
Muchos son los filósofos, filólogos y demás pensadores gestadores de la camorra y la ignominia han dejado en claro que el estudio del cuerpo como lugar de sujeción, como lugar donde ejercer violencia no sólo física sino simbólica, o también como lugar de disciplinamiento desde la infancia.
Un clásico ejemplo es el que da Michel Foucault en su clásico libro del pensamiento contemporáneo Vigilar y castigar, donde da entre otros el ejemplo de la ortopedia como método correctivo de las "distorsiones" humanas de nacimiento, encauzando al sujeto por el lado y la forma correcta.
El otro día veía una foto del Che, muerto, en una camilla, rodeado de soldados, coroneles y periodistas bolivianos, luego de su fusilamiento.
La exhibición de su cuerpo servía como "ejemplo" para otros, para que vieran como terminaban los guerrilleros, sobre todo EL guerrillero.
El cuerpo entonces enmarcado como una postal del ejemplo, no pudo dejarme de hacer acordar a La clase de anatomía del dr. Tulp, un cuadro de Rembrandt, pintor holandés del siglo 17, que se destacó mucho por sus claroscuros en sus pinturas y cierta crudeza en sus representaciones.
En dicho cuadro se muestra un disección de un cuerpo humano, no tanto en función de autopsia en una morgue, sino mas bien de una especie de clase con el cuerpo de un muerto.Como podemos ver ninguno de los doctores mira el cuerpo, es solo un objeto, es el iluminismo, es la era de la razón, del hombre visto en su sentido mas utilitario y técnico. Es el comienzo de la temprana modernidad.
En cambio en la foto del Che fusilado, vemos que no lo miran mucho tampoco, es un trofeo, el sentido es enseñar, pero no la anatomía humana, sino la derrota humana en el campo de las ambiciones del idealismo.
Ya no hay nada que aprender, que descubrir nada nuevo, al contrario, solo nos enseñan que ya esta todo perdido, que ya no se puede luchar contra un sistema super instituido. Es el fin del modernismo, el fin del idealismo, el fin del hombre.
