viernes, 3 de diciembre de 2021

El fin de la amistad o por qué Los Beatles son la mejor banda del mundo


Paul es un histérico, George está cansado de su rol sumiso, John está en la suya y Ringo observa todo un poco harto de las discusiones ajenas. ¿Por qué el culebrón de Los Beatles sigue dando de que hablar a poco más de cincuenta años de su fin? ¿Que es lo que encontramos en esta banda que nos resuena y nos hace tomar partido? ¿Por qué todos tenemos un Beatle preferido y uno al que no soportamos? Bueno, son muchas preguntas que nadie se hace y a la vez todos nos hacemos. La cuestión, es que los Beatles es una banda que sigue dando de qué hablar, y la reciente Get Back de Peter Jackson vuelve a poner sobre eje a la banda más grande, mas mediática y más influyente de la historia del rock. 

¿Quien puede negar el legado Beatle? Sun influencia va más allá de lo que podamos observar a simple vista. Atraviesa a varias generaciones, y recién en la generación Centennial y la era dorada del Trap, la influencia Beatle comienza a perder potencia de a poco. Es lógico, pero que artista, banda o conjunto musical puede jactarse de influenciar a más de tres generaciones y dejar un legado incomporable a más de sesenta años de su formación. La respuesta es simple, nadie. 

Es el año 1969 y pareciera que todo terminó ya para el cuarteto de Liverpool, que consiguieron en pocos años subir al podio mundial. Más concretamente, en menos de un año desde su primer disco hasta la fiebre internacional de la llamada Beatlemanía. Y poco menos de tres años en cambiar y revolucionar el sonido (y el sentido) de la música moderna, así como también transformar (sin querer) el concepto de juventud. El tema es simple, una banda pop que alcanza la fama internacional en breve, una banda de pibes de barrio obrero y pequeña ciudad portuaria, llegan a la cima, se llenan de guita y fin. Hasta ahí, su legado podría haber sido el de cualquier banda pop posterior como los Backstreet boys o Abba (más allá de las diferencias melódicas, musicales y artisticas de cada banda). Pero no, Los Beatles no se conformaron con eso, dieron un paso más allá, y luego otro y otro y así se fueron transformando con el espaldarazo que les dió su exito y así ser vanguardia de una década tan importante como lo fueron los sesentas. ¿Los sesentas fueron lo que fueron por Los Beatles, o los Beatles fueron lo que fueron por los sesentas? Bueno, estas preguntas son de la índole del huevo y la gallina. No existe solución posible. Lo que sí puede decirse es que los sesentas dejaron un legado tan fuerte en lo cultural y político que aún hoy es una década difícil de olvidar y The Beatles fueron un gran porcentaje de toda aquella revolución cultural. 

¿Alguien se preguntó alguna vez por qué las amistades de nuestra infancia/juventud pasan a la historia a partir de los treinta años? Bueno, no es un dato científico ni estadístico, pero algo de eso sucede y Los Beatles no son la excepción, casi llegando a sus treinta años de edad, los Fab four se desmigajan como un merengue seco, estallan las relaciones interpersonales entre ellos y todo queda dinamitado. Bueno, o los Beatles nos influenciaron hasta en eso, o simplemente ellos no están excentos de lo que nos pasa a todos. Y al ser ellos la primer super banda a nivel mundial y estar en ojos y boca de todos, verlos pelearse nos hace sentir parte de aquello, nos hace tomar partido, tomar posición , porque nosotros también vivimos esa experiencia y de alguna manera, todos somos los Beatles. 

Ellos son un reflejo de nuestras propias miserias y falencias, cuatro tipos que se pelean por boludeces que son altamente negociables y de fácil solución pero no, no se puede, porque no se soportan más. Ya está, se les acabó la mecha, no hay más. Son como esos hermanos que de chicos jugaban todo el tiempo pero que luego crecieron, sus diferencias se hicieron demasiado marcadas y no toleran ni una simple cena familiar una vez por año. O sea, unos cretinos... Y bueno, los Beatles también son eso. Tienen las mismas fallas, se les ven las mismas grietas, y bueno... por eso nos identificamos tanto con ellos, con alguno de ellos más que con otro. N o importa cual, por una cuestión de personalidades cada quién elegirá su preferido. No existe un villano en todo este asunto de la separación (ni mucho menos una villana o alguien externo), si se separaron es porque no daba más, como cualquier relación humana y fin de la historia. Pero quizás el caso de los Beatles por ser una banda legendaria, quizás la primera en romper el molde, sea el caso más famoso y mencionado hasta el hartazgo de separación de banda. Cuando pensamos en la separación de un grupo de rock, es casi imposible no pensar en ellos. Hasta en las rupturas rompieron el molde. 

