domingo, 31 de diciembre de 2023

Temporada de birras (24)

Final en tres partes

Durante la semana previa y posterior a Navidad, Nico estuvo de maravilla viviendo su nuevo romance con Jazmín, que le llenaba los rincos más oscuros del alma. Hacía tiempo que Nico no se sentía tan renovado con una relación. Y que no vivía todas aquellas cosas que vivían los amantes noveles. Alegría, ansiedad, afecto desmedido. En Navidad Jazmín se fue a Bariloche a pasarlo con unas amigas. Durante esos días, se escribían casi constantemente, como necesitados del amor del otro. Ella le mandaba fotos de galletitas navideñas y él le ponía corazoncitos. Eran dos pavotes avainillados al máximo y lo sabían y disfrutaban sin culpa. No había peleas, no había cinismo ni relaciones neuróticas, todo era puro devenir. Male había desaparecido. Jazmín apenas volvió de su viaje fue a su casa a dormir y se pusieron a tocar la guitarra. Luego Nico hizo unos fideitos, hicieron el amor y durmieron plácidamente. Al día siguiente, llovió y bajó la temperatura. Nico le regaló un buzo y la acompañó a tomarse el colectivo. Estaba todo bien, eran felices pero ¿las cosas pretendían seguir así? A dos días del fin de año Male lo llamó. Ese día él se mudaba pero una poderosa tormenta atrasó los planes para el 31. Nico le dijo que era su última noche ahí ya que al haberse quedado sin trabajo debería volver a la casa materna. Male le dijo que lo quería ver. Nico no pudo decirle que no. Male llegó y fueron al kiosco a comprar forros. Una vez en la casa cogieron mecánicamente y por un momento se sintieron compenetrados nuevamente. Había algo en Male que parecía inextinguible respecto algo que los unía. A la mañana siguiente llegó el camión de mudanza y al bajarles a abrir, Male se alejó no sn antes besarlo fuertemente. Parecía que de eso se trataba la novela El largo adiós, una historia de amor que terminó y en donde los amantes no terminan de despedirse nunca. Nico volvió a sus asuntos al tratar de dirigir a los changarines que pocas ganas tenían de laburar un 31 de diciembre. A uno se le cayó la cpu a la que se le rompió el reproductor de cd´s. Chau los seiscientos cincuenta cd´s, que la fuerza los acompañe. Cuando todo estuvo embalado, Nico tomó su bici y encaró a la vieja casa materna de Almagro. Su madre ya se había ido el día anterior a Mar del plata para pasar año nuevo con su hermana. Nico se instaló otra vez ahí, donde después de seis años de la "Odisea Male" volvía un poco con el rabo entre las patas. Pero no tenía tiempo de sentir verguenza, aún no. Todavía le quedaba un changuí del verano con aquella casa solo para él. Esa noche Jazmín pasaba año nuevo con sus padres, Male le dijo algo así como que lo pasaba con una amiga, y Nico tenía una invitación para pasarlo en la casa del novio de su amiga La Rula. El Colo se preparó nomás para una noche con grandes expectativas, nunca se sabe que le podía deparar el futuro. La vida es una fábrica de chocolates ¿no? Nico llevó un pionono (marca registrada) que casi nadie probó, pero que fue un éxito para él mismo. Esa noche hubo baile, fiesta, rock, porro y cerveza a mansalva. A las doce fueron a brindar y ver los fuegos artificiales a la terraza de aquella casona de Colegiales. Mientras bebía su champagne pensó en sus chicas. Le mandó un saludo a Jazmín que se lo correspondió amigablemente. Luego a Male que tardó en responder y cuando lo hizo fuecon una voz de ultratumba. Nico dijo ok, que la fuerza te acompañe querida ex novia. Y miró al cielo y las estrellas, confiado en que aquel 2020 encontraría finalmente el éxito tanto tiempo postergado. 

