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domingo, 31 de marzo de 2024

Per un amico o AMICI MEI


Cuando llegamos a los 30 años se produce una inevitable escición de amistades. Entre los 30 y los 40 años, todos o casi todos nuestros amigos van bajándose de la calesita en la que estuvimos embarcados entre diez o veintipico de años. A todo el mundo le pasa. Algunos sabiondos o smart ass le llmana entrar en la madurez. Es cierto que muchas veces existen peleas, yeretas amigueras que poco o nada tienen de importante. Sin embargo, a cierta edad, ya no estamos dispuestos a soportar nada del otro. Primero aprendemos a hacerlo con nuestras parejas para luego darnos cuenta que la amistad también puede terminarse. Es una enseñanza fuerte y seria, pero no queda otra. Sí, la amistad también es pasajera y si queremos que persista debemos mantener firme el timón. No bajarnos porque sí. Ser pacientes y tolerantes con el otro. Sino, estamos condenados a terminar odiándonos con aquellos que considerábamos nuestros más cercanos. Nuestros amigos del alma, nuestros hermanos de la vida. 

Existen señales. Porque cuando estaba llegando a los 30s, me di cuenta que con mis amigos de la primaria, la cosa se había agotado. Las juntadas eran más esporádicas, cada uno más concentrado en sus parejas que en sus amigos. Todo parecía repetitivo, los mismos chistes de siempre, las mismas canalladas, y encima, la distancia. Las cosas comenzaron a enfriarse y tuve que salir de un grupo ya esquilmado porque no me bancaba estar ahí de chaperón. Los otros dos hablaban entre sí como si yo no estuviera. Eran sus chistes internos, sus comentarios laborales, su propio narcisimo y egocentrismo. No iba a pedir que cvambiaran nada por mí. Entendí que la amistad se terminó y tuve que dar un corto y rápido adiós. Mi alejamiento no generó mucho más que algunos tímidos intentos donde solía ser más reprendido y cuestionado por mi incomprensible proceder que un intento real de continuar la amistad. A ese grupito de amigos que compartimos desde la primaria, viajes, novias, películas y música, tuve que decirle adiós para siempre. 

De mis amigos de la secundaria me había quedado uno que finalmente fue acoplando otras amistades de su paño artístico. Durante las últimas dos décadas nos vimos, salimos, nos embriagamos, compartimos todo tipo de viajes e historias. Pero de pronto los encuentros comenzaron a hacerse más pausados. Y comenzó el resentimiento de aquellos que no tenían lo que el otro tenía o que estaban enamorados en secreto de vos. Vaya uno a saber que mambo extraño pasaba por sus mentes. Pero si tu mente se viaja tenés que parar. Como viejas chismozas comenzaron a burlarse de las parejas de sus amigos. A juzgar, a criticar, a intentar bastardear al otro porque necesitaban elevar sus miserables vidas. Y de la cobardía de la crítica a espaldas de los amigos, pasamos a la ingratitud y a la infamia. Encima tolerar que tus amigos de años se conviertan en unos pobres fachistoides de cuarta, movidos sólo por el resentimiento y la derrota. Tolerar agravios e insultos, pero lo peor de todo, pagar 20 años de amistad con deslealtad y falsedad. Eso para mi fue ya demasiado. Y si bien había dicho que existían dos o tres amigos a los que les perdonaba todo, tuve que comerme mis palabras y dejar morir la amistad. Porque a veces están los que fuerzan la ruptura porque no soportan la tensión y el compromiso que requiere la amistad. No, no son buenos amigos para nada. Demuestran ser perros rastreros que se arrastran por un puñado de pesos, empeñando la amistad como un bien secundario y accesorio. Que se vayan al diablo. 

