viernes, 28 de diciembre de 2012

Captain of space


Es bueno de vez en cuando detenerse a pensar sobre ciertas verdades aparentes de nuestra cotidianidad. Muchas de ellas nos sorprenderán al darnos cuentas que dependen en gran parte de nuestro punto de vista. Como decía el viejo Ben Kenobi.
Por ejemplo el mito suburbano referido al alfajor quilmeño "El capitán del espacio" como el mejor alfajor de todos.
Sus fanáticos, en una inmensa mayoría, vecinos del barrio de Quilmes, defienden a rajatabla y verdadero fanatismo templario la verdad absoluta que nos presenta a este alfajor rudimentario como el mas rico. el mas esponjoso, el del dulce de leche y chocolate mas rico.
He escuchado con mis propios oídos que algunos para su cumpleaños, en vez de torta, solo querían un alfajor gigante. Y estaban dispuestos a llamar al dueño de la compañía sureña para arreglar el asunto. Tuvieran que pagar lo que tuvieran que pagar.
Siempre me divirtieron los fanáticos localistas de este alfajor, por demás corriente y ordinario. Por que sus letanías son como el canto de Moldoror. Son simple quejas y alabanzas diableras contra una realidad tan avasallante que los ciega.
Un producto casi regional que sin embargo caracteriza y enorgullese a toda la población de Quilmes, aún mas que la recordada cerveza Quilmes, hace tiempo vendida a Brahama o del grupo de rock mítico Vox Dei.
El Capitán del espacio es mucho mas que un simple alfajor, apenas mas rico que un Guaymayen. Es una declaración de principios, una lucha infatigable que sobre todo la juventud quilmeña persiste en llevar a cabo, para hacernos recordar que las mas pequeñas e intranscendetes cosas, son las que mas nos alegran y enorgullesen. Y también de que EL SUR TAMBIÉN EXISTE.

1 comentario:

Anónimo dijo...

The signals connect with concentrated nerve places, which in turn spread the signal to the complete abdominal area.


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