lunes, 24 de junio de 2024

Ser despiadado abre puertas a un camino sin retorno


A veces recuerdo a todas las personas que consiguieron posicionarse en algun lugar de privilegio y noto algo que comparten casi sin falta: la falta de escrúpulos. 

Muchas personas leen que para lograr algo, ascender en el estatus social, deben hacer una especie de pacto mefistofélico. Esto a veces consisiste en sacrificar algo de valor, un ser querido, un amistad, o un ideal. A veces todo eso junto. El problema de estas personas tan terrenales es que su exagerado pragmatismo los hace mostrarse como personas indolentes, crueles y dispuestas a venderse al mejor postor. 

Entiendo que no todo el mundo es un aventurero idealista que cree en los códigos y pone los afectos por encima del vil metal. Lo entiendo. O mejor dicho, sé que es así... porque la verdad, no quiero entenderlo. Vivir rodeado de gente que después de décadas de amistad resulta ser más falsa que billete del Monopoly da mucha tristeza. Y también me da una furia asesina, pero sobre todo me da pena. 

Pero bueno, existen entes racionales que creen que no llegaron a ningún lado siendo buenos, siendo honestos, amando sin concesiones, que al final nada valió la pena porque perdieron todo y se quedaron solos. En Pampa y la vía, más rotos de lo que estaban antes de amar. Y claro que duele. Entiendo esa sensación, y es una merda, lo sé. Pero no concibo la idea de que por eso nos entreguemos a las ideas más nefastas, más conservadoras. Que nos convirtamos en todo aquello que en nuestro momento de mayor lucidez nos parecía atroz. Que por el hecho de que las cosas no hayan salido como queríamos nos hagamos unos rancios fascistoides, unos misóginos, unos resentidos... Y para peor, además, en unos trepadores, falsos y lamebotas de la patronal. Que triste amigo, que triste... ¿que te pasó?

A mi me duele en lo profundo del alma ver como gente a la que quiero se va convirtiendo en lo peor de la sociedad. Gente sin principios, lin lealtad, con ideologías acomodaticias, discursos repetidos y comprados, poco criterio personal y nada de corazón. He visto las mejores mentes de mi generación ceder ante la alienación de venderse por un puñado de pesos. Ver gente que abraza los peores ideales, los anti ideales paa repetir discrusos prefabricados de nuestra niñez, en pos de que? De un conservadurismo que lo único que hace es darle la razón en el hecho de que los demás son malos, porque le rompieron el corazón. Pero no se puede ser tan infantil, necio e infantil. Una especie de Anakin Skywalker, que abrazando ideas oscuras anti derechos, por un problema personal cede antes las fuerzas oscuras que vienen disfrazadas de amigos. Esos Siths que con sonrisas falsas te vienen a ofrecer ser un esclavo, porque "es la mejor opción". Y si, pero "vas donde sonrisas te dan, esos encapuchados de un mundo viejo"... Cuanta credulidad hermano. O no, quizás siempre fuiste un sorete y ahora mostras tu verdadero yo. Como sea que sea, la verdad, que pena me das...

"Quizás no sea tan buen amigo"...

El pez por la boca muere.

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