso desde el mundial de 1990 en el cual tenía casi siete años pero guardo algunos recuerdos del suceso. Esa primera final que jugamos contra una Alemania recién unificada y donde se les otrogó a los germanos un penal que no fué, sentenciando un resultado final sencillo para ellos y muy frustrante para nosotros (y sobre todo para nuestro héroe de aquel tiempo, el Diego). 

Después de esa primera gran frustración que me dió el fútbol (recuerdo llorar mientras veía al Diego llorando), vendrían otras como la de '94, donde terminarían por liquidar al Diego futbolista con ese antidoping (una especie de cama que le hicieron y de cobro de favores a él, a Grondona y a la AFA). 

Luego una seguidilla de mundiales frustrantes... 1998, el fatídico 2002, el 2006... el 2010... y así volvimos a una final como la del 2014. Pero no pudimos vencer a los germanos nuevamente. Otra vez un penal que no se cobró a nuestro favor. El fiasco del 2018... y así, parecía que nunca más íbamos a ganar un mundial...

Sin embargo, algo pasó, alguien frotó la lámpara, los astros se volvieron a alinear a nuestro favor yb un equipo increíble se armó, pegó onda, lo mejor del grupo anterior (Messi y Di Maria) con lo mejor de las nuevas camadas (Dibu, Julián Álvarez, Enzo Fernández, De Paul, etc). En fin, Scaloni supo congeniar a estos muchachos, más allá de la diferencia de edad, y uniendo su pasión con el adn futbolero que nos caracteriza pudimos conseguir lo que parecía imposible, UNA NUEVA COPA DEL MUNDO, siendo que ahora somos TRICAMPEONES, dejando atrás a Francia y Uruguay. Sólo por detrás de Brasil, Alemania e Italia...

Me alegra mucho este triunfo que esperaba más en otros momentos de mi vida, porque más allá de lo personal, me da alegría por Messi sobre todo, que se lo re meressi y todos los jugadores, pero sobre todo por mi querido pueblo que amo. Estamos re locos los argentinos pero somos un pueblo divertido, creativo, super intenso y adorable. Somos peleadores, somos combativos, somos insoportables, pero somos gente de gran corazón, genuinos y amistosos. Tenemos consciencia de quienes somos y de donde venimos, aunque a veces parezca que nos olvidamos, pero somos un pueblo re contra solidaria y super abierto al mundo. Siempre ha sido así, más allá de los políticos de turno, el pueblo es inmenso en su apertura y no necesitamos dar muestras de humildad porque hace doscientos años vivimos en crisis, siempre a punto de despuntar, pero impelidos por fuerzas externas. Somos un pueblo sufrido más, como Croacia, como Brasil o cualquier país árabe. El que no nos entienda ni conozca nuestra historia habla por boca de jarro y no sabe nada. 

Me alegra este triunfo porque no es sólo de Argentina, es de toda Sudamérica, esa región marginal a la cual Europa aborrece, desprecia y teme. Esa región que discrimina y que nos estigmatiza como salvajes, pero que en el fondo saben que no es así, que es una región con muchísimo potencial, más rica, con gente más bella y mejor en todo sentido. Los comentarios de envidia y resentimiento son pura basura del viejo continente, una región de hipócritas que tiene menos altura moral para hablar después de su larga y agónica historia de muertes, invasiones, asesinatos, robos y violaciones a los derechos humanos a lo largo y ancho de su historia desde los últimos 5 mil años hasta el presente. 

Viva Argentina y viva Sudamérica, región del fútbol más lindo y pasional que existe!!!


viernes, 16 de diciembre de 2022

Homenaje a Tribilín

Tribilín debe ser uno de los secretos mejor guardados de la historia de los dibujos animados. 

Nadie sabe a ciencia cierta de qué es o en que consiste el ente llamado Tribilín. 

Partiendo de su nombre que es ya de por sí bastante ridículo y no deja lugar a sospechas. 

De entrada nos damos cuenta que un personaje que se llame así (o en inglés Goofy) se trata de un tarado. 

Pero ojo, no vengo acá a hacer leña del árbol caído. De hecho, hay que tener corazón de piedra para no quererlo. 