El 2 de enero, escuchó la canción clásica del flaco que habla de ese día. A la tarde se juntó con Jazmín para andar en bici y luego de chapar en el pasto del parque centenario hasta el anochecer, se fueron a la casa de Nico. Jazmín parecía cada día más enamorada de Nicolás, lo notaba por las lágrimas que vertía y su mirada al hacer el amor. Nico también se estaba enamorando, pero bastaba que pensara en eso para que el destino lo volviera a poner contra las cuerdas. En medio de aquella noche en que veían que cocinarse, Male llamó a Nico, poniéndolo en una situación incómoda. Ella lo llamó en modo Male, pasada de rosca. Nico no estaba para eso y un poco la descartó ahí nomás. Pero todo eso lo dejaba intranquilo. Jazmín, que era de esas mujeres intuitivas, le preguntó quién era y él, para no guardar secretos le dijo que su ex. Le dijo que andaba mal y necesitaba hablar con él. ¿Y no tiene a alguien más? Fue la ruda respuesta de Jazz... A Nico le molestó eso y le dijo que no, sólo lo tiene a él. Hubo un momento de incomodidad que finalmente pudieron sortear. Después de que Jazmín se fué a su casa el día siguiente, Nico sintiéndose culpable llamó a Male para preguntarle como estaba. Male le enrostró su sentimiento de culpa. Nico aceptó la observación y le dijo que podía repararlo. Male le pidió que fuera a la casa y le ayudara a preparar sus cosas ya que estaba a punto de la gran mudanza que la depositaría de una vez y por todas fuera de su alcance. Nico lo dudó, porque eso sabía a donde llevaba y la verdad no le hacía bien andar jugando a dos puntas. Era divertido verse con dos chicas hasta que empezaban los nervios y la ansiedad, más la culpa de engañarlas a ambas. Pero Nico no podía evitar sentirse muy bien teniendo algo así como "dos novias", le hacía sentirse amado y deseado, algo irresistible. Además, sabía que eran los últimos días de Male en CABA y que ahora sí, habían llegado a la despedida final. Nico sentía la necesidad de terminar bien esos seis años de relación más intensa que había tenido en su vida. Cuando llegó a la casa de Male, muchas cosas estaban mal embaladas y era todo bastante caótico. Nico, un poco más disciplinado y organizado se puso a poner las cosas en orden, embalar espejos y demás cosas sensibles. Dentro de pocos días, de todos modos, llegaría el padre de Male para ayudarla con la mudanza y apartarla para siempre de Baires y Nicolás... No les quedaba mucho tiempo. Esa tarde se pusieron a tratar de organizar todo y dejar las cosas mas o menos en orden. Luego ella fué a su cama y se levantó la pollera sin bombacha para que Nicolás la poseyera ahí nomás. Se pusieron a coger fuerte y a él se le quedó el forro dentro de ella. Casi como si fuera la frutilla del postre de toda su relación. Embarazos no buscados no tan no buscados. Salieron rápidamente a compar la pastilla del día después a una farmacia. Luego, ya vueltos al depto, Nico comenzó a mensajes de Jazz, que le preguntaba en que andaba. Nico se puso absurdamente nervioso y trató de dilatar la contestación pero Jazmín estaba insistente. Casi como si sospechara algo. Nico le dijo que estaba intentando dormir la siesta. Male le clavaba los ojos y le preguntaba que con quién se escribía. Nico escurrió el bulto de que se escribía con Fede, su viejo amigo de la primaria. Niguna creyó las mentiras mal armadas de Nicolás que comenzaba a entender lo difícil de mantener un engaño de ese tipo. Nico dejó de contestar el celu y se abocó a estar con Male. Pasaron la noche juntos y el día siguiente también. Se fueron a comer al barrio chino y Male, fingiendo demencia, le decía que algún día se lo llevaría a recorrer el mundo con ella. La fantasía de la pareja de eternos enamorados seguía latente, en la cabeza de los dos. Compraron algunas tonterías, unas latas de jugos raros, un sombrero de paja chino, y comieron en un restaurante como último almuerzo. Después se fueron a la casa de él y pasaron la última (accidentada) noche juntos. Se pelearon por qué es lo que iban a ver (para recordar viejas épocas) y ella le dijo a Nicolás que se calmara, que era su últma noche juntos. Nico se rescató e hicieron el amor por última vez. Al día siguiente, se fueron caminando hasta la casa de ella y en la puerta del edificio se despidieron a llanto pelado. Nunca más se volverían a ver...

