sábado, 18 de septiembre de 2021

Vindicación de la fecha por el día internacional del bajista

Desde hace un tiempito a esta parte, todos los 18 de septiembre, se celebra (o conmemmora) el día internacional del bajista. ¿Por qué esta fecha y no, no sé, el 17 de septiembre, o el 15 de agosto? Bueno, porque el 18 de septiembre se conmemora también el nacimiento de un bajista ¿De quién? ¿Jaco Pastorius? ¿John Entwistle? ¿Pedro Aznar? No amigues, el 18 de septiembre se conmemora el nacimiento de, ni más ni menos, que el afamado Douglas Glenn Colvin, más conocido como Dee Dee Ramone. Sí, Dee Dee Ramone. Y acá es donde vindicamos esta fecha. O mejor dicho, la reivindicamos.

Cuando uno escucha acerca de que existe el día del bajista se tiende a pensar que va a ser la fecha de nacimiento del mejor bajista del mundo, o del primer bajista famoso, o el primero que usó un bajo eléctrico, o el más influyente, o simplemente un bajista icónico y popular. A la mente se me vienen varios nombres desde los mencionados Jaco y Entwistle, pasando por Billy Sheehan, Flea, Marcus Miller o el mismísimo Paul McCartney. Cualquiera de estos susodichos estaría perfecto. 

(Mención aparte para varias mujeres bajistas como Kim Gordon, Suzi Quatro, Gail Ann Dorsey o Gabriela Martinez y Maria Fernanda Aldana acá en Argentina, por citar sólo algunas de las más famosas e icónicas, a las cuales habría que dedicarles un post entero por varias razones). 

La cuestión es que, para mí, romperse la cabeza con quién debería ser elegida/o por el día del bajista es incómodo, anti democrático y bastante arbitrario. Como dije antes, hay como cinco o diez personas que bien podrían ser el mejor bajista del mundo (si no preguntenle al youtuber Davie504). Nadie se pondría de acuerdo. Si, por ejemplo, para el día del guitarrista se tomara el día del nacimiento de Jimi Hendrix, no faltarían los miles y miles de usuarios que pondrían el grito en el cielo aduciendo que hay miles de guitarristas mejores técnicamente como Satriani, Vai, Malmsteen, Van Halen, etc, etc. El debate sería eterno. Basta ver a la maldita revista Rolling Stone y sus estúpidas listas de los mejores esto, los mejores aquello, para ver como en realidad nunca hay concenso con nada. Cada uno tendrá su mejor músico o disco o banda de preferencia cosa que tendrá que ver con sus gustos y/o resonancias, y en la mayoría de los casos sería válida su elección. 

Pero con los bajistas pareciera que se corrió de eje el hecho de elegir al Mejor, o más Influyente, Más esto o Más aquello y en cambio, se optó por una elección rara, extraña y deforme como el propio elegido. Está más que claro que el gran Dee Dee Ramone (mayor compositor de la banda Los Ramones) no era el mejor bajista, no era buen cantante, ni creo que haya sido el más popular o icónico y tampoco el más influyente. Pero algo sí fue: era bajista. Punto. ¿Y  eso qué? Preguntaran los puritanos de las cuatro cuerdas. Y yo diré nada, es todo, pero es suficiente. Dee Dee era un bajista básico. Marcaba las notas con mayor o menor precisión que cualquier otro, pero tocó en los Ramones y de alguna manera ejerció una influencia fundamental para el mundo bajístico y es: Todos podemos tocar. ¿Todos podemos ser buenos? No, pero podemos intentarlo, podemos agarrar un bajo y tocar con nuestros amigos, en un acto de absoluta caradurez porque ¿quién dijo que tenemos que ser los mejores? No siempre se puede ser el mejor y ni siquiera aspirar a serlo. La elección de Dee Dee es pertinente porque engloba a todos los bajistas del mundo. Si uno elige a uno de los bajistas más básicos del mundo del rock y a uno de esos que nos inspiran a animarnos a tocar (más allá de nuestras falencias técnicas), esa es un elección que sirve. Cualquier otra elección sería el capricho de un periodista o la elección complaciente de un editor. Y estamos cansados de los clishés. En cambio poner a Dee Dee en lo alto es una elección arriesgada, poco esperable y sobremanera pertinente. 