En la última cena que nos vimos, todos nos tratamos con mala onda. Todos criticamos y juzgamos al otro. Fue un encuentro fallido. Salieron a la luz (inconscientemente) todas las deslealtades y falsedades que había pululando entre todos y por eso no me sorprendió cuando después de aquel encuentro nada volvió a ser igual. Todos somos con el Perro del Hortelano. Todos vemos en el otro los defectos y errores que más odiamos, pero nadie mira en sí mismo su falla. Nadie labura en sí, en silencio, su propio Cristo... Y entonces, seguimos condenados a creernos los únicos que estamos bien y acostumbrarnos a vivir en nuestra propia locura interna. 

Pues, así las cosas ¿que nos deparará el futuro amigueril? Está claro que a partir de los 40s los grupos de amistades se reducen a un puñado mínimo de elegidos. Con la gente que tenemos mucho pasado, mucha historia detrás, se nos hace difícil seguir. Es como caminar sobre hielo fino. Un paso en falso y todo al diablo. ¿Nuevos ambitos? ¿Nuevas amistades? Puede ser, sin embargo uno no deja de sentir que todo es efímero. Ya supimos la gran verdad, ya la vivimos. Las amistades no son para siempre. Los cortes y rupturas, los ghostings y alejamientos silenciosos son heridas que nos acompañarán siempre como la de parejas, mascotas o familiares perdidos. Ya no están y aunque sabemos que andan por ahí, no volverán. Lo que pasó pasó y aquellos que fueron nuestros grandes amigos, complices o confidentes se vuelven rostros agrios, repelentes, gente con la que no nos queremos volver a cruzar. Y por lo general, eso nunca sucede. 

domingo, 7 de mayo de 2023

Amigos son los amigos



Amigos, ahora y para siempre amigos...

                 Ahí estaré para vos... como lo estuve antes

                                                             Voy a intentarlo con una ayudita de mis amigos

Eres mi mejor amigo y te amo hasta el final de los tiempos...

                                      Hemos sido amigos desde muchos años atrás...

                                                              Sólo seremos amigos, amigos y nada más...

La soledad es un amigo que no está...

                                     Una amiga una vez me dijo, tienes un amor, no estás solo

                                                              Tienes un amigo.

Sí, hay amigos que ya no están, los ausentes...

                                     Querido amigo, es el momento? Hemos llegado hasta el final?

                                                             Amigo mío, lo que no sirve no va.

Cuando te das cuenta que es tu amigo quien te da la mano...

                                    Y si en verdad quieres ser mi amigo, dejame vivir como solía

                                                            ¿Por qué no podemos ser amigos?

Cuantos amigos en verdad tengo? Puedes contarlos con una mano...

                                 Eres mi mejor amigo de todos los que he tenido...

                                                             Te dije de amigos y vecinos pero nunca pude encontrarlo...

Prefiero un festín de amigos que la gran familia...

                                 Por eso si tienes un amigo no lo engañes ni lo olvides

                                                              Quisiera una canción para un amigo que no puede salir de la melancolía...

                                No estoy esperando una dama, estoy esperando a un amigo...

                                                                Para eso son los amigos...     

Amigos... seremos amigos.

                                           Porque un amigo es una luz brillando en la oscuridad...

                                                                Te lo dedico a vos, hermano, amigo que desde ayer

Andas conmigo este camino

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Sí, el tema de los amigos nos conmueve a todos los que tenemos o tuvimos alguna vez algún amigo de esos que te regala la vida. Esas extrañas personas ajenas a toda relación sanguínea que aún así nos llegan y generan todo tipo de sentimientos. Podemos quererlos, odiarlos y amarlos con todo nuestro corazón. Como a hermanos o hermanas, como a una pareja, a un padre o un hijo. Quiero decir que tan intensamente, aunque sean amores distintos, son amores y punto. 

Como toda relación humana conlleva sus dificultades, sus percances, sus contrapuntos y sus pérdidas. Pero Bueno... yo estoy acá para recordarles que quieran a sus amigos. Diganselo, cuidenlos, aunque tengas 20 o un solo amigo. Yo los amo a mis amigos. A los que ya no están también. Pero a los que siguen, bueno... que decir, los amo con todo mi corazón, aunque nos cueste decirlo. Ellos saben que los quiero igual pero bueno...     