Escuché a los Beatles y me fuí a buscar la soledad...

Existe todo un reguero de músicos de mayor a menor calibre a todo lo largo y ancho del extenso planeta Tierra que se sintieron tocados por ellos, que fueron influenciados y que de alguna manera crearon obras tan buenas y hasta superiores en calidad a la de sus mentores. No quiero ponerme a hacer extensas listas porque a esta altura del viernes el tiempo es oro y eso de las listas aburre y resulta redundante. 

Para finalizar quiero mencionar que la película Get Back (2021) con este nuevo corte de Peter Jackson nos muestra a una banda en tres momentos diferentes durante el proceso de creación de su anteúltimo disco que se llamaría Let it be (1970) y que al final fué el último en salir, aunque el último en grabarse haya sido Abbey road (1969). A lo largo de este nuevo corte (muy superador del original de poco menos de dos horas) se los ve distentidos, la mayor parte del tiempo tocando y pasándola bien. Quizás al inicio se sienten más las rispideces. Con un Paul McCartney que apura, que toma las decisiones y que parece hasta cierto el más profesional. Un George Harrison sumiso que acepta a desgano esa nueva capitanía y un John Lennon que llega tarde y parece perdido en sus propios problemas personales. Ringo los mira a todos desde la batería y se lo nota cansado, con ganas de irse a dormir la mona, un poco harto de todo. En esos tirones se ve a un Harrison que se cansa de las directivas de un Paul que al principio no puede contener su enorme egomanía y soberbia. Los mira a todos como diciéndoles que se pongan las pilas, que no sean amateurs, que actúen con responsabilidad. Y el resto lo mira tipo "Ok Paul, lo que digas". Ciertamente no coincido con los analistas de hoy en día que buscan reivindicar la figura de Paul como el mejor Beatle, el más talentoso, el más copado, el verdadero héroe de este lío. Para mí no es nada de eso, sí reconozco que es el único que quiere seguir adelante, pero justamente su posición de nuevo líder, un poco circunstancial por los quilombos personales de Lennon, lo alejó de su banda. Nadie soporta el liderazgo de McCartney, es extremadamente insufrible por momentos y sin embargo, está claro que ninguno sobresale por sobre el resto. Quizás Paul por una cuestión de números pero también es sabido que a George no se le dejaba meter más de dos o tres temas por disco y Lennon estaba en plena separación con Cynthia, nueva relación con Yoko y supongo que su cabeza sería un quilombo. 

Cuando pasa el temblor de Harrison yéndose del grupo harto de todos, viene un hiato. La banda intenta recomponerse. Fracasa el primer intento y al día siguiente se lo ve a Paul al borde del llanto diciendo sólo quedamos dos. Quizás sintiéndose un poco culpable de estropear las relaciones entre el grupo. Vaya uno a saber. Es cierto que es injusto endilgarle la separación de la banda a Paul, lo mismo que a Yoko, pero el propio Paul dice hoy en día que el responsable de la separación fue John. Tiene una necesidad personal muy fuerte de sacarse una culpa que lo atormenta hace años, cuando en realidad, no hay responsables ni necesidad de buscarlos. John Lennon era el verdadero líder nato de la banda, pero el tipo era un bardo en su vida personal. Era el que venía de una familia (que décadas después se conocería como disfuncional) con padres separados, una madre que muere en su adolescencia, una crianza con una tía brava, un embarazo de su novia de barrio, una familia no buscada, y en medio de todo eso, ser el líder de la banda más grande del mundo. El tipo no pudo mantener el timón y se fue dejando pasar por el impetuoso Paul, el niño amado, de alguna manera el "prodigio" y con veraderas ansias de pilotear, pero el resto no lo veía así. George entró por Paul pero se sintió más interesado y atrapado por la personalidad de John que era más picante e interesante como persona. En cambio Paul siempre fue visto como el chico lindo, que hacia bromas infantiles y que se las sabía todas. Lennon no, es un tipo de un humor ácido, por momentos poco comprensible por estar sumergido demasiado en su propio mundo, en sus rayes y locuras. Y George es como el hijo menor de ambos, el niño por el cual se pelean. Un chico de gran talento incipiente pero que los padres le dosifican el talento, no vaya a ser que sean opacados por el mismo. De hecho, uno de los de los mejores momentos de la película es cuando se oye un audio de Lennon y McCartney hablando en un bar. Lennon se hace cargo de la situación que llevo a George a irse, Paul un poco a regañadientes también. Pero por momentos, lo que se discute parece otra cosa. Paul dice que John es el líder de la banda, Lennon responde "no siempre", y Paul admite que se siente el jefe segundo, el que sale a poner el parche cuando Lennon anda perdido en su mundo y de alguna manera es así, por eso el liderazgo de Paul se siente falso, se siente como un maestro suplente, un gran maestro, pero suplente al fin. Los chicos lo quieren más al titular. Paul hace lo que puede y a veces se excede en sus pedidos de prima donna. Nadie se lo banca. Eso significa que es el talentoso y los demás lo envidian? No necesariamente, ese parece más el comentario de algún fan de Paul, o del propio Paul, aunque él sabía bien como eran las cosas. De mayor talento nadie, los tres máximos compositores del grupo eran de enorme talento, y ya sabemos que no existe el talentómetro, sólo los gustos de cada uno. 

