martes, 8 de enero de 2008

Long Hot Summer Night...


Hace calor, hace calor, y mi ganas de escribir son inversamente proporcionales a estar bajo la ducha para luego, todo mojado estar frente al ventilador y agarrarme una pulmonía que me impida mañana ir a trabajar al sol del fétido horno anti-humano que es el centro de la city porteña.
Por eso digo que.. es solo rock and roll pero me gusta, digo no, que al son de esta maravillosa canción de Hendrix (la que le da nombre a la entrada) y de otras que vienen después en el disco Electric lady land, ese maravilloso disco del año 68', pienso que bueno estar escuchando lo mismo, pero con 20 grados menos de calor o al menos en una playa del caribe en una hamaca guarapa, tomando coco con una pajita y siendo abanicado ...
Pero la cuestión es que hoy estaba en el laburo y estaba haciendo lo mío, archivando cosas, etc, y demás quehaceres laborables cuando se me dió poner Hendrix, en la oficina estaban a full con la marcha y en exceso mezclada con una dosis de calor espeso como el de hoy hacen una combinación que al menos te da una jaqueca (jaja graciosa palabra) del coño (jaja otra).
Cuestión que este impulso que me surgió de adentro como una necesidad interior fué algo indomeñable dándome un breve respiro de buena música ya que luego, como soy nuevo, volvieron a poner música electrónica, lo cual esta todo bien pero si me dan para que elija me quedo con lo analógico retro, cosecha entre los años 60s y 80s, con excepción de raras excepciones claro.
Escuché un poco de Hey joe, ese eterno tema de blues interpretado como nadie por Hendrix, aunque yo quería escuchar Burning midnight lamp, aunque su estilo altamente psicodélico hubiese logrado que tenga que sacarlo antes de que termine el tema.
La verdad que escribo esto por dos razones, una que no tengo ganas de escribir algo muy comprometedor y lo cual me haga pensar mucho, (mi ensayo sobre el superhombre Nietzscheano, el ello Freudiano, y lo dionisíaco queda pospuesto momentaneamente hasta que mis neuronas se enfríen y respiren un poco, descomprimendose y despegoteandose producto de este calor que a dejó como si fueran una masa informe de fideos pasados y pegoteados).
La otra razón es que aprovecho esta anécdota cuasi delirante y deforme para expresar que Jimi Hendrix (aquel negro del eterno pelo afro y ropas de hippie de feria) fué y será el mejor guitarrista de rock de todos los tiempos, he dicho.

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