                                    

viernes, 3 de diciembre de 2021

El fin de la amistad o por qué Los Beatles son la mejor banda del mundo


Paul es un histérico, George está cansado de su rol sumiso, John está en la suya y Ringo observa todo un poco harto de las discusiones ajenas. ¿Por qué el culebrón de Los Beatles sigue dando de que hablar a poco más de cincuenta años de su fin? ¿Que es lo que encontramos en esta banda que nos resuena y nos hace tomar partido? ¿Por qué todos tenemos un Beatle preferido y uno al que no soportamos? Bueno, son muchas preguntas que nadie se hace y a la vez todos nos hacemos. La cuestión, es que los Beatles es una banda que sigue dando de qué hablar, y la reciente Get Back de Peter Jackson vuelve a poner sobre eje a la banda más grande, mas mediática y más influyente de la historia del rock. 

¿Quien puede negar el legado Beatle? Sun influencia va más allá de lo que podamos observar a simple vista. Atraviesa a varias generaciones, y recién en la generación Centennial y la era dorada del Trap, la influencia Beatle comienza a perder potencia de a poco. Es lógico, pero que artista, banda o conjunto musical puede jactarse de influenciar a más de tres generaciones y dejar un legado incomporable a más de sesenta años de su formación. La respuesta es simple, nadie. 

Es el año 1969 y pareciera que todo terminó ya para el cuarteto de Liverpool, que consiguieron en pocos años subir al podio mundial. Más concretamente, en menos de un año desde su primer disco hasta la fiebre internacional de la llamada Beatlemanía. Y poco menos de tres años en cambiar y revolucionar el sonido (y el sentido) de la música moderna, así como también transformar (sin querer) el concepto de juventud. El tema es simple, una banda pop que alcanza la fama internacional en breve, una banda de pibes de barrio obrero y pequeña ciudad portuaria, llegan a la cima, se llenan de guita y fin. Hasta ahí, su legado podría haber sido el de cualquier banda pop posterior como los Backstreet boys o Abba (más allá de las diferencias melódicas, musicales y artisticas de cada banda). Pero no, Los Beatles no se conformaron con eso, dieron un paso más allá, y luego otro y otro y así se fueron transformando con el espaldarazo que les dió su exito y así ser vanguardia de una década tan importante como lo fueron los sesentas. ¿Los sesentas fueron lo que fueron por Los Beatles, o los Beatles fueron lo que fueron por los sesentas? Bueno, estas preguntas son de la índole del huevo y la gallina. No existe solución posible. Lo que sí puede decirse es que los sesentas dejaron un legado tan fuerte en lo cultural y político que aún hoy es una década difícil de olvidar y The Beatles fueron un gran porcentaje de toda aquella revolución cultural. 

¿Alguien se preguntó alguna vez por qué las amistades de nuestra infancia/juventud pasan a la historia a partir de los treinta años? Bueno, no es un dato científico ni estadístico, pero algo de eso sucede y Los Beatles no son la excepción, casi llegando a sus treinta años de edad, los Fab four se desmigajan como un merengue seco, estallan las relaciones interpersonales entre ellos y todo queda dinamitado. Bueno, o los Beatles nos influenciaron hasta en eso, o simplemente ellos no están excentos de lo que nos pasa a todos. Y al ser ellos la primer super banda a nivel mundial y estar en ojos y boca de todos, verlos pelearse nos hace sentir parte de aquello, nos hace tomar partido, tomar posición , porque nosotros también vivimos esa experiencia y de alguna manera, todos somos los Beatles. 

