miércoles, 20 de noviembre de 2019

Mormones del espacio exterior (en Florencio Varela)


-Otra vez estos pesados... ¿Que quieren?
-Queremos invitarlo a conocer la Verdad y la Luz.
-La única verdad es que la luz está cada vez más cara.
-Hablamos de la luz interior.
-Miren, gracias, pero no creo...
-Por eso! Nosotros podemos notar que usted ha sido abandonado por su iglesia. Lo que le ofrecemos...
-Escuchen. No quiero ser agresivo, pero me importa un huevo mi iglesia y la de ustedes. Ademas, ¿de donde carajo son?
-Somos Mormones del espacio exterior. La iglesia universal del infinito. Una alternativa para los pobres de espíritu, enfermos de modernidad, de ateísmo, abandonados por iglesias mafiosas y aburguesadas. Con nuestra Iglesia Universal no estará nunca más solo señor. Le aseguramos.
-Miren, mi iglesia será una mierda, pero yo la abandoné porque me chupa un huevo todo lo religioso.
-No, fue la decadencia papal...
-¿Y ustedes? Se aliaron con los gobiernos neoliberales como éste que nos gobierna, que nos rompen el culo a tarifazos. Vayan a joder a otro, adiós.
-Pero ¿y que opina de aquellos que mataron y se enriquecieron en nombre de la Cruz?
-Bueno, si, como digan. De todos modos, no me dejo cooptar por lava cerebros. Gracias!
-Espere! Una cosa más. Le queremos dejar una invitación para uno de nuestros encuentros hoy a las 19. Vamos a mostrarle con cantos y alegría que la Iglesia Universal Mormónica le puede ofrecer a usted y su familia, un futuro en lugares recónditos de la galaxia donde la violencia y la corrupción no existen.
-No me interesa!
-Pero señor, ¿acaso no quiere ver la luz? Usted está en la oscuridad.
-Ok, deme eso y chau!
-Pare de sufrir!

Portazo.

-Y ustedes. Paren de joder.

lunes, 18 de noviembre de 2019

Tango, copeteo y lágrimas en el piringundín





Descangayada va la mina, de títulos prebendarios, amilanados como fuero de pastor,
Sorpresata de Baigorria, su lamento de Picatta, sintiendo el vailoreto de fiel pica flor.

Barlovento de bufarra, piojosa la mina canta, yira la noche porteña de tango cantador,
sube la fiebre percanta, a toda la pícara monada, viaja lejos el bandoneón del viejo dolor.

Que animosidad se siente por la sordera, del que vuela a lo gallina como pájaro cantor,
suricata de milonga, tristeza de sarlanga, tómese una petaca de tres moños La flor.

Ahora que los paisanos, le entraron fuerte a los piringundines, se siente la lata de tarde calor,
todos los yutas y canas, se van corriendo de susto, pinto el copeteo alegre en mi barrio, señor.



martes, 12 de noviembre de 2019

Novelas argentinas de los 90's

Pensando en literatura argentina de los noventas; vaya aquí un listado inocuo y completamente caprichoso de sus novelas más características, y con esto me refiero más que nada y sobre todo en aquellas mas representativas de la época. Por juventud, afinidad con los 90s, temas y sentido de época y pertenencia. O simplemente porque me gustaron o las creo únicas e icónicas. 
Bueno, basta de tanta cháchara y vaya aquí mi top ten de novelas argentinas de los noventas:

Puesto número 10: LA MUERTE COMO EFECTO SECUNDARIO- (1997)- Ana Maria Shua
Especie de novela de ciencia ficción "futurista", esta extraña novela de la ya consagrada autora argentina, tiene ese hálito de oscuridad y desesperanza, tan caro a la década en cuestión, jugando con un género de por sí vilipendiado en los 90's por demasiado escapista e imaginativo. Pero, aunque cuesta conseguirla, vale la pena leerla. 

9: EL AMPARO- (1994)- Gustavo Ferreyra
Quizás la más rara de toda la selección, El Amparo genera extrañamiento en el lector, tanto por su descabellada e increíble trama, como por la aspereza de los personajes. Con algo del mensaje Kafkeano a cuestas y un vislumbre de Hesse y Bulwer Lytton, este libro vale por todo lo escrito por el autor. 

8: UN AÑO SIN AMOR- (1998)- Pablo Perez
Una novela de amor y desamor. Novela iniciática (para el autor). De golpe tremendo. Escrita a modo de diario íntimo, el autor va describiendo las vicisitudes de un hombre con VIH en la cruda Buenos Aires de mediados de los 90s. Doctores, amigos que ya no están, el dolor y la indiferencia a ese familiar raro, distinto, gay, lascivo, enfermo. Notable debut literario. 

7: EL FARMER- (1996)- Andrés Rivera
Increíble fresco histórico literario, El Farmer es un retrato íntimo acerca del ocaso de Juan Manuel de Rosas, exiliado en la campiña inglesa. Su soledad, los recuerdos, las discusiones con él mismo. Su sentimiento de culpa y reproche a la vez. El enojo por la traición y la patria como el recuerdo de un paraíso perdido donde se supo amo y señor. Quizás, como el puesto número 10, yendo a contramano de un ímpetu literario que apuntaba a cualquier lado menos al revisionismo histórico, la novela de Rivera juega con la imaginación y con la historia argentina en menos de cien páginas de manera única y magistral. 

