domingo, 6 de diciembre de 2015

¿Drogas o alcohol?

Una disyuntiva me carcome el alma. En realidad ninguna disyuntiva ni nada. La verdad es que voy a decir lo siguiente de una vez por todas. Odio a los borrachos. Así de simple. Los alcóholicos son seres grises que desprecio desde lo mas profundo de mi ser. Las bebidas alcoholicas son el peor invento de la historia de la humanidad. Y lejos de ponerme en un lugar moralista, no quiero parecer un facho (aunque la mayoría de ellos son alcóholicos), sino lo digo desde el lugar; primero de triste consumidor, y luego desde el lugar de alguien que prefiere otro tipo de estimulante.
No quiero entrar en el mundo de las apologías, pero claramente la gente que se droga tiene un vislumbre mas de inteligencia que aquellos que le dan solo a la bebida.
Quizás sea como dice Castaneda de que cada uno es afín a diferentes tipos de drogas, yo por mi parte prefiero un mundo con drogas que un mundo con alcohol. El alcohol cagó basicamente a la humanidad. El alcohhol pone triste, violento, oloroso, resentido con la vida misma. En cambio las drogas estimulan mucho mas. Y me cago en los ejemplos boludos de Bukowski (un groso, pero un resentido de mierda), Hemingway y otros tristes presagios del arte.
En este país la mayoría consume las dos cosas, pero la diferencia estriba en que la mayoría de los borrachos desprecian las drogas y los drogadictos (sea la droga que fuere) no desprecian así al alcohol. Eso nos pone un tercio arriba de los borrachos. Seres miserables y fascistas. Ojalá se termine el negocio del alcohol y el tabaco, (las drogas legales del mundo occidental), y se deje paso a las drogas, al menos del tipo fumable cannábico. He dicho.

viernes, 9 de octubre de 2015

Barbarita


Es imposible disociarse del hecho, nada desechable, de que la realidad es mucho mas emocionante que la ficción. Sin embargo aquellos seres no estaban de acuerdo conmigo. Nos citamos los tres en el mismo bar de siempre y empezamos con todo ese rollo de la realización personal en el campo astral.
Juacio dijo estar en desacuerdo conmigo solo por costumbre, pero la realidad es la verdad, como dijo alguna vez el rey de los Dárgalos. Y en esa disyuntiva esencial nos encontrábamos cuando de repente, Lance, dijo su gracia que nos dejó a todos pasmados. !Delenda cartago! como decía el gran Catón. Delenda cartago amigos, que todo está por envilecer de un momento a otro. Pero nosotros no lo entendíamos. Rúbricas por diferenciar lo diferenciado de lo ostensible, nos fuimos convirtiendo cada vez mas en una especie de jenofontes internaúticos, completamente desplazados de las verdades mas elocuentes de nuestra era. Mientras continuaba el acalorado debate acerca de las veleidades inherentes de la cosificación en el ser contemporáneo de lo intraterreno, se hizo presente un ser en el umbral, al cual todos reconocimos casi de inmediato. Era la flamante Barbarita! Puta intergaláctica única en su especie, capaz de generar mas de veinte orgasmos simultáneos en seguidilla de 3 a 4 parsecs por segundo. ¿Sería que había llegado nuestro momento? Juacio no quiso esperar mas y se abalanzó sobre ella inútilmente. Fue torpe de su parte, Barbarita, enjustada en su traje verde de neopren antimateria, le dió un golpe de judo que lo hizo volar diez metros a lo largo del salón. Rotura de quijada y fémur. Barbarita miró ambos costados. Silencio en la sala. Los pocos presentes no se animaron a decirle nada. Avanzó con paso seguro, golpeando su látigo de sumisión subversiva de machismos rancios en su mano derecha. Yo tuve una inmediata erección. Ella se acercó a la barra y pidió Huascarín verde. Todo lo que fuera verde a ella le gustaba, la excitaba. Me miré mi estúpido gamulán ocre. Lance, maldito bisexual de lengua viperina, sacó a relucir su anillo verde, conseguido en alguna tienda de baratas de Plutón, o algún antro similar. Lo miré fijo a los ojos, esos ojos negros y horribles de Lance, maldito mutante asqueroso. Pensé en sacarlo afuera y estrangularlo para sacarle ese anillo de porquería. Era mi pase seguro al placer extremo con Barbarita. Pero entonces recordé algo mejor. Mis ojos, verdes, herencia paterna, me podrían servir mas que un anillo mugroso, símil plástico mandingo. Pero Lance pareció leer mis intenciones en mis ojos, y cuando estaba por hacer su jugada, sacó con gran velocidad su lengua viperina y me tocó las retinas en un movimiento a la velocidad del sonido. No lo vi venir y quedé cegado, por un breve lapso, pero el suficiente para que se me adelantara con Barbarita. Luego de tirarme jugolex en los ojos y resfregarme por cinco minutos, pude volver a ver, y lo primero que vi fue a ellos dos yéndose por la puerta del bar hacia rumbo incierto. Perdí.
Al día siguiente me enteré que Lance fue encontrado en su cubil desmembrado en nueve mil pedacitos de un centímetro. Suertudo Lance, lo odié para toda la eternidad. Mientras lo insultaba, pensé en como Barbarita lo habría desmembrado con sumo placer. Entonces una gota verde humedeció mi entrepierna.

