lunes, 30 de enero de 2017

El compromiso espacial



A través de asteroides, planetas, estrellas, galaxias, causares, y otras formas intergalácticas de energía e inmanencia, se encuentra Jorge, un tipo vulgar, colgado de un planeta chiquito y olvidado. Juega con sus androides de última generación. Es el último espécimen de los legendarios druidas bálticos del terreno de mas allá de toda verdad escondida y el valle del tiempo y la muerte.

Acá está Lorena, una chica un poco tímida, que le gustan las películas de cine arte, la música indie, y las pinturas de jóvenes pintores desconocidos. Se dedica a descubrir nuevos talentos para una galería de arte. Y le va bien, dentro de lo posible. En su micromundo de cine, música, artes plásticas y novelas beatniks, ella tiene su refugio de toda la maldad del mundo. Pero se siente triste y sola.

Entonces, acortando todas las distancias espacio temporales, llega Martín, el hijo futuro de ambos, pero parece que viene con una misión. No le interesa avisarle a los grandes líderes mundiales del desastre termonuclear que se avecina. No, ni tampoco advertir de la posibilidad de detener los desastres climáticos que en breve se aproximan. Lo único que le impide el sueño a Martín, es que sus padres se conozcan, lo conciban y lo críen. Un poco egoísta Martín, pero quién puede decirle algo.

La cuestión es como hacer para hacer posible el encuentro entre Jorge, un alien alienado intergaláctico espacial, y una terrícola hipster, aburrida, anteojuda y flaca como Mary Poppins.
Entonces, haciendo uso de toda su tecnología futura, Martín, acorta la distancia de ambos, materializándolos en un planeta intermedio llamado Ekhaté - 2.

Jorge, no sale de la sorpresa, y Lorena duerme, es muy probable que haya perdido los zapatos. Por eso, Martín le explica a Jorge que aquella que ve ahí dormida es el amor de su vida, que abandone las prácticas onanistas con andriodes de una buena vez. Jorge no necesita ser muy convencido, se enamora al instante de la jóven terrrícola, pero no se anima a tomar la iniciativa. Entonces Martín dice que si no le habla y la conquista, le derretirá el cerebro. Martín se presenta como Darth Vader, del planeta Vulcano, un planeta inexistente. Jorge, toma la decisión de hacer algo al respecto.

Cuando la joven terrícola Lorena despierta, se encuentra con la visión de Martín, con escafandra, le dice que el futuro de la humanidad depende de ella. Fué extraída de su planeta para vivir un tiempo lejos, mientras