Ellos son un reflejo de nuestras propias miserias y falencias, cuatro tipos que se pelean por boludeces que son altamente negociables y de fácil solución pero no, no se puede, porque no se soportan más. Ya está, se les acabó la mecha, no hay más. Son como esos hermanos que de chicos jugaban todo el tiempo pero que luego crecieron, sus diferencias se hicieron demasiado marcadas y no toleran ni una simple cena familiar una vez por año. O sea, unos cretinos... Y bueno, los Beatles también son eso. Tienen las mismas fallas, se les ven las mismas grietas, y bueno... por eso nos identificamos tanto con ellos, con alguno de ellos más que con otro. N o importa cual, por una cuestión de personalidades cada quién elegirá su preferido. No existe un villano en todo este asunto de la separación (ni mucho menos una villana o alguien externo), si se separaron es porque no daba más, como cualquier relación humana y fin de la historia. Pero quizás el caso de los Beatles por ser una banda legendaria, quizás la primera en romper el molde, sea el caso más famoso y mencionado hasta el hartazgo de separación de banda. Cuando pensamos en la separación de un grupo de rock, es casi imposible no pensar en ellos. Hasta en las rupturas rompieron el molde. 

Escuché a los Beatles y me fuí a buscar la soledad...

Existe todo un reguero de músicos de mayor a menor calibre a todo lo largo y ancho del extenso planeta Tierra que se sintieron tocados por ellos, que fueron influenciados y que de alguna manera crearon obras tan buenas y hasta superiores en calidad a la de sus mentores. No quiero ponerme a hacer extensas listas porque a esta altura del viernes el tiempo es oro y eso de las listas aburre y resulta redundante. 

Para finalizar quiero mencionar que la película Get Back (2021) con este nuevo corte de Peter Jackson nos muestra a una banda en tres momentos diferentes durante el proceso de creación de su anteúltimo disco que se llamaría Let it be (1970) y que al final fué el último en salir, aunque el último en grabarse haya sido Abbey road (1969). A lo largo de este nuevo corte (muy superador del original de poco menos de dos horas) se los ve distentidos, la mayor parte del tiempo tocando y pasándola bien. Quizás al inicio se sienten más las rispideces. Con un Paul McCartney que apura, que toma las decisiones y que parece hasta cierto el más profesional. Un George Harrison sumiso que acepta a desgano esa nueva capitanía y un John Lennon que llega tarde y parece perdido en sus propios problemas personales. Ringo los mira a todos desde la batería y se lo nota cansado, con ganas de irse a dormir la mona, un poco harto de todo. En esos tirones se ve a un Harrison que se cansa de las directivas de un Paul que al principio no puede contener su enorme egomanía y soberbia. Los mira a todos como diciéndoles que se pongan las pilas, que no sean amateurs, que actúen con responsabilidad. Y el resto lo mira tipo "Ok Paul, lo que digas". Ciertamente no coincido con los analistas de hoy en día que buscan reivindicar la figura de Paul como el mejor Beatle, el más talentoso, el más copado, el verdadero héroe de este lío. Para mí no es nada de eso, sí reconozco que es el único que quiere seguir adelante, pero justamente su posición de nuevo líder, un poco circunstancial por los quilombos personales de Lennon, lo alejó de su banda. Nadie soporta el liderazgo de McCartney, es extremadamente insufrible por momentos y sin embargo, está claro que ninguno sobresale por sobre el resto. Quizás Paul por una cuestión de números pero también es sabido que a George no se le dejaba meter más de dos o tres temas por disco y Lennon estaba en plena separación con Cynthia, nueva relación con Yoko y supongo que su cabeza sería un quilombo. 