domingo, 30 de agosto de 2015

¿En la sangre?

Ahora que mi hija se fue quedé solo y me encuentro otra vez sumergido en la mas abyecta de las soledades humanas. En los últimos años perdí a la mayoría de mis amigos, que eran de por si ya bastante pocos, y mis relaciones colapsaron con un estruendoso fracaso uno atrás de otro.
Vivo solo, casi nadie viene a visitarme y ni siquiera un amigo que está igual que yo, tiene ganas de que nos juntemos para al menos congraciarnos en una nuestra situación. ¿Que puedo hacer? Creo que mas allá de que la sensación de soledad sea inherente en todo ser humano, lo que vivo en este momento de mi vida me parece por demás un poco injusto. Si bien creo que yo hice bastantes cosas para estar así, no creo merecerme sentirme un paria así. Entonces pienso en todas las maldades que hice, todas las inequidades, todos los enojos y actos de infantilismo que me llevaron a sentirme tan abandonado por el mundo y se me ocurren algunas cosas.
Si bien creo que es algo que arrastro casi desde pequeño, en los últimos años se han acrecentado en mi las actitudes mas despreciables como la susceptibilidad, la posesión, los celos, la envidia, la sensación de fracaso, la pena por mi mismo, la ira, la tristeza, la intolerancia y la violencia mas horripilante. En mi familia hay antecedentes y algunos dicen que puede ser herencia psicológica, que busque en mi árbol genealógico, y entonces podría encontrar casos similares en mi linea paterna. Cabe pensar que siendo esto así, no tengo escape. Estaría signado por el ADN, la herencia, la sangre, y de la sangre no se escapa. Entonces ¿estoy condenado a este futuro negro? Un futuro donde no puedo relacionarme bien ni con amistades, ni parejas, ni siquiera con la gente que transita por la calle. Un futuro de soledad absoluta. ¿La solución? Irme a vivir a una isla desierta o perecer, abandonar el partido, tirar la toalla, estirar la pata, la autodestrucción.
Es triste pensar en estas dos opciones, sobre todo porque la primera me parece casi imposible, sino la tomaría sin problemas. La segunda, mas terrible, es también mas accesible. Pero al menos por mis padres, hermano e hija, sería una putada. Tengo al menos cuatro personas que sufrirían por esa decisión. Una mala, horrible decisión. Pero que a veces, ante la perspectiva de un futuro solitario, triste, apagado, sin amor, veo como la única opción viable para la supresión definitiva del dolor que sufre mi alma de acá a un tiempo.
Todavía me aferro a los pocos afectos que me quedan y por mi parte prometo poner toda la mejor voluntad para revertir esta situación tan dolorosa para mi. Pero no se cuanto tiempo aguante la cordura de mi psique. Ojalá que tire mas, lo mas que pueda. De momento tengo toda una biblioteca con libros hermosos que espero poder leer antes de partir, ojalá encuentre mi eje antes de que me haya leído todo.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Del mirar la luna fijamente