Goofy o Tribilín es un ser harto querible. Es medio, o bastante, marmota. Se ríe como menso y su andar es lento y cansino como el de los idiotas...

Tribilín (lo voy a seguir llamando por el primer nombre que le conocí) es el clásico alto bobo, de movimientos torpes y espásticos, que no sabe controlar su cuerpo y por pecar de iluso mamerto hace muchas cagadas. 

No tiene ese halo de perfección maligna de Mickey, ni de fiereza impulsiva de Donald (siendo el pato el personaje con el que más me identifico). No, Tribilín es un pobre soquete sin remedio, un tonto inofensivo (aunque no tanto) que peca solo de ser torpe.

Me encanta además esa necesidad de hacer todo tipo de deportes y acciones extremas, siendo que justamente es el más estúpido con su cuerpo y movimientos. Claro que justamente ahí está la gracia del personaje, que además habla como un verdadero zopenco. 

Tiene voz de tarado y usa un gorro clásico del tonto del pueblo. Con un par de zapatones gastados y rodillas salidas, chuco y con la lengua afuera. ¿Acaso existe manera más clara de hacernos entender lo pelotudo que puede llegar a ser Tribilín?

Y sin embargo, por eso se lo quiere tanto. 

Punto súper extra para el momento en que se tira por alguna colina, precipicio o altura y pega un alarido muy gracioso. 

Por eso, no importa si es taradúpido, imbécil o un simple infradotado, sea un burro, un perro o un caballo (para mí está claro que se trata de un perro de esos largos y flacos), lo importante es que acá Dinsey o quien sea que lo haya creado se ganó todo nuestros reconocimiento. A partir de este personaje vendrían miles de personajes animados en que su estupidez es porporcional al cariño que le tiene la gente. 


miércoles, 7 de diciembre de 2022

La congoja de los metaleros



Hacia finales de los noventas existían entre los grupos de adolescentes freaks y randoms, diferentes tribus urbanas. Aquellas que en los setentas eran dos o tres, en los ochentas serías seis o siete, para finales de los 90s se habían multiplicado de forma estrepitosa. No me voy a poner a enumerarlas pero con decir que dentro del punk y el heavy exístian varias subdivisiones, alcanza para entender mas o menos la idea.

Los metaleros siempre fue un grupo al cual me sentí más cercano, aún sin llegar a pertenecer al mismo, pero con el cual me daba un poco más. Sin embargo, si bien eran unos muchachones bastante simpáticos en términos generales (apenas un poco menos tóxicos que los punks), lo que detentaban como estos últimos era un nivel de estrechéz superior. Eran pibes (y con esto me refiero a que eran una de las tribus urbanas con menos mujeres en sus filas) muy pero muy cerrados, de un alto grado de adoctrinamiento y eran lo que se conoce como "más papistas que el papa". 

Nada que no fuera el heavy metal que empezaba con Iron Maiden y podía terminar con alguna banda más de finales de los noventas como Rhapsody o Slayer, (aunque sean estas anteriores a esa época), podía ser considerada por ellos y cuando me refiero a esto quiero decir que si les mencionabas una banda de hard rock (como The Cult o Ac/Dc) te decían que eras un blando. O si les mostrabas a los origenes de su género como Purple, Zeppelin o Sabbath, te decían que sonaban mal y que eso no era heavy metal. O sea, la cuestión era qué era metal o no, y por lo que a ellos respecta, nada lo era a menos que les gustara a ellos. 

Después te volvían loco con los diferentes subgéneros (Heavy, Black, Dark, Gotic, trash, doom, etc, etc). Si nada de lo que les mencionabas entraba en alguna de esas etiquetas entonces lo descartaban seguido de algún agravio. Es cierto que eran otras épocas de fanatismo extremo y de una visión cerrada y militante. Creo que una de las causas para que hoy sólo queden las 5 o 6 bandas clásicas de siempre, que escuchan los mismos vejetes que antes se burlaban de las bandas de los 70s que decían eran de vejetes. (Del cáliz de la burla del paso del tiempo no debes beber). Y bueno, entonces llegó el Nu Metal, a la mayoría de los metaleros este género no les gustó, el público (muy Mtv) cambió, cambiaron las generaciones y los metaleros pasaron a la historia como un recuerdo nostálgico de época que podemos ver bastante bien en la película Metal Lords de Netflix. Hoy son más un consumo irónico, casi nostálgico, y un adolescente de hoy que va a la secundaria y escucha Pantera o Sepultura es una anomalía en la matrix, un gesto demodé pasado de onda, igual que lo era yo a finales de los 90s escuchando a Zeppelin y The Who...

