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viernes, 12 de junio de 2020

Humanos, demasiado...

Es sabido que todos los siglos tienen su bautismo de fuego. El siglo XX tuvo su nacimiento a sangre, sudor y lágrimas con el inicio de las hostilidades de 1914, lo que se conoció en su momento como la Gran Guerra. (La guerras no hacen grande a las personas). Por eso, no existen grandes guerreros. Al menos, no en el sentido clásico del término. En la antigüedad existían los héroes trágicos, pero como bien decimos, eran trágicos porque morían de forma épica e increíble. Aquiles, fue uno de ellos. Enamorado de Patroclo, su asesinato lo lleva a cometer una serie de venganzas que terminaran aniquilándolo, siendo víctima de su ira, preso de sus emociones desbordadas. 
En fin, volviendo a la actualidad. Ahora no hay héroes trágicos en las guerras. No los hubo en las mal llamadas Guerras Mundiales del siglo pasado ni lo hay ahora, en plena crisis del Corona Virus. 
So...
El siglo XXI parecía haber nacido en el año 2001. Pero no. Eso fue apenas un aviso. Un sacudón. Todo nacimiento conlleva cierto trauma, pero éste tiene que ser mundial sino no vale, no sirve. 
Parecía que el ataque a las torres gemelas o la crisis en Argentina cambiarían algo, pero no. El humano insistió en seguir por el mismo laureado camino de "American Pax" lograda desde los 70s y 80s.
Si lo pensamos un poco todo siglo tiene su estilo, como cada década a su vez también pero a un nivel mucho más micro. Los cambios de siglos son más grandes y generales que los cambios a veces meramente estéticos que hay en los cambios de década. Por ejemplo...
La Primera Guerra fue un conflicto bélico que si bien, fue solo en Europa, marcó a fuego al jóven siglo. El siglo XIX quedó definitivamente atrás. Todo, su estética, su pensamiento, su forma de ver al mundo. Hubo un cambio de paradigma y status quo
Pero eso no es todo. Para 1920, el siglo XX estaba nacido y parido de pies a cabeza, sin embargo, la cosa no terminó ahí. Ese conflicto, de alguna manera, derivó también en la crisis del '29 y eso a su vez, como en un Dominó desencadenó la Segunda Guerra Mundial. Que a su vez, desencadenó en la Guerra Fría entre los dos modelos de USA y URSS que ya conocemos. Más guerras y conflictos, pero localizadas en países como Vietnam, Israel, Pakistán, Irak, etc, etc. Y con la caída de la URSS conflictos entre los países que habían sido absorbidos por la máquina soviética (Guerra de los Balcanes, etc).
En definitiva, siempre todo acarrea sus conflictos como en un Dominó. 
¿Cuando se terminó de afianzar el siglo XX? Yo diría que a finales del mismo. Al caer la Unión Soviética se terminó de definir a un vencedor. USA. Pero más que Estados Unidos, un modelo, el Capitalista, Neo Liberal. 
Bien. Eso se mantuvo durante casi tres décadas. Más allá de toda la parafernalia de los atentados del 11s la realidad es que eso solo sirvió a los planes Maquiavélicos del presidente Bush. Y fin. Nada cambió en realidad en el mundo después de eso. Quizás un refuerzo de las políticas derechistas al incrementar la vigilancia sobre la población. Pero ese cambio solo es un afianzamiento del modelo victorioso del siglo XX. 
No fue hasta el año actual, o sea, el 2020 que finalmente parece que las cosas llegaron a un punto de no retorno y cambio brusco. 
Nadie puede saber que le depara al resto del siglo XXI por delante. Ochenta años para llegar al siglo XXII. ¿Nos podemos imaginar siquiera como será? Imposible. Hasta dudamos seriamente de llegar como sociedad, o mejor dicho, como humanidad. Como raza inteligente, pongamos, que logró tantas cosas y avanzó tanto en el campo de la ciencia, etc, etc. 
La cuestión es que este el verdadero año bisagra que empieza a delinear un nuevo mundo. Así como en 1914, el inicio de la 1º guerra mató el halo de nostalgia e ideas muy fuertes del siglo XIX. Ahora pasa lo mismo. No es exacto, puede haber diferencias de algunos años (seis en este caso), pero los siglos tienen su propia identidad. Ellos piden ser escuchados. Si seguimos aferrados a los vicios del siglo XX no vamos a contar el chiste. Cada cual puede interpretar a gusto y piaccere cuales son los cambios que habrá que hacer la humanidad para reinventarse una vez más. 
Quizás habrá que cambiar el sistema económico, quizás haya que además, hacer un cambio espiritual individual cada uno, para sentirnos unidos como raza, a modo de una civilización mas evolucionada donde cada uno sienta el dolor ajeno. Donde nos ayudemos todos. Una especie de pensamiento colmena donde todos seamos parte de un todo. Ya sé que suena a un disparate. Quizás leí mucha ciencia ficción y flasheo esas cosas. No importa, lo que es fundamental es entender que el cambio ya empezó. Es como una gran ola que anuncia el inicio de un nuevo siglo, un nuevo tiempo, nada es estático. Esa ola es brutal, siempre se lleva a muchas personas, pero los que sobrevivan deberán entender que por donde veníamos es Dead End (camino sin salida) y encontrar la manera de siempre se mejores que ayer, que el mañana tiene que ser mejor y superador que el pasado. No ir para atrás, no estancarse, ni menos ir para abajo. Siempre arriba y adelante y en movimiento constante, pero con todos, TODOS juntos. 