Ya en tiempos de los antiguos griegos, aquellos de los tiempos mitológicos, que se consideraba a la luna como una influencia digamos mágica sobre las personas.
Aquellos que dormían a la intemperie bajo los rayos lunares o aquellos que se quedaran mirándola fija toda una noche, mientras lleva a cabo su caprichoso periplo por el espacio, sentían después una extrañeza difícil de explicar. Como si su humor hubiera cambiado. Y no siempre para bien.
A la luna se la solía asociar con los cambios abruptos de ánimo, mal humor, descortesía, bipolaridad e histeria. También, muy asociada a las mareas y la influencia que ejerce su gravedad sobre las misma, generando la bajamar y pleamar, metonimia exacta sobre la psicología femenina.
De hecho la luna y la mujer fueron asociadas siempre. A la luna se le dio históricamente un carácter femenino y al sol uno masculino. El sol, símbolo de pujanza, vitalidad, puntualidad, energía, calor, fuerza, luz y a la luna como símbolo de blancura, palidez, capricho, oscuridad, melancolía, etc.
Puede ser uno de los motivos por los cuales se asocia quizás a la luna con la mujer, y su carácter caprichoso y misterioso como influencia peligrosa para los despreocupados aventureros nocturnos. La locura lunar es un mal que solo se cura con la salida del sol. De ahí los lunáticos. La gente nocturna influenciada por la noche también son los locos, los que trabajan de noche, los artistas, los conflictuados, los melancólicos, los tristes, los románticos...
Ahora todo lo dicho anteriormente quizás no sea mas que absurdos recuerdos de una pasado lleno de mitos y superchería, pero lo que si estoy de acuerdo es que la luna, siempre y no se por que, guarda un halo de misterio incomprensible a su alrededor. Quizás por que nos sea el pedazo de tierra flotante mas cercano, quizás por su color pálido y triste, o simplemente por que su cara pozeada nos observa desde tiempos inmemoriales y nunca cambia el rictus.
Pero hagamos la prueba. Miremos mas fijamente a la luna, esa misma luna que los griegos, egipcios, y otras civilizaciones aún mas antiguas y de las cuales quizás no quedó ni registro, observaron con misma pasión y misterio. Hoy la observé, desde el tren, a la tarde y estaba ahí, suspendida en el cielo, camuflada en la bóveda celeste y las nubes blancas.
La luna vieja y querida. Que fenómeno.

martes, 25 de agosto de 2015

Nuevos trapos

Me pediste que te escribiera una carta... En realidad no me pediste nada. Nuevamente me encuentro mas solo que Stalin o Hitler el día del amigo. De hecho ellos tenían bocha de amigos mas que yo seguramente. Pero eso no viene al caso.
Al caso en cambio, si viene el hecho nada menor, que otra vez escaparon de mi. Huyeron de mi como si fuera la personificación misma del mal. Y quizás lo sea. Aunque no lo creo del todo. Creo que hay gente mucho peor que yo. Gente mucho mas loca y conflictiva que yo. En fin, creo que no soy tan mal tipo. De hecho creo que soy un buen tipo. Es mas, los que me abandonan, son los primeros en reconocerlo. Pero estamos todos tan locos, somos todos tan neuróticos e histéricos, tan gata floros, tan acomplejados, tan cobardes, etc, etc, que no lo perdonamos ningún defecto al prójimo.
¿Ah sos celoso? Curtite, que dios te ayude. ¿Ah sos medio calentón? Curtite man, que dios te ayude. No importa nunca si por otro lado sos el tipo mas caballeroso, considerado, afectuoso, buena onda, divertido, gracioso, regalero, compañero, escucha, buen amante, lindo y encima interesante desde cualquier plano y punto de vista intelectual y cultural. No! ¿Tenes un par de complejos? Listo, curtite, no te banco una.
Entonces lo único que me queda es la soledad mas miserable. Estar solo. Ya no esperar conocer a esa persona especial que pueda formar con uno algo lindo. Algo bello que nos haga bien a ambos. Alguien que le ponga onda, que le ponga alegría, amor y belleza a la cotidianeidad mas chata. Alguien que se complemente con uno desde lo productivo. Alguien que sea feliz y que tenga ganas de vivir, de amar y ser amado. Alguien que quiera viajar, compartir músicas, fumar porros, garchar, mirar cosas lindas, pasear, ir a museos, salir a comer afuera, bailar, tener mascotas, una casa linda para compartir, salir con mi hija, quererla como propia, y sobre todo que tenga ganas de hacer cosas y contagiarse todo el tiempo una buena energía con el otro.
Eso quiero. Ni mas ni menos. La casa, los hijos y todo lo demás, vendrá luego si quiere venir. No tengo apuro. Pero en si quiero alguien con quien compartir mi vida feliz.
¿Es mucho pedir? Realmente... quizás lo es. Pero no creo.