Cuando pasa el temblor de Harrison yéndose del grupo harto de todos, viene un hiato. La banda intenta recomponerse. Fracasa el primer intento y al día siguiente se lo ve a Paul al borde del llanto diciendo sólo quedamos dos. Quizás sintiéndose un poco culpable de estropear las relaciones entre el grupo. Vaya uno a saber. Es cierto que es injusto endilgarle la separación de la banda a Paul, lo mismo que a Yoko, pero el propio Paul dice hoy en día que el responsable de la separación fue John. Tiene una necesidad personal muy fuerte de sacarse una culpa que lo atormenta hace años, cuando en realidad, no hay responsables ni necesidad de buscarlos. John Lennon era el verdadero líder nato de la banda, pero el tipo era un bardo en su vida personal. Era el que venía de una familia (que décadas después se conocería como disfuncional) con padres separados, una madre que muere en su adolescencia, una crianza con una tía brava, un embarazo de su novia de barrio, una familia no buscada, y en medio de todo eso, ser el líder de la banda más grande del mundo. El tipo no pudo mantener el timón y se fue dejando pasar por el impetuoso Paul, el niño amado, de alguna manera el "prodigio" y con veraderas ansias de pilotear, pero el resto no lo veía así. George entró por Paul pero se sintió más interesado y atrapado por la personalidad de John que era más picante e interesante como persona. En cambio Paul siempre fue visto como el chico lindo, que hacia bromas infantiles y que se las sabía todas. Lennon no, es un tipo de un humor ácido, por momentos poco comprensible por estar sumergido demasiado en su propio mundo, en sus rayes y locuras. Y George es como el hijo menor de ambos, el niño por el cual se pelean. Un chico de gran talento incipiente pero que los padres le dosifican el talento, no vaya a ser que sean opacados por el mismo. De hecho, uno de los de los mejores momentos de la película es cuando se oye un audio de Lennon y McCartney hablando en un bar. Lennon se hace cargo de la situación que llevo a George a irse, Paul un poco a regañadientes también. Pero por momentos, lo que se discute parece otra cosa. Paul dice que John es el líder de la banda, Lennon responde "no siempre", y Paul admite que se siente el jefe segundo, el que sale a poner el parche cuando Lennon anda perdido en su mundo y de alguna manera es así, por eso el liderazgo de Paul se siente falso, se siente como un maestro suplente, un gran maestro, pero suplente al fin. Los chicos lo quieren más al titular. Paul hace lo que puede y a veces se excede en sus pedidos de prima donna. Nadie se lo banca. Eso significa que es el talentoso y los demás lo envidian? No necesariamente, ese parece más el comentario de algún fan de Paul, o del propio Paul, aunque él sabía bien como eran las cosas. De mayor talento nadie, los tres máximos compositores del grupo eran de enorme talento, y ya sabemos que no existe el talentómetro, sólo los gustos de cada uno. 

Mención aparte para el gran tecladista Billy Preston, quien los había conocido en Hamburgo a principios de los sesentas y los pasó a saludar por el estudio. En verdad se genera un momento mágico cuando llega Preston. Los cuatro se alegran de verlo y se reúnen a su alrededor con grandes sonrisas, contentos de verlo. El tipo sonríe a más no poder y es cosa de lo más natural que se quede a tocar con ellos. El piano eléctrico que aporta le da un soplo de frescura a las canciones de los Fab four que pueden pecar de ser muy británicas en exceso y un teclado con el swing de Preston le da otro color a la banda. Se habla de incorporarlo y todos parecen de acuerdo con eso, excepto Paul que dice ya bastante difícil ponerse de acuerdo entre cuatro... En fin, hubiese sido hermoso que siguieran con Billy Preston como quinto Beatle, pero al menos es casi el único ser de la Tierra que puede jactarse de haber sido (al menos en un disco) en el quinto Beatle. El sólo de teclado en el tema Get BACK es la cosa más cool buena onda de cualquier tema de los Beatles. 

El final del documental ya es historia conocida, tocan en la terraza de Apple dando un mini set con las canciones que venían preparando a lo largo de esas últimas semanas de enero de 1969. Algo casi improvisado, sin avisarle al público, tomando por sorpresa a los peatones Londinenses que reaccionan sin exagerado fanatismo (no quiero pensar como hubiesen sido argentinos). De hecho, hacía tres años que no tocaban en vivo y lejos de ser un suceso celebrado por la comunidad, algunos denuncian el ruido y lo más surrealista fue ver a dos policías (haciendo su triste papel de vigilantes) yendo a pedir que paren con el alboroto, que perturbaban la paz, etc... En fin, la yuta de ayer, hoy y siempre.