Muchos de ellos crecieron, maduraron, abrieron las cucas a otras bandas que no eran necesariamente "las que había que escuchar sí o sí para ser un señor metalero de ley". Los tiempos cambiaron y me divierte escuchar a muchos metaleros viejos de acá y de afuera, con una actitud menos beligerante, reconociendo que los otros rockeros, o de otros géneros, no eran unos blanditos, o sí, pero hacía una buena música digna de tenerse en cuenta (en muchos casos no en todos claro), y así es como comprendieron que la industria musical destruyó todo lo lindo de la amplia variedad del rock, y que hoy, todos (metaleros, punks, rockeros) lloramos por esa pérdida irremediable de toda la música que amábamos en detrimento de géneros tan horribles y espantosos que ni siquiera son dignos de llamarse tribus urbanas. La única tribu de hoy es precisamente la de la música urbana y san se acabó. Ahora, todos se lamentan de esta derrota cultural que nos llevó puesto a todos, cuando las rencillas que proponían antes eran si Charly hacía rock o no, si Riff era metal o era rock n roll o si Pescado Rabioso sonaba muy hippie, como me dijo un metalero cuando le hice escuchar en un recreo un poco de Hola, pequeño ser!

Ahora ya es demasiado tarde para llorar por el fiambre. Está frío y a todos nos queda esa congoja de los tiempos idos. Ya ni siquiera existe el color local para una rencilla de tribus. Y se lamentan todos porque nadie salió victorioso. 

lunes, 5 de diciembre de 2022

Encontrarlo todo en... lee




El tema de los signos es uan cuestión vital, de suma importancia. Todos los signos son importantes porque conllevan un saber, un concepto o idea y están cargados de sentido. Cualquier tipo de signo me refiero. 

En cuanto a los signos zodiacales para exactamente lo mismo. Todos los signos tienen su valor implícito y así, rodeados de misterios y significados, entramos en un fenómeno social que se renueva cada vez más y que pareciera cobrar más vigencia aún que las religiones. 

El asuntillo de los signos, el zodíaco, el horóscopo y toda lamar en coche, tiene más años que Matusalén, pero desde tiempos inmemoriales, los humanos venimos (además de rezándole a nuestros dioses regionales), pensando en los astros, en el porvenir y en porqué pasan tales o cuales cosas. Es en ese afán muy propio del humano de buscar respuestas a las incógnitas más fundamentales de todos los tiempos, donde el Zodíaco parece llenar un hueco que ni la ciencia ni la religión parecen llenar ni haber llenado nunca. 

Está bien, así es como debe ser en realidad. A cada pastor su rebaño. El rebaño del pastor zodiacal quiere eso. Una serie de indentidades generales y arquitípicas donde cual pueda hacer encajar su compleja subjetividad y a la vez sentirse habilitado para sentir afinidad o rechazo con otros personas del mismo o diferente signo. 

No vamos a entrar en debate con la ciencia acerca de si tiene asidero real la cosmogonóa que la arqueología tradicional propone. Esto es lo mismo que con el Tarot, la Quiromancia, adivinación, lectura del aura y un montón de cosas más en las que uno puede creer o no, y estamos en nuestro derecho de hacerlo. Fin de ese debate por ese lado. 

En cuanto a si debemos creernos todo lo que la Astrología nos propone bueno... como dije antes, está en cada uno pero lo que sí me queda claro es que tampoco se puede andar por la vida buscando o evadiendo personas según el signo que tenga. Eso es demasiado y creo que ahí es donde algo que es inofensivo puede interponerse en nuestras relaciones interpersonales y afectarnos para mal. Nunca se sabe si vas a encontrar a tu próximo amor en el signo que más aborreces o encontrar a una persona detestable en un signo que "supuestamente" te convenía. 