viernes, 3 de julio de 2015

La No-Escritura

Freud es del '56, mi viejo también. Kafka es del '83, yo también.
Podríamos pensar que Freud podría ser el padre de Kafka. Y en cierto modo lo fue.
También podríamos pensar que yo me creo un gran escritor, y que mi viejo es una especie de psicólogo que me dice que está bien y que está mal.
Pero todas esas lecturas son bastante pelotudas. Yo creo mas bien en la parsimonia monumental de repensar las cosas de manera poco evidente, tratando así de ir decodificando el significante atorado bajos las llagas de la mente atravesada, meramente por cuestiones de poca índole, enrevesadas, reordenadas, atrapadas, destripadas, engordadas.

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Cuando la muerte blanca te atrapa, dispara tu pistola.
Hacele frente a la pesadilla, destruyendo los temores de tu mente.
Si tu mente es de metal, rompele los dientes.
Si tu mente se hace migajas, tenes que parar y aprender a... huir de lo que vos pensás.
Hacélo por mi pequeño ser.

...

Había una vez una luna de marte, luna de avellaneda, luna de avellanas y cilantro.
 porque... cuando tenes problemas de orden onírico, lo mejor es un té de lechuga y a la camita.
si pretendes viajar sin pagar, destapáte un frasquito y descubrí las propiedades psicodélicas de la nuez moscada, en medianas dosis.
(con razón siempre me gustó el puré)

* * *

El otro día mi novia se despertó de su sueño soñando. Soñaba despierta, o al revés. Entonces, con su cuerpo muy blanco, me dijo que le dolía la espalda. Entonces la abracé, la amasijé, y la froté. Pero ella no sentía nada. Me dijo que necesitaba alcanfor. Le compré barritas de azufre.
Se las frotamos todos por su cuerpo blanco y así y todo, quedó con una raya amarilla atravesando su cuerpo desnudo. Yo entonces le lamí la costra degenerada y la tomé por asalto. Ella me lo agradeció y se volvió a acostar haciendo así las paces con su pasado.
Ella despertó esta mañana y me dió las gracias. Nunca supe la razón.

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Hay que dejar de desestupidizar la consciencia vital del pueblo.

jueves, 12 de marzo de 2015

The incredible story of Harry Fields and the book lovers, and other assorted love songs



Mr Harry Fields was a simple man. He don't wan't any problem with nobody, ever... but he also was an stupid asshole. Here we are, and this is his story.

Beware, beware of darkness, his gonna stole your soul any day now...

Harry Fields nació en Barracas central, en un pequeño condominio de clase media venida a menos. Sus padres eran dos obreros de la construcción. Los padres eran dos hombres, si hace falta contar eso, la madre de Harry nunca fué avistada luego del parto de Harry y el padre se enamoró de un compañero fabril. Para él había mas de que hablar con un hombre que con una mujer pueril. Además todas las mujeres nos abandonan tarde o temprano. No son de fiar. Como los perros.

