sábado, 10 de octubre de 2009

El amor en tiempos de rock


Ella es mi amiga de larga data, y de conversaciones musicales prolongadas. Él es ese tipo de amigo del alma con el que uno conecta de entrada y también es con quien la música y la literatura cobra otro sentido.
Juntos escribieron esta historia de amor:

Un mes sin ella, un mes con ella, y otra vez un mes sin ella.
Luego los meses se van superponiendo como en una danza maquiavélica hacia la muerte.
La etérea no está mas, se fué, se la llevó el viento. Las lágrimas corren por la mejillas de él como dibujando sombras.
El destino recupera lo perdido en algún momento de la vida y vuelve a unir lo que parecía imposible reencontrarse.
Las almas en pena destellan en nueva y alborozada alegría del momento espléndido que vive nuevamente el ser.
Sin pensarlo demasiado se dejan llevar por un nuevo y renovado mar de lágrimas barnizadas con miel, azúcar y un poco de pimienta.
Las uniones letales suelen llevar tiempo oxidarse y corroerse, pero el momento es ahora y nunca. Como bien él sabe, y como dijo el poeta, le toqué un muslo y la muerte le sonrió. Entonces ya no queda mas lugar para las palabras. Sólo espacio para el devenir.

4 comentarios:

pat dijo...

muy buen texto...

apol dijo...

bueno pat muchas gracias!!
nos conocemos por casualidad?
salute

Anónimo dijo...

;

apolodoro dijo...

?? no entindo el ultimo mensaje.. te podrias explayar un poco mas?