Confieso que cuando me enteré que el día del bajista internacional era por Dee Dee me sorprendió. Y es que al principio me pareció bastante absurdo. Es como si el "día del futbolista argentinx" fuera por el cumpleaños del colorado MacAllister (un defensor rústico del Boca de los 90s). Pero luego me quedé dándole vueltas al asunto y más aún cuando leía la manifiesta indignación en las redes de varios bajistas consagrados y respetados de mi país, tipos a los que admiro, por su habilidad y musicalidad. Pero tanta queja me hizo ruido. Pensé ¿que esperaban? ¿Lo obvio? Elegir a Jaco Pastorius hubiera sido más pertinente sí, en principio, pero después te das cuenta que es una elección elitista, que nadie o casi nadie puede tocar o aspirar a tocar como él, casi nadie nace o adquiere esa habilidad técnica o trae consigo esos dones y talentos. ¿Cual es la idea? ¿Celebrar que a todos nos gusta la música y quisieramos ser músicos pero en realidad no vamos a poder serlo? En esta cultura exitista donde todo el tiempo se premia al "mejor esto" al "mejor aquello", lo que hacemos en realidad es alimentar la cultura de la frustración y por ende, una sociedad de personas insatisfechas que se odian porque no pueden ser los mejores en nada. El resultado es espantoso y está a la vista de todos. 

Dee Dee es la elección razonable, no es la más, no es la mejor, pero sí es una elección que engloba a todos aquellos que tocan el bajo, desde los que recién comienzan hasta arriba, hasta donde sea que esté el límite de la excelencia para cada uno. Cosa que ya es una elección personal. Por el mismo hecho de estar en la base de la pirámide, Dee Dee nos sostiene a todes. 

Gracias Dee Dee y Felíz día!

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Tonterías


 "La única palabra que tienen en común los exitosos: la usan desde Elon Musk hasta las Kardashian"

 www.cronista.com Esa palabra puede encontrarse en el bolsillo de la dama o la cartera del caballero. Es una palabra roja. Con un olor mezcla de porro y de betún. La palabra mágica por excelencia, es una palabra que vuela en motocicleta y viaja por el espacio sideral, como la nave de los locos, de Einsestein. La palabra es un verbo, pero no es AMAR. Porque el amor está malentendido. Cada cual tiene su teoría personal de que es el amor, no hay consenso. En cambio, esta palabra sí tiene un consenso general, para la farsa actual, teatro-anti-disturbio. En todo este asunto hay mucho barrilete encendido. No tenemos libertad para escribir lo que queremos, pero la palabra es la palabra. No es la palabra de Dios, te alabámos señor. Avalado sea Deimon. Estamos en los márgenes del mundo futuro, estamos al borde de transgredir uan norma muy común en la humanidad, respetar el silencio. La palabra la usan desde Elon Musk, un androide millonario, creado por Steve Jobs, que se ha obsesionado tanto con las novelas de ciencia ficción que escribieron algunos locos de la segunda mitad del siglo veinte, que ahora Musk, quiere salir a hacerle el amorsito a las estrellas. Pero las estrellas no se andan con chiquitas. Ellas sólo quieren el universal. ¿Estamos en problemas como civilización? Si, de hecho ya hay un contingente de alienígenas en camino, prestos a quitarnos este hermoso planeta. Por giles, por no cuidar un carajo. Pero Musk tiene la palabra esa, que la usa sin ton ni son. No la sabe usar. Es como puso una chica en facebook "algunos hombres no saben usar la pija". Bueno, acá es algo parecido. Musk no sabe usar LA PALABRA. Te avalamos Señor de la guerra y de los ejercicios matemáticos extremos. Pero las Kardashians, (que no sé quienes carajo son), parece que no sólo saben usar la palabrita esta, si no que además, ellas (que en mi imaginación son una especie de "gemelas fantásticas, activense") son las verdaderas genias que controlan a todos los poderes fácticos del mundo. Son hijas del poder real, son hijas de todos aquellos transas humanoides que vienen manipulando y controlando a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Ellas tienen tanta impunidad y poder que hasta se dan el lujo de salir a poner la jeta por toda la farándula mundial y lograr ese sueño que tenemos todos los megalómanos, que un millón de manos nos aplaudan como focas muy contentas, esperando por una nueva sardina. Pero las Kardashians palidecen ante el poder universal que se acerca en naves de hormigón, surcando la galaxia del hombre (y de la mujer). Porque, ¿que somos los hombres sin las mujeres? Nada, pelusa de ombligo. Tierra abajo del asiento. ¿Eso nos hace inferiores? No, sólo que debemos darle al César lo que es del Cesar. Y no me refiero acá al señor César Masetti, gran conductor de Telenoche. Porque, después de todo, nos hemos ido por las ramas. Lo que importa es la palabra, y la cerveza, dijo nunca Pedemontti. La palabra que todos los exitosos del mundo usan como un mantra eterno, como una clave secreta del éxito es... Batracio.