jueves, 17 de julio de 2008

Kafkakafkakafkakafka, el absurdo??..

En estos días me leí al hilo El proceso de Kafka y El mito de Sísifo de Camus. Básicamente el primero de estos autores le da la suficiente letra de su obras al segundo para que éste escriba un ensayo tan clarificador y a la vez complejo y super interesante como es su Mito de Sísifo.
La obra de Kafka tiene ese no se qué que te genera que lo lees y no te gusta pero que te deja resonando algo adentro que hace que lo vuelvas a leer un tiempo después, con mas años y mas bagaje encima que hace que uno pueda entender algunos puntos que a uno le pasaron por alto de su obra.
La metamorfosis es un gran libro que leí dos veces, y que desde el primer renglón roza el absurdo al encontrarse el protagonista hecho una cucaracha o araña u otro bicho indefinible, depende la traducción.
Bueno de ahí en mas se puede crear toda una serie de elucubraciones sobre la obra de Kafka y Camus, un gran escritor y pensador francés lo hace abordando el tema desde, como él dice una perspectiva posible de hacerlo que és analizándolo desde su costado filosófico y del absurdo.
Camus ve que a diferencia de otros escritores del absurdo, que algo así como una postura filosófica implícita de la vida, como el gran Dostoievski, en Kafka se nota cierto dejo de optimismo y que el grito "todo está bien" resuena en su obra mas de lo que la crítica se imagina.
Yo cuando leí La metamorfosis me generó cierta sensación opresiva y oscura de la vida y sobre todo pesimista. Lo mismo me pasó con ese libro sobre un tipo acusado de algo que no hizo, que se llama El proceso, que me pareció una simple analogía de la sociedad de control moderna y nada mas, y que pecaba de extensos capítulos que no llegaban a nada, y por demás aburridos, pero Camus me brindó su visión distinta sobre el asunto y compré su perspectiva.
Según este ingenioso escritor francés, escritor de esa maravillosa novela llamada El extranjero, El proceso deja abierta una historia que se cierra extrañamente en El castillo (que no leí aún) y que entonces se cierra un sentido y a la vez abre muchos no quedando tan trunca una historia gris como la del Proceso donde parace que nada tiene sentido ya que desde el principio se anuncia el final.
En El castillo aparentemente y mas allá de su historia absurda, que parece un excelente paradoja de la burocracia de la sociedad actual, y mas del estado, el personaje que se llama igual al de la anterior novela logra despegarse de una acción que le afectaba y que lo llevaba hacia el final ineludible y cambia de rumbo en determinado abriendo una puerta hacia la luz.
El personaje K siempre lo relacioné con su autor y no sólo por la relación fonética sino por que para escribir cosas así un poco loco paranoíco y perseguido tenés que estar y mas allá de que quizás Kafka no fuera igual a sus personajes, alguien que no quiere que se publiquen sus obras tiene algo que de decir desde su subjetividad ya que evidentemente no quiere lograr algo y lo que pasa con sus personajes es que por mas que luchen no lo logran. Kafka hace luchar a sus personajes creo yo en su lugar para demostrarse que no hay forma de logar nada que se quiera lograr o tal vez si pero nunca lo sabrá si no lo intenta, de todos modos la esperanza queda flotando en el aire y quien sabe.. la posteridad no le dió la razón.

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