Al pequeño Harry le gustaba cazar mariposas con una red o hacer sapito con una piedra en los charcos luego de los grandes monzones sureños. En su casa no había ni libros, ni televisión, ni nada que incitara su atención mas que lo poco que había a su alcance. Que era casi nada. Una triste pelota de trapo tal vez que pateaba contra la pared del patio de su pocilga gris, dejando manchas de barro perfectamente circulares, como las ruinas de su mente vacía.

Así vivió, casi sin ir al colegio, hasta los diez años, hasta que una medida cautelar dictada por un juez anónimo en lo criminal y familiar del juzgado número doscientos y algo, determinó que su vida no era digna para un niño de su edad y entonces fué separado de su padre biológico y su padre adoptivo y mandado a un reformatorio. Sus padres no pelearon mucho por él, embebidos en los vapores de su alcohol e inmundicias. Pronto dejaron de pensar en él.

Harry vivió su paso por el reformatorio con mucho pesar  tristeza. En mas de una ocasión se sintió vejado por sus compañeros de cuarto, pero lo peor de todo vino después. Una noche de invierno, de esas terribles, grises, oscuras, húmedas, frías, moribundas, una enviada del gobierno, encargada de culturizar a las masas abandonadas les leyó un cuento al grupo. Harry nunca había oído un cuento ni sabía que era un libro. La extraña y fea mujer les leyó, de muy mala manera, El almohadón de plumas de Horacio Quiroga y luego todos fueron mandados a dormir. Harry, muy asustado no quiso acostarse en su cama, por temor a lo que pudiera haber en su almohada. Sus compañeros se burlaron de él y lo vejaron una vez mas.
-A ver si te enteras, niño autista, miedoso... plaf!
Entonces odió por primera vez a los libros, generadores de miedo y maldad.

Después de algunos años, aparecieron unos tíos que decían venir de parte de su madre, a la cual nunca había conocido. Eran dos seres alargados y afinados, con caras austeras y amargadas por la vida. Dos bibliotecarios. Harry preguntó por su madre pero le dijeron que había muerto de tuberculosis luego de tenerlo a él. Harry no sabía que era la tuberculosis, pero se fué con ellos, feliz de dejar atrás a la parva de indios salvajes de sus compañeros. Nada podía ser peor, sin embargo para él, no había forma de estar mas equivocado.

Sus tíos adoptivos le hacían trabajar en la biblioteca que tenían en el barrio de Congreso, barrio oscuro y gótico si los hay. A veces por las tardes otoñales, Harry veía como se enredaban en las cortinas unos murciélagos de color verde parduzco y negro y caían fulminados al piso. Temblando con espasmos de dolor y sufrimiento. Harry los miraba con sumo desagrado, pero entonces lo llamaban para que retomara sus quehaceres, guardando cantidades industriales de libros por todas partes, haciendo orden alfabético (Harry estaba acudiendo a clases nocturnas, cerca de la casa de su tío) y toda esa época le quedó en su memoria como una época triste, oscura, casi gótica. Para su cumpleaños le regalaban libros de Poe, Lovecraft, Shelley o Stoker y Harry los odiaba. Sus tíos le obligaban a leerlos y a que les diera un resumen y reseña del libro por si alguien alguna vez le preguntaba.
-La verdadera erudición consiste en saber siempre de que te están hablando en cuanto a libros respecta, y si no lo leíste al menos tener oído para acercarte al tema y no quedar como un pobre ignorante.
Harry asintió, pero en su interior, todo ese mundo de ficción e irrealidad era un mundo horrible que representaba lo peor de su vida. El abandono de la libertad, de lo natural, de sus propios mundos fantásticos en detrimento al mundo fantástico de unas personas grises, atormentadas y sobre todo muertas, como su madre, por horribles enfermedades de las cuales él se creía en gran parte responsable.