En los días siguientes Nico intentó olvidar "el asunto Male", trató de abocarse a Jazmín pero pronto se dió cuenta que nada era tan fácil. Como si Jazmín se hubiese enterado de todo, en esos días que Nico anduvo medio desconectado, las sospechas parecían recaer sobre él. Jazmín estaba más distante y desconfiada. Nico trató de convencerla para verse más seguido pero ella anteponía de trabajo (Maestra mayor de obras) ante las ahora ridículas necesidades afectivas de él. Pero le dió una oportunidad: irse un finde a una cabaña en Tigre. A Nico le gustaba la idea, pero luego de ver algunos precios se lo pensó mejor y le dijo que no quería incurrir en grandes gastos estando sin laburo. Además, los fines de semana veía a su hijo y eso no lo iba a cambiar. Para finiquitar el malestar, Nico tenía programado irse con su retoño a Mardel donde su tía y madre los esperaban. Y encima, antes de irse, Nico se fue a un recital en el Konex de homenaje al flaco y le dijo a Jazz pocos días antes de ir. Jazzy se enfadó o al menos se mostró contrariada con él porque sentía que no la incluía en ningún plan. A Nico le costaba ver esto porque venía de un tipo de relación distinta y porque además sentía que era demasiado pronto para que se contrariara así. Pero lo que no sabía Nico es que nunca es muy temprano para nada. Él se había agarrado de la idea de que a ella mucho no le gustaba la música de Luis, entonces no tenía sentido llevarla. Pero le dijo que fuera si quería, que la entrada estaba tanto. Ella no le respondió, esperando tal vez una invitación de su parte. Nico lo pensó pero nuevamente le pareció que no estaba para grandes gastos. No se vieron en esos días antes de irse a La Feliz, y Nico sentía que la relación se enfriaba pero tenía la cabeza en otro lado. Cuando llegaron a Mardel, Nico estaba feliz de haber vuelto a su segundo hogar. En la primera mañana que estuvo ahí le escribió a Male para decirle que había llegado, que si quería verlo. Pero Male le dijo que no, que disfrutara sus vacaciones con su hijo y eso es todo. Male terminó teniendo el último acto de dignidad en la relación y Nico tuvo que aprender la lección. Después se dedicó a disfrutar de sus vacaciones y pasarla bien. De hecho la pasó tan bien que excepto por dos o tres ocasiones, casi no se escribió con Jazz. Al volver a Buenos Aires en el tren le dijo que ya estaba de regreso, que si quería verlo. Pero Jazz le dijo que no, que casi no se habían hablado en sus vacaciones y que sentía que algo se había apagado. Nico se excusó de mil maneras e intentó que lo perdonara, que le diera otra oportunindad. Ella le dijo que se venía sintiendo así desde antes de que él se fuera de viaje. Nico le dijo que para el problema era que habían empezado muy arriba en intensidad y que después bajó porque todo lo que sube, tiene que bajar. Pero que no era por falta de interés en ella. Al final, lo aceptó de vuelta, pero esas semanas siguientes ya no fueron lo mismo. Cada vez que Nico se iba de boca y criticaba la forma de tocar la guitarra de ella, o de alguna canción de la Bertoldi, Jazz parecía anotar en una libretita invisible "un punto menos". Nico apenas se dió cuenta en el momento, pero cuando una vez él le dijo de verse y ella le dijo que no podía porque salía con sus primas, la cosa se puso peor. Y peor aún fué cuando él, insistente le contesto Ok, bueno, ¿y mañana?... Jazmín ya no le contesto más los mensajes. Nico aceptó en el momento que le acababan de cortar de una manera informal o poco tradicional que después se enteraría que se llama Ghosteo (del inglés Ghost= fantasma, o sea Fantasmear) ir desapareciendo de a poco sin dar ninguna explicación. Nico se sintió dolido ante su primer ghosting, le pareció algo sin códigos, muy de estos tiempos. Pero casi no tuvo tiempo para pensar más en eso; a las pocas semanas explotó la pandemia de Covid y comenzó una vida nueva para todos. En ese período, intentó hablarle a Jazz, cuando a finales del 2020 se había levantado la cuarentea, pero le contestó seca y cortante. No le dió cabida. Lo intentó una vez más y otra vez lo mismo. Nico se hartó y la eliminó de su Instagram, cosa que ella nunca había hecho por alguna extraña razón. Con Male la cosa fue diferente. Después de ese contacto donde ella le dijo que prefería no verlo, ella lo llamó en plena pandemia. Lloraron por teléfono, se dijeron que se amaban, él juró ir a su casa a buscarla. Pero ante los casos de desaparición de personas en cuarentena, Nico se quedó en el molde. Ella le hacía video llamadas y a veces hablaban bien y otras no tanto. Había días en que ella volvía a decirle que volvieran a estar juntos, hacían planes con él y se sentía de maravilla. Otras, Male estaba más pesimista, le decía que lo de ellos ya había sido. Le reconoció que le cortó el chorro cuando él fué allá porque sentía que se iban a ver, coger, y luego él se volvería a Bs As y entonces ¿que? Ella seguiría allí, sola... Hablaron algunos meses más hasta que ella le dijo que basta. Que se buscara otra, que ya había sido todo. Que ella haría lo mismo. Durante seis meses no hubo novedades hasta que usando un Facebook random que Nico se preparó para vender libros por su cuenta, ella le apareció. Se volvieron a contactar y hablaron esa noche. Pero después, al día siguiente, cuando él le volvió a escribir, ella le dijo que no podía hablar. Que estaba saliendo con alguien. Nico sintió el aguijonazo más fuerte en toda la relación porque finalmente sus peros miedos se habían hecho realidad, Male estaba con otro. Nico la bloqueó y no quiso saber más nada. Pero a lo largo del 2021, Nico seguiría recibiendo llamadas esporádicas de Male. A veces bien, a veces mal. A mediados del 2022 recibió un último llamado donde ella le pedía que la embarace pero que sólo fuera eso, un donante de esperma. Nico ya no supo que sentir. Pero boludeado era una de las palabras. Definitivamente Male no estaba en sus cabales, al menos no en ese momento que sonaba un poco copeteada. Nico le contestó, Ok, lo voy a pensar, y le cortó. A finales de ese año, Nico fué victima de una estafa telefónica y tuvo que cambiar su número de celular que tenía desde el 2006. Esto le suscitó un cambio de agenda y contactos, donde Male pasó a la historia. Nico nunca supo si Male se volvió a contactar con él, pero tampoco le interesó saberlo. Después de cuatro años de separarse y diez de haberse conocido, Nico pudo finalmente dar vuelta a esa página agridulce de su vida. Se había terminado la extensa temporada de birras... 

Fin. 

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