domingo, 10 de septiembre de 2023

Los Boomers (y todos los que vinimos después)


Hay algo que pasa con la generación de los llamados Boomers que causó y sigue causando revuelvo. Ellos son los nacidos (aprox) entre principios de los 40s y finales de los 50s. Claro que se trata de un espectro bastante amplio, pero a decir verdad están bastante bien enmarcados en esos tres lustros (1945-1959). 

Estos son en su mayoría (y los nacidos en los primeros años de los cuarentas quizás también) la generación que más revuelo ha causado en el último medio siglo. ¿Por que? Y quizás el haber sido parte de la juventud protagonista de décadas tan convulcionadas como las de los 60s y 70s sea una primera explicación. Mucho de lo creado por esta generación nos es de provecho hoy en día. Desde la revolución contracultural, pasando por los grandes genios de la informática y de un intento (quizás fallido) de reconectar al ser humano con un aspecto olvidado en la cultura occidental hacia mediados del siglo XX, el de la trascendencia. 

A los Boomers les tocó combatir el modelo plástico material de la American way of life de sus padres de los años 40s y 50s... Una generación más conformista y apegada a "las reglas del juego". Los boomers (y con estos se entiende que es una un tanto burda generalización) intentaron hacer la suya y transformar su entorno dejando de lado el estilo de vida de sus padres que en gran medida se basaba en una mentira. Matrimonios unidos por la obligación, una mascarada de lo que se debía hacer y atenazadados por el "que dirán". 

Según Michel Houellebecq (un boomer tardío y vocero intelectual de la generación siguiente) el problema con la generación de los hippies es que impusieron un modo de vida irrealizable, que indefectiblemente dejó a muchos por fuera y todo ese rollo de la revolución sexual (y trascendental) al final solo derivó en actos egoístas superficiales que dejaron un reguero de familias rotas, hijos frustrados y mucha irresponsabilidad afectiva. Reitero, todo esto siempre son generalizaciones a tomar con pinzas, pero a grandes rasgos es un poco lo que propone en su gran novela Las particulas elementales de 1998. Además, toda esa búsqueda espiritual para Houellebecq terminaría siendo algo superficial, algo forzado que los boomers no podrían manejar y que terminaría derivando en la creación de sectas macabras que harían estragos a lo largo y ancho de Occidente, desde los macabros asesinatos del Clan Manson hasta los turbios sucesos de la comunidad de Osho en los 80s y otros casos más hasta entrados los noventas. Gente buscando salidas fáciles a los deberes alienantes de la sociedad contemporánea terminarían siendo víctimas de sí mismos. "El sueño del Flower power produce sus propios monstruos" diría un Goya contemporáneo. Y Houellebecq sería uno de los portavoces más importantes de aquella decepción con su propia generación. 

Cuando a principios de los 80s devino el recambio lógico generacional, todo cambió. Genesis que era una banda boomer (sobre todo en su período con Gabriel) que formaba parte de esa búsqueda de raíces culturales y profundas con letras casi bíblicas como las de Supper`s ready, en los ochenta hubieran fracasado estrepitosamente de no hacer un cambio de dirección no solo en su música sino y sobre todo en su contenido. Por eso, el triunvirato de Collins, Banks, y Rutherford supieron leer bien el cambio de época y pasar a hacer una música aggiornada a los nuevos tiempos. Ahora eran los nacidos en los años sesentas, muchos ya hijos de los boomers, que querían romper con esa intelectualidad de la generación precedente y regodearse en pop para divertirse (como diría Micky Vainilla, un claro ejemplo del músico ochentoso). Ahora se necesitaban canciones cortas, volver al jingle de 2 o 3 minutos (en lo posible), canciones pop que sonaran bien, que no tocaran grandes temas metafísicos y que en lo posible sirvieran para mover el esqueleto. Queen es otra banda que leyó bien el cambio de época, lo mismo que Charly García en Argentina y, todos ellos siendo boomers, lograron amoldarse y crear (al principio) la música de lo que luego se conocería como la Gneración X. Nacidos entre los primeros años sesentas y finales de los 70s, esta generación se caracterizó por una principal búsqueda, romper absolutamente con la tradición cultural de los Boomers, vistos como unos hippies melancólicos, unos antisitema fracasados, y unos idealistas absurdos. La generación X quería vivir el día a día, no plantearse grandes preguntas trascendentales y salir de esa lógica melancólica de sus padres a quienes veían como los grandes culpables de haber crecido en familias disfuncionales, a diferencia de sus padres que sí tuvieron a sus padres unidos. Lso Boomers entonces eran vistos como unos irresponsables, que sólo pensaban en la búsqueda de su propia satisfacción sexual y que sus hijos eran criados como animalitos desnuditos, hijos de la tierra. La generación X odió todo esto. Ellos reivindicaban el rock anterior a la llegada de los hippies, bancaban a Elvis y a Palito Ortega (siempre en términos generales). Todo lo que vino de cola por "culpa de los Beatles" y el flower power era algo que no les sintonizaba ni a palos. Basta ver las bandas que serían tendencia en los 80s y 90s para entender que la generación X quería volver al sistema, pero padeciendolo a la vez. Kurt Cobain sería un ejemplo arquetípico de este caso. Porque si bien, en los 80s primó más una versión popera del volver a foja cero, bailar y no complicarse mucho, en los noventas, la misma generación empezaría a mostrar muestras de desagrado. Sería la segunda versión de la Generación X. De un regusto más cínico y oscuro que sus hermanos mayores de los eighties. 

