lunes, 22 de noviembre de 2021

Necesito

Necesito romper con la inercia pandémica que me dejó tirado en un rincón del cuarto como a perro malo.

Necesito verte antes que sea demasiado tarde, casi son las tres...

Necesito que ani me de bola otra vez, como hace 10 años atrás...

Necesito bajarte los humos porque en Agronomía ya no crece el yasmín...

Necesito comer tu magdalena dulce, esa que el mar trajo hasta mi...

Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza...

Necesito que Melona me devuelva mi libro de Roble. (Entre villa ballestereanos se entienden...)

Necesito que reviva Kurt Cobain para que me cante Lounge act a los gritos en mi oído izquierdo, el perrozoso de casa...

Necesito un limonero real para convencer a Vero que se equivocó, que quizás no soy de la nobleza pero puedo nombrarte mi...

Natalia Ruiza era una gurisa de alta alcurnia, como la alfi, la valle y la eusebi...

Yo siempre fui un campesino que toca mal la guitarra, canta como perro y ama demasiado mal, demasiado enamorado, demasiado todo...

Que tonto fuí, se rió de mí...

Necesito ser el que tengo que ser, el que vine a ser, y el que destinado a ser, tengo que ser...

Así, si no, a quien puedo convencer?

Necesito. 

Pd: rubia polaca, dejo mi esposa vos dejá tu marido.


jueves, 11 de noviembre de 2021

Oda a Severin Graves

Dejame que ilumine tu triste corazón, Severin Graves. 

Desde las estepas de Rusia, pasando por las praderas de Ohio...

Hasta llegar a la Pampa húmeda, donde me encuentro sumergido en mi idiosincrática miseria de clase media venida a menos. 

Yo sé que todos embadurnan los rincones más profundos de tu alma. 

¿Que puedo hacer yo con mis ganas? Soy un mosquito chiquito que pica suavesito. 

Severin Graves es todo lo que yo no tengo. Charme, encanto, sensualidad, deseo, atracción, fatalismo. 

Ya quisiera recorrer tus blancos muslos con mi boca pinchuda. 

Lamer tu corazón es lo que quiero, para acabar para siempre con esta agonía que me destruye desde que soy un niño y abrazaba a las almohadas con desesperada indecencia. 

¿Soy quizás un neurótico incurable? ¿Soy un esquizoide del siglo veintiuno? Y que importa, que carajos importa lo que soy. 

Tengo una agonía de amor que no puedo refrenar. Te necesito Severin Graves. Necesito de tus locuras para lograr mi estabilidad. Soy egoista pero, ¿quien no lo es acaso?

No puedo vivir sin tus susurros en el oído, sin tus caricias en la oscuridad pidiendome que te haga el amorsito como mejor se pueda. 

Suave, y luego fuerte, diría la buena de Marjorie Bouvier. 

Me aplasta pensar que siempre vivo esperando a mi Guilmar, que aparece a veces y luego se va, como las olas del mar. Se retrae, se contrae, me esquiva. Y yo sufro porque tengo ansiedad. Tengo angustia. Tengo impaciencia. Me desespero y no me puedo controlar. 

Estallo por todos lados. Odio al mundo porque el mundo me da la espalda. Me niega lo único que necesito, amor, amor, amor y más amor. 

Yo necesito amor, dijo Kinski. Y nos preguntamos ¿quien no?

Ahora Severin Graves vive en mis sueños por las húmedas noches de insomnio. 

Todavía huelo sus tatuajes impregnados en el corazón de mi vieja almohada.