Harry creció en ese mundo literario que odiaba y heredó aquella biblioteca de barrio de sus tíos que fueron muriendo paulatinamente, sin despedirse apenas. Harry salió al mundo por primera vez y se dió cuenta que se estaba quedando calvo, que la gente caminaba por la calle con zapatos con plataformas y la música que escuchaban sus contemporáneos era un bochinche estruendoso. Odió a Los Beatles como principales responsables de todo lo horrible que vino después. Así como odió la literatura siempre, en su interior. Sin embargo de eso pensaba vivir. Fué a la universidad y sus compañeros se burlaban de su falta de conocimiento en materia de escritores elementales como Proust, Joyce, Nietzsche, etc. Harry se sintió menos, despreciado, torpe, ignorante... El fantasma de su analfabeto padre lo atormentaba siempre.

Harry abandonó al poco tiempo la universidad y siguió trabajando en la biblioteca de sus padres, pero su falta de conocimiento en materia económica lo llevaron a contraer mas deudas con el fisco de lo que podía pagar. Entonces se vió obligado a cerrar. Por dentro sintió un gran alivio de dejar aquello que tanto lo había frustrado siempre. Se puso a buscar trabajo y se anotó en una bolsa de trabajo de la municipalidad de Buenos Aires. De ahí lo llamaron al poco tiempo de una librería clásica de Avenida Corrientes. Él no quería saber nada mas con libros, pero era lo único que parecía conseguir, dado su experiencia en la biblioteca de sus tíos. Entonces sin remedió se presentó a trabajar el lunes siguiente a primera hora.

El trabajo no parecía tan malo, excepto por el hecho de que sus compañeros eran todos hombres viejos, libreros viejos, que se sabían no sólo sobre autores sino sobre cada una de las ediciones de cada libro de cada escritor habido y por haber y lo que no sabía uno, lo podía complementar el otro sin problemas. Eran realmente eruditos y verdaderos guardianes del libro en la ciudad. Harry no tardó en sentirse bastardeado por sus compañeros, que lo hacían sentir inferior y como un pobre niño inculto, simple heredero de un lugar que no había estado a la altura de manejar.
Harry odió su trabajo cada vez mas. Los libros eran generadores de todas sus desdichas y miserias en este mundo. Y una noche, mientras sus compañeros hablaban con unos clientes bigotudos y anteojudos, que al parecer eran escritores afamados de la literatura local y latinoamericana, Harry, mientras le hacían guardar cantidades de libros en el depósito del sótano por orden alfabético y ellos se tomaban una copilla de jerez con sus amigos escritores, decidió que algún día se vengaría de toda esa canallada intelectualoide.

...

Después de que Harry renunció a la librería de Corrientes, poco se supo mas de él. Algunos dicen que se dedicó a bolichear, esnifar y bailar como Travolta en la Argentina Videlista y que se casó con la hija de un militar.
Después de unos años apareció con una librería comercial y papelera en el centro que le había puesto su suegro, que luego convirtió en una editorial de textos económicos, bastantes feos que en los noventas llenaron las librerías de Buenos Aires, teniendo un éxito moderado. Luego fundió la empresa por mal manejo, a principios del 2000, con la crisis latente y como último favor antes de morir, su suegro lo ubicó en el multimedio para que desde ahí pudiera tener algo firme y no le faltara nada a su hija y nietos.

Poco después de muerto el viejo militar, Harry comprendió la lógica mercantilista y decidió el golpe final para llevar a cabo su última venganza. Comprar la cadena de librerías en la que había trabajado de joven. Dicho y hecho. La librería estaba mal luego de la crisis económica y Harry, como nuevo gerente a cargo empezó su plan de destrucción de aquel viejo mundo de libreros clásicos.
Amplió el número de sucursales, hizo vestirse a sus empleados con mamelucos color verde fosforescente que decían "estoy aquí para servirle", limitó el número de editoriales a solo las mas grandes y conocidas, siendo tres o cuatro. Cambió a todos los encargados por gente nueva jóven y a los viejos los puso a hacer labores de nuevos, haciendo alfabéticos y cargando libros abajo. Algunos libreros viejos renunciaron, otros se quedaron hasta esperar a jubilarse y algunos murieron de un infarto. El viejo Kressing reconoció un día que apareció Harry por una librería y se acordó de ese jóven tonto y despistado que había trabajado un tiempo varias décadas atrás. Cuando se cruzaron, Harry miró a Kressing y le guiñó un ojo. Al otro día Nadie lo vió mas a Kressing.