Get Back me encantó, reafirmó mi amor por los Beatles que viene desde que era chiquito, mi viejo ponía los discos y andaba pegando saltos y gritos muy loquito con Twist & shout, bailar con All togheter now o lagrimear con Long and winding road. 

Para fanáticos y no tanto de una banda que trasciende a sus nombres propios y que son un pedazo importante de nuestra cultura contemporánea y que en definitiva no le son ajenos a nadie, porque después de todo, son más grandes que Jesús...

Pd 1: Me encanta caundo cae el actor Peter Sellers y John no para de decir boludeces a tal grado que Sellers, un humorista del carajo se va porque no entiende nada de lo que hablan esos pibes. 

pd 2: Amo como sus novias los acompañan en el proceso de creación, hacen la suya, dibujan, sacan fotos, traen a sus hijes, etc...

Pd 3: Me encanta como se molestan entre sí, pero en definitiva, como se cagan de risa y como se quieren, a su modo. 

PD 4: Ringo es el más humilde, el puntual, el más gracioso, y en definitiva, el más querible. 

Pd final: Te amo Beatles. 


viernes, 5 de agosto de 2016

Bernardo


Cuando conocí a Bernardo, el hombre ya era viejo. Mi primera impresión fue la de un señor muy sabio y venerable, que de seguro tendría algún tipo de cargo dentro del grupo. 
Me había acercado con mi padre un sábado a la tarde al grupo scout del barrio, y parecía que se encontraban de reparaciones, por un acto vandálico. 
Salió a nuestro encuentro Bernardo, con la cara llena de polvo y los anteojos con un vidrio roto. Pero su cara era la de un hombre amable y tranquilo. Por entonces yo tendría nueve años. Siete años después yo dejaría de ir al grupo, pero Bernardo estaría igual. Un hombre mayor de edad indefinida. Los años no pasaban para Bernardo, que siempre fué "el viejo". 
Por un par de años no lo vi, y un día me lo crucé, el mismo viejito sonriente de siempre. 
Yo fui creciendo cada vez mas, hasta el día de hoy que tengo algunas canas, estoy mas rellenito, con menos agilidad, ya no hago deporte y ya tuve mis primeros cólicos renales. Claramente estoy creciendo-envejeciendo. Dentro de los parámetros de lo normal claro. 
Hace poco me crucé con un viejo amigo del barrio de mi infancia. Me dijo que se lo cruzó a Bernie. ¿Y que tal? ¿Como está el viejo? Pregunté.
Psé... Igual que siempre. Viejo. 
Y claro, para algunos, el tiempo no pasa.  Yo creo que Bernardo encontró, y es para destacar, la fórmula de la eterna ancianidad. 

sábado, 10 de octubre de 2009

El amor en tiempos de rock


Ella es mi amiga de larga data, y de conversaciones musicales prolongadas. Él es ese tipo de amigo del alma con el que uno conecta de entrada y también es con quien la música y la literatura cobra otro sentido.
Juntos escribieron esta historia de amor:

Un mes sin ella, un mes con ella, y otra vez un mes sin ella.
Luego los meses se van superponiendo como en una danza maquiavélica hacia la muerte.
La etérea no está mas, se fué, se la llevó el viento. Las lágrimas corren por la mejillas de él como dibujando sombras.
El destino recupera lo perdido en algún momento de la vida y vuelve a unir lo que parecía imposible reencontrarse.
Las almas en pena destellan en nueva y alborozada alegría del momento espléndido que vive nuevamente el ser.
Sin pensarlo demasiado se dejan llevar por un nuevo y renovado mar de lágrimas barnizadas con miel, azúcar y un poco de pimienta.
Las uniones letales suelen llevar tiempo oxidarse y corroerse, pero el momento es ahora y nunca. Como bien él sabe, y como dijo el poeta, le toqué un muslo y la muerte le sonrió. Entonces ya no queda mas lugar para las palabras. Sólo espacio para el devenir.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Los hermanos sean unidos...