6: EL TRADUCTOR- (1998)- Salvador Benesdra
Novela de culto, ineludible cuando hablamos de literatura argentina de la década del noventa. Mientras la política argentina rifaba el sentimiento patriótico en beneficio de una visión globalista, sin política ni banderas, Benesdra se ríe de todo. Del neoliberalismo imperante y su intento de borrar la historia, como a la vez de la sensibilidad progre en ésta, una verdadera obra maestra, larga, agotadora y extensa novela de culto noventosa. 

5: LA LIEBRE- (1991)- César Aira
Otra ineludible novela es la archi mega clásica La Liebre de Aira. Otra vez Rosas (ese fetiche argentino decimonónico del poder caudillesco y prócer de la soberanía nacional), aquí en un retrato un poco menos "biográfico" que en El Farmer de Rivera, y en cambio, bien al estilo Aireano, mucho más satírico y ácido. ¿Delirante y controversial? Todo cabe en la cabeza de C. Aira. 

4: EL MAL MENOR- (1996)- Charlie Feiling
Otro de los "malditos" de la década del '90, junto quizás con Benesdra y Baron Biza, aunque la muerte de Feiling sea más una mala pasada del destino que un oscuro sentido de la vida, Charlie también era un escritor que, como Benesdra y Baron Biza, tenía un agudo sentido del humor, gran talento literario y una prosa entre mordaz y corrosiva. El Mal menor, "novelita" también de culto, narra las vicisitudes de una mujer, acosada entre el sexo y la adicción (tan noventosa) a la cocaína y terribles visiones de seres espantosos, portales horribles y mundos fantasmagóricos. Muy recomendable. Espero con ansias una buena adaptación para Netflix. 

3: EL GUSANO MÁXIMO DE LA VIDA MISMA- (1999)- Alberto Laiseca
Algunos se preguntaran porqué elegir ésta novela tan buena como bizarra siendo que un año antes se publicó la obra magna de su autor LOS SORIAS. La respuesta es tan lógica como insulsa. Los Sorias es una novela escrita más entre los setentas y ochentas, y que por dilaciones editoriales terminó publicada en el '98. Pero no la considero una novela noventera por excelencia. Tanto Laiseca, como Rivera o Shua, son autores que ya venían de décadas anteriores, pero hice la excepción de incluirlos en la lista porque sus historias me parecen muy a tono con los tiempos. La novela de Laiseca reúne todo lo que identificaba a la década. Sexo, drogas, sida, vejaciones, delirio, locura, monstruos, mondo bizarro, tiro lío y cosha golda. Sobre todo, cosha golda.

2: EL DESIERTO Y SU SEMILLA- (1998)- Jorge Baron biza
De todas las mencionadas, a mi gusto es la mejor. La historia, tan increíble como real, contada de una forma simple y perfecta. La historia de los Baron Biza. La clásica familia patricia caída en desgracia, decadentes, arrogantes, perdidos. El padre femicida, la madre destruida, el hijo que acompaña, que es testigo, cómplice y narrador de un tragedia familiar que terminaría por engullirlo a poco de publicarse la novela. Otra obra de una calidad literaria superlativa. 

1: BAJAR ES LO PEOR- (1995)- Mariana Enriquez
Otra novela de iniciación como la de Pablo Perez. Autores jóvenes que arrimaban el bochín por primera vez en un mundo literario gobernado por hombres rudos y fuertes o traumados y alienados sociales. Ni Enriquez ni Perez tienen ese nivel de pretención. Son la literatura del mañana, del futuro, del hoy. Su novelas, quizás las más sencillas en cuanto a recursos estilísticos son, a la vez, las novelas más genuinas de todas las de una década tremenda como lo fue la de los '90, donde el recambio generacional era tremendo. La novela de Enriquez puede parecer ingenua al lado de obras como El traductor o El desierto y su semilla, sin embargo, es la voz de la juventud de los noventas, la voz que te cuenta de la manera más genuina que son ellos, los pibes, los jóvenes, los que mejor entienden la década. Porque, al menos desde la década del cincuenta hasta acá, a cada década, al identidad más fuerte y poderosa se la da la juventud. Celebro la ópera prima de la joven Mariana, con sus gays, vampiros, drogas, sexo, en una Buenos Aires densa y real como una ciudad Gótica tercermundista.

Otras novelas notables que debo mencionar son:
-Plata quemada- Ricardo Piglia (1997)
-Santa Evita- Tomás Eloy Martinez (1995)
-Vivir afuera- Fogwill (1998)
-La pesquisa- J J Saer (1994)
-El ojo de la patria- Osvaldo Soriano (1992)
-Crónica de un iniciado- Abelardo Castillo (1991)
-El petiso orejudo- Maria Moreno (1994)
-No sé si casarme o comprarme un perro- Paula Perez Alonso (1995)
-El fin de la historia- Liliana Heker (1996)
-Mudanzas- Hebe Uhart (1995)

Se podría hacer otro top diez más, porque lo que no falta en Argentina es talento. Por suerte.