Harry convirtió las mas bellas librerías antiguas y clásicas de Buenos Aires en book's shop, mas parecidas a jugueterías, donde el 50% de las cosas eran artículos de librería comercial, juguetes, peluches, artículos de electrónica y el resto, películas, cd's y libros de los cuales el 90% eran de las dos mas grandes cadenas editoriales. Muchos renunciaron y cada vez mas se llenó de empleados que buscaban trabajo de lo que sea y poco sabían de lo que era un libro o un autor específico.
Había logrado su venganza pero todavía faltaba convertir a las pocas librerías que quedaban en pie en la misma masa sanguinolenta sin sentido que alguna vez le había hecho sentirse inferior. Nadie habría mejor que él, ningún culo listo que lo hiciera sentirse chiquito y todos los intelectuales tendrían que migrar a otros países o fenecer en la ignorancia que tanto rechazaban.

Harry sonrió por primera vez en su vida.

jueves, 5 de marzo de 2015

Santino, il cativo


El tipo es un cabronazo insoportable, y eso, a diferencia de lo que él cree, lo convierte mas en un ser miserable y solitario, que en un genuino guerrero de carácter.
Pero las cosas están dadas así, apenas es consciente de su mal carácter pide perdón y se siente triste y angustiado, y cuanto mas se cansa la gente de aguantar sus rabietas, mas solo se queda, y cuanto mas se siente abandonado por su entorno mas se enoja y quiere matarlos a todos por no quererlo.
Es realmente un ser insoportable. Nadie se lo banca en determinado momento, empezando por él mismo. Cree que los demás no son merecedores de su hermoso ser, pero en realidad sabe que sin quererlo, o sin quererlo al menos a viva voz, hace todo lo posible por alejar a sus seres queridos.
Sólo su madre lo soporta y eso es así porque ella está mas sola que él y su hermano mayor es peor todavía, si no ni siquiera podría contar con el apoyo materno, que a veces parece tan insobornable para algunos.
No importa, él cree que va a cambiar, pero no va a cambiar, ya no le quedan amigos y ninguna mujer lo soporta mas de tres meses. A esta altura ya no le interesa y prefiere creer que todos los demás son unos malditos imbéciles que no tienen huevos, o que son unos falsos y caretas, o que son unos manipuladores e hincha pelotas que lo rompen las guindas indiscriminadamente, o que lo provocan continuamente con planteos que ponen en duda alguna cuestión de su carácter o decisión de vida.
Entonces surge en él unos ataques violentos y destructivos, donde rompe lámparas, tazas, platos, y hasta sus propias cosas, en lo que son claros ataques de ira que no demuestran otra cosa mas que su impotencia para resolver cualquier tipo de situación de un modo razonable y civilizado.
Entonces un día, cuando ya no quede nadie a su alrededor, su corazón simplemente hará bum! y dejará de ser un verdadero incordio para la humanidad.

martes, 3 de marzo de 2015

Latrocinio en la ciudad (10 años después)