domingo, 19 de enero de 2020

Viaje Extracorpóreo

Singularidad. El vuelo se hace en el aire, pero el movimiento resurge como bálsamo incongruente hacia las veleidades del Cosmos.
Cosmos. Maravilla inter espacial del microsentido ultraterreno de todo aquello que viaja pero no está. Porque viajando encontramos el sentido último de nuestro ser.
Maravillas intrauterinas de lo manifiesto. Inconmensurable agonía utópica del fracaso laboral que todos sentimos cuando perdemos la batalla insaciable de lo cotidiano.
Muñecos impávidos, buscando arrebujarse como musarañas perdidas dentro de los últimos recovecos de la falsa algarabía que da Maya, la diosa de la ilusión constante.
¿Cómo fenecer en un mundo que nos da todo, pero nos quita lo más esencial de ser humanos? ¿Que es ser un humano? Nada. Un concepto vacío, con etiquetas caducas de sentido.
Los viajantes no comprenden el final del camino, porque todo lo retienen sin comprender que allí en la inmensidad del espacio, nada puede recobrar nuestra perdida cordura ancestral.
Solo hay vacío.
Pero el vacío carece de códigos. Y entonces comprendemos que al volar, al desplazarnos a la imposible velocidad de la luz, todo carece de la intención primigenia.
Estamos perdidos en el espacio. Como los Robinson. Perdidos en la isla eterna que nos cobija, flotando en un espacio infinito. Padeciendo a cada momento de ser los únicos insectos en este gran palacio lleno de nada.
Porque es la vacuidad insostenible de nuestras almas perdidas, ansias de comprensión, seres a la deriva en el gran todo que es la nada misma, la que nos hace odiarnos entre nosotros, Siempre.
Desde tiempos perdidos en la foto sepia que es nuestro recuerdo más austero de nosotros mismos. Nuestra historia sin fin. Nuestro deleite de ser una especie de cosmonautas angustiados, que sin entender la película, vivimos en la agonía constante de vivir.
El largo día de amar, la (aún) más larga noche de morir.
Comprenderemos que somos el atolón ridículo de nuestra galaxia, cuando dejemos de buscar nuevos mundos allí donde no los hay.
Recargaremos un collar infinito de perlas olvidadas en el rincón más inesperado de una búsqueda que se hace eterna y no por eso, menos tragicómica.
¿Habrá un futuro incierto? ¿Un destino manifiesto?
Solo tenemos arroz, para comer en nuestras cápsulas de cotidiana inconformidad y desasosiego.
Un último adiós al viajero incansable del tornado, torpedeado por nuestro afán de comprenderlo todo y finalmente, confundirlo con nuestra total incomprensión final.

miércoles, 28 de mayo de 2014

La extinción de los rubios


Cuando los hijos de mis hijos ya sean viejos para tener hijos, entonces sucederá algo sorprendente en todo el globo terráqueo. Básicamente no quedará en pie ninguna persona de cabellos dorados o rubios.
Entonces será el inicio de la debacle total, porque, producto de la cruza, el alelo recesivo rubio, caerá ante los dominantes y ya no brillaran al sol las cabelleras rubias que tanto amaba Nietzsche, entre otros.

Tener el pelo rubio no conlleva ningún beneficio. Es meramente un rasgo de diferencia de minorías, pero mas allá de lo puramente estético, hasta ahí nomas, no aporta gran cosa.
La gente rubia tiende a tener problemas con un sol que es cada vez mas fuerte e incisivo, tienen problemas de piel, por lo general se quedan pelados, y hasta son discriminados en ciertos lugares como seres asquerosamente llamativos. Asociados de forma indefectible al racismo, nazismo, fascismo y otras cuestiones de peor índole.

La cuestión es que un día, siendo yo muy viejito, vi amar a mis nietos, los vi crecer y los vi relacionarse. Son de cabellos castaños, apenas algún pelo dorado asoma entre ellos.
Entonces, cuando yo ya pasé al otro mundo, nace un niño en Sudamérica que tiene el pelo dorado y se reviven viejos mitos, y el niño es expuesto en televisión y mostrado en cuanto comercial hubiere en aquel tiempo lejano y futuro.
Pero entonces el niño sufre y un día muere súbitamente, o muere por exceso de atención, de manipulación, de estrellato y ya no quedan alelos recesivos en el mundo, y todos somos trigueños y morenos (en Occidente) y nos quejamos, pero en realidad es lo mejor que nos puede pasar. Bueno, eso y que se suprima el uso de dinero. Que no haya mas que una economía de intercambio y todos contentos con lo que realmente necesitamos y con lo que nos ingeniemos para conseguir o crear.

Pero el mundo para entonces estará dividido por una raza castiza en occidente y amarillos en oriente, que habrán copado para entonces el continente africano, desplazando o absorbiendo a los nativos del lugar y confrontando dos mundos diferentes.
Pero para cuando todo este listo para estallar y la humanidad desaparezca del mapa, una rara avis nacerá de nuevo y esto marcará el inicio de una nueva aventura espacial que llevará a la población occidental a vivir en un mundo no tan lejano del planeta Tierra. Y todos podrán vivir en paz.

Esta rara avis, será un colorado, raza extraña e incomprensible, mas fuerte que los rubios y mas frágil que los morochos, pero algo que nunca la ciencia pudo explicar su aparición.
Ese será el comienzo de una nueva era, o el fin de todo lo conocido.

Post scriptum para explicar la imagen de portada:

Lo que si, ya nadie entenderá por que, un cantante pop del siglo XX, ensalzaba a los rubios como que tenían mas "alegría". En definitiva, la mayoría de ellos fueron seres grises y tristes por dentro, una especie de aliens en el mundo, que nunca pudieron dominar el planeta, porque definitivamente, no eran ninguna raza superior. Simplemente un llamativo residuo histórico de la era de glaciación que tan atrás quedó en la nueva era tropical.