Mención aparte para el gran tecladista Billy Preston, quien los había conocido en Hamburgo a principios de los sesentas y los pasó a saludar por el estudio. En verdad se genera un momento mágico cuando llega Preston. Los cuatro se alegran de verlo y se reúnen a su alrededor con grandes sonrisas, contentos de verlo. El tipo sonríe a más no poder y es cosa de lo más natural que se quede a tocar con ellos. El piano eléctrico que aporta le da un soplo de frescura a las canciones de los Fab four que pueden pecar de ser muy británicas en exceso y un teclado con el swing de Preston le da otro color a la banda. Se habla de incorporarlo y todos parecen de acuerdo con eso, excepto Paul que dice ya bastante difícil ponerse de acuerdo entre cuatro... En fin, hubiese sido hermoso que siguieran con Billy Preston como quinto Beatle, pero al menos es casi el único ser de la Tierra que puede jactarse de haber sido (al menos en un disco) en el quinto Beatle. El sólo de teclado en el tema Get BACK es la cosa más cool buena onda de cualquier tema de los Beatles. 

El final del documental ya es historia conocida, tocan en la terraza de Apple dando un mini set con las canciones que venían preparando a lo largo de esas últimas semanas de enero de 1969. Algo casi improvisado, sin avisarle al público, tomando por sorpresa a los peatones Londinenses que reaccionan sin exagerado fanatismo (no quiero pensar como hubiesen sido argentinos). De hecho, hacía tres años que no tocaban en vivo y lejos de ser un suceso celebrado por la comunidad, algunos denuncian el ruido y lo más surrealista fue ver a dos policías (haciendo su triste papel de vigilantes) yendo a pedir que paren con el alboroto, que perturbaban la paz, etc... En fin, la yuta de ayer, hoy y siempre.

Get Back me encantó, reafirmó mi amor por los Beatles que viene desde que era chiquito, mi viejo ponía los discos y andaba pegando saltos y gritos muy loquito con Twist & shout, bailar con All togheter now o lagrimear con Long and winding road. 

Para fanáticos y no tanto de una banda que trasciende a sus nombres propios y que son un pedazo importante de nuestra cultura contemporánea y que en definitiva no le son ajenos a nadie, porque después de todo, son más grandes que Jesús...

Pd 1: Me encanta caundo cae el actor Peter Sellers y John no para de decir boludeces a tal grado que Sellers, un humorista del carajo se va porque no entiende nada de lo que hablan esos pibes. 

pd 2: Amo como sus novias los acompañan en el proceso de creación, hacen la suya, dibujan, sacan fotos, traen a sus hijes, etc...

Pd 3: Me encanta como se molestan entre sí, pero en definitiva, como se cagan de risa y como se quieren, a su modo. 

PD 4: Ringo es el más humilde, el puntual, el más gracioso, y en definitiva, el más querible. 

Pd final: Te amo Beatles.