O sea, está más que claro de que NO SE LE PUEDE ENDILGAR TODO AL SIGNO de una persona. Eso es un error garrafal de estrategia de todo tipo. Es cierto que a veces podemos encontrar ciertas repeticiones en determinados esquemas astrológicos y si los escorpianos suelen ser gente un poco venenosa, los arianos ser bastante egocéntricos y agresivos, los piscianos bastante conflictivos y sensibles, los leoninos un poco vanidosos e insoportables también, y bueno... como los capricornianos suelen ser personas indiferentes que no se comprometen, o los acuarianos ser medio ajenos a su entorno, los geminianos suelen ser insoportables en su dualidad, los sagitarianos son medio forros, los virginianos unos pedantes y obsesivos de primera, los cancereanos suelen ser unos insufribles, lo mismo que los librianos y taurinos, que suelen ser más tercos que una mula. En fin... todos tienen sus miserias, como así también su costado positivo. Y claro que vas a encontrar gente de ese signo que cumpla con esas características, pero también vas a encontrar gente con características que no lo corresponden al signo, como su estuvieran cruzados los astros. Y claro, me van a decir que también tiene que ver el ascendente, la luna, marte, mercurio, urano y etcétera etc...

Por supuesto, todo tiene que ver con todo pero, y no tenemos en cuenta el Horóscopo CHINO acaso? El año en que uno nació también es bastante determinante, y si uno es conejo de fuego, chancho de agua y toda la wea... Bueno, y los nombres? Acaso los nombres no nos afectan? Acaso no hay características típicas de los Santiagos o las Magdalenas? Mmmmm que ricas! Sí, todo tiene que ver con todo. Somos, en definitiva, un conglomerado de influencias astrales, familiares, hereditarias, cósmico esenciales, espirituales y psicológico-sociales que vienen a sumar a lo que ya de por sí traemos al mundo como nuestro propio diamante en bruto, nuestra gema profunda, la esencia de nuestro ser particular que se encuentra en el fondo de todas esas capas que nos van tirando a lo largo de la vida para ponernos en un molde, catalogarnos y así ser uno más en la matríz... Pero no señores, existe algo más que todo este berenjenal en el cual nos encontramos varados. Tenemos que encontrar nuestro verdadera esencia, nuestra pepita de oro en lo profundo de nuestro ser. Y creo que es menos difícil de lo que pensamos, pienso que esa pepita esta ahí, a la vista, pero hacemos la vista gorda para distraernos con tonterías que lo único que hacen es hacernos uno más del montón y no la maravillosa identidad única que traemos al mundo para hacer brillar mientras pasamos por acá...

viernes, 2 de diciembre de 2022

El desbarbijado


Había un tiempo preterito pluscuanperfecto homónimo de los repollos menguantes, donde la habitación del norte soplaba vientos de angustia sempiterna. 

En esos momentos difíciles existía la situación compleja de la lobotomía extrema que dejaba ateridos los miembros extremos del corazón menguante. 

Daba dybala bala laika, en extremo oriente se disputaba el regicidio del magnicidio soviético de los dedos ocre, que bailoteaban en duro pavimento. 

Cuando pasó el temblor y pasó el esplendor, todo verdor perecerá. Las coronas de laurel fueron en retirada. Una retirada tan silenciosa como falsa. 

De a poco fueron reorganizándose la suma de todos los males. Y quedó como recuerdo un labio violáceo y amoratado que pedía a gritos ser mordido. 

Destruyendo todo signo de convención moral, se fue notando que el pandémico rostro del desierto, avanzaba como perla adoctrinada del alba. 

Cayeron todos como el silencio del tucu, que calla sus dolencias, no comunica sus penurias y todos damos por hecho que está ofendidísimo sin saber que carajo le pasa. 

Quizás, el desbarbijado se cansó de su soledad, de su autoexclusión, su propio ostracismo estalló en mil pedazos rompiendo todo vínmculo y parámetro de cercanía y amistad. 

Ahora sólo nos queda volver a tapar nuestros rostros pelilampiños, desbarbijados estamos a la buena de dios, o a la buena de nuestra propia Psique, una diosa mental que todos tenemos dentro y que tiende a fallarnos cuando más la necesitamos.