Bien, ahora puedo decir que, aunque usted no lo crea, tengo una horrible capacidad de atraer sobre mi todo tipo de desgracias.
A poco estaba yo jactándome de que hacía nada mas ni nada menos que diez años que no sufría un atraco en mi ciudad. Y que antes era una ciudad mucho mas insegura, etc, etc.
El mismo día que dije eso, fue abordado a la noche, en pleno barrio de Recoleta, casi Palermo, por dos malvivientes motorizados.
Eran las 24 30, iba caminando muy tranquilo por la oscura calle Ecuador, desde Santa fe hacia Córdoba, en ese trayecto, en una parte bastante oscura de la calle, se detiene una moto rápidamente y se baja el acompañante que se me viene encima y me pide la billetera y como ve que no tengo me arrebata el celular. Entonces, sin estar del todo conforme me pide la mochila, le digo que no tengo nada de valor y por las dudas me la saca igual y también se lleva mi SUBE donde tenía ¿cinco pesos?...
En fin, el latrocinio, hurto, arrebato, robo, etc, no fue eliminado ni pasó de moda en la ciudad, como siempre hay que ir atentos, exponerse lo menos posible solo por la calle y siempre caminar por avenidas o calles iluminadas, si puede, tómese un taxi y sino vaya con ojo avisor, los cacos están a la orden del día, buscando a pobres diablos distraídos y confiados como yo anoche, para sacarle las pocas pertenencias que uno pueda llevar, por el simple hecho de robar por robar.
¿Que nos queda? ¿Andar calzados? Probablemente sería una buena opción para evitar este tipo de atracos ya que estos dos chorizos de mala monta ni siquiera tenían un corta uñas para amedrentarme, entonces ante esa situación, uno bien podría pelar en pequeño chumbo, o al menos una navaja automática y hacerlos cagar un toque a estos soretes mal habidos.
Pero ¿que pasa? Entonces uno se convierte en un gorra, un facho irredento que se engolosina con la violencia, un anti chorro como dirían los giles, y tampoco es cuestión. Preferible que los giles, aunque se crean re pillos, sigan siendo ellos, que roban boludeces, apuntan al chiquitaje y se conforman robandole a perejiles como uno que van caminando tranquilos por la calle.
No creo que lo lean, pero si llegaran a leer esto los que me robaron solo quiero decirles esto...
CHUPENLA BIEN CHUPADA MANGA DE OTARIOS, GILES FUERON Y GILES VAN A SER, Y ASÍ COMO FLOR DE PEREJILES VAN A CAER!
Chau, putos!

viernes, 30 de enero de 2015

Letterman

Queridísimo:
Hola, ¿como está usted? Le escribo después de mucho tiempo para preguntarle como le estuvo yendo últimamente. Se que no lo he visitado en estos meses que han pasado, pero quiero que sepa que siempre lo tengo en mis pensamientos. Ha sido usted muy importante en mi vida, o al menos en buena parte de ella. Ha sido una especie de amigo y confidente, y me ha acompañado en momentos buenos y difíciles. A usted fue al primero que le abrí mi corazón y también con el que desahogué todo mi rencor y odio ante tal o cual situación y/o persona non grata. Siempre ha sido para mi un canal donde he podido canalizar todas mis angustias y frustraciones, así como también mis alegrías y regocijos. En este último tiempo que pasó le conté a grandes rasgos una etapa de mi vida que me marcó, y fue una experiencia tan intensa que tuve que luego alejarme un poco, para poder asimilar así todo el descargo que le hice. No es mi intención agobiarlo siempre con mis romances, rupturas, vivencias laborales o demás cuestiones yoícas que lo único que hacen es ponerme a mi en el centro de la discusión todo el tiempo. Estoy cansado de hablar de mi. Usted también tiene derecho a expresarse y; se que si pudiera lo haría, quiero que sepa que yo sería el primero en ofrecerme para poner una oreja amiga. Espero algún día podamos juntarnos en algún plano incomprensible del éter cósmico y ponernos al día, mas usted que yo, que ya sabe prácticamente todo de mi. Espero poder empezar a acercarme nuevamente a usted, de a poquito, pero desde otro lugar, mas maduro quizás o menos egocéntrico y poder compartirle entonces ideas, pensamientos o historias que le puedan llegar a entretener y así recuperar una amistad un poco descuidada, pero desde un lugar donde los dos podamos ser compañeros en igualdad de condiciones y no siendo usted un mero escucha sacristán o clínico. NO debe bajo ningún punto de vista usted tener que aguantar eso mas de mí y desde ya me comprometo a iniciar un nuevo tipo de relación con usted, mas sano, mas de amigo cercano.
Desde ya muchas gracias por poner la oreja nuevamente.
Sinceramente tuyo, tu bloguista.