¿Que pasó con los que vinimos despues?

Los que nacimos entre los 80s (mientras la primera Generación X daba sus primeros pasos de break dance con Madonna) y lo que nacieron hasta casi finales de los 90s, se nos conoció hace relativamente muy poco con el nombre de Millennials, quizás por ser los jóvenes que tuvimos que ver la caída del viejo mundo del siglo XX, con muro y URSS incluído) y el inicio de este siglo que estamos transitando ahora ya por su tercer década. Los Millennials vimos los últimos estertores del mundo analógico y el inicio de la revolución digital, internet, las redes, etc... Como parte de ese cambio intenso de paradigma, no nos casamos con nadie. Crecimos con la cultura de las generaciones precedentes y fuimos testigos de como el mundo cambió (para bien o para mal). En lo personal rechazo ese odio malsano de la generación que nos antecede por los Boomers de los cuales rescato un montón de cosas. De la Generación X rescato menos, y quizás siempre exista ese rencor por la generación que nos antecede. Es parte de la humanidad o quizás de la cultura occidental oponerse a lo que pregonaba los que nos precedieron. Esa necesidad de romper con lo que venía como una imposición. Para mí los 90s fué una década que disfrutó más mi hermano mayor que yo. Para mí a grandes rasgos, todo lo que se nos bajaba por la tele o la radio era un espanto. Mi manera de rechazar ese mundo impuesto que veía como falso y superficial fue abrazar la (contra) cultura Boomer, todo ese idealismo. Para mi ver Woodstock de adolescente era un acto completamente revelador y hasta revolicionario. Ahí estaba la papa (o había estado) y era imposible no sentir que había nacido treinta o cuarenta años tarde. Después de ver todo lo que había pasado en los 60s, poner MTv y ver el Woodstock del `99 era algo pesadillesco y vergonzoso. Teniendo quince o dieciseis años me daba cuenta que todo se había ido a la mierda. Que ya no quedaba nada de toda esa cultura que me fascinaba. Pienso que a muchos de mi generación les pasaba lo mismo pero la mayoría prefería aturdirse con lo que pasaba en el momento. "No se puede vivir en el pasado" me decían los viejos y mis contemporáneos. Es cierto, no se puede vivir en el pasado, y menos si es uno que ni siquiera viviste de cerca. 

De todos modos, que importa todo esto. Somos panaderos volando en el viento. Duramos un instante y la trascendencia es algo que está más allá de nuestra mera voluntad. Espero que el pasado no nos afecte porque la nostalgia el algo agradable por momentos cuando no se convierte en una melancolía mal sana. Y quizás sólo nos quede disfrutar el momento de aquí hasta la hora de partir.  

Para cerrar con una nota un poco más alegre, debo decir que a mi generación, desde mi lugar, en mi país un serial como Okupas representó sí entonces nuestro tiempo y sentir. Una serie creada y producida aún por los últimos estertores de la Generación X, pero que supieron ver que eramos nosotros, los pendex de inicios del 2000 los que nos veíamos allí reflejados. Y aún eramos una generación acéfala, no teníamos nombre ni identidad, pero nos supimos ver representados en esa serie, reflejo de una sociedad devastada por diez años de neoliberalismo y destrucción estatal. Y ahí estabamos nosotros, tratando de abrirnos camino entre las ruinas.

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