"...por que esa es la ley primera, si entre hermanos se pelean, los devoran los de afuera".
(Martin Fierro- José Hernández)

"El patriarca no tenía mas que un solo enemigo a quien temer... una juvenil banda de hermanos que convivían en celibato forzoso... horda todavía débil en su puericia, pero que cuando cobrase fuerza con el transcurso del tiempo inevitablemente le arrancaría al tirano paterno, mediante ataques conjuntos repetidos una y otra vez, la mujer y la vida".
(de Atkinson- citado en Tótem y tabú de Freud)

"El pueblo unido jamás será vencido" (Argot popular)
Bueno vamos a hablar de la hermandad, esa unión que nos ata a un ser nacido, por lo general, de los mismos padres que uno. Antes, después o casi al mismo tiempo.
Tener hermanos es algo que sólo lo puede contar aquel que los tiene claro. Es una experiencia única, como así lo es tener padre, madre, amigos, pareja, parientes, etc.

La hermandad es algo que puede decantar en luchas fraticidas terribles por un lugar en el reino (del hogar) a razón de ser el primero y mas querido de los hermanos frente a los ojos del rey padre o reina madre.

Los celos que pueden acompañar el nacimiento del "segundo" hijo puede no sólo generar una rabieta típica sino que puede hasta hacer enfermar de los nervios al hermano que se siente desplazado, y lamentablemente a veces puede terminar en el fin de alguno de ellos o de los dos.

Enfoco esto desde la visión de dos hermanos por que es mi experiencia particular, lo que no significa que no pase con mas hermanos, pero son otras las rencillas, ya que un tercer elemento desbalancea la balanza, valga la redundancia, del afecto de una forma mas equilibrada.

De todos modos no todo es odio y violencia entre hermanos, también pueden darse relaciones quizás buenas, pero casi diplomáticas. En donde cada uno haga la suya, manteniendo una relación correcta, sin peleas, mas que las domésticas típicas, y sin luchas de egos por un lugar privilengiado ante los ojos de los padres.

Perooo, está la buena relación, la que siempre fué buena desde el principio, o que fué madurando hacia buenos términos con el paso de los años y el avance de canas.

Una relación que se convierte en algo mas que una mera vinculación hermano/a-hermano/a, sino que llega a un nivel de amistad. Que a la vez no es la misma amistad que uno tiene con sus amigos, sino que es distinta. Ni mejor ni peor, simplemente diferente. En ella entran cuestiones de confianza ligados a una convivencia por lo general prolongada, y que nos lleva indefectiblemente a conocer cosas del otro de la mas privada intimidad. Así como también mañas, debilidades, gustos, etc.

En una buena relación entre hermanos se comparten salidas, gustos, pasiones (deportivas claro), y quizás hasta amigos comúnes. No sólo la unión filial de los padres que nadie eligió ni elige nunca. Podemos ver como también se puede generar un grado de camaraderia y de complot en contra de los padres, aunque a veces esto se ve diluído ante los propios intereses.

De todos modos, el hermano es un amigo, un confidente, un compañero y alguien que está ahí siempre, presto para que nos de o le demos una mano. Después de todo entre los hermanos se entienden, y además son quienes cuando los padres ya no estén, seguirán aún ahí, más allá de las diferencias de edades, para acompañarnos, antes o después, al último viaje hacia lo desconocido. Amén.
(Hermanos invitados: Los hermanos Koriotto, Los hermanos Macana y los siempre presentes hermanos Hernández y Fernández. Los Karamazov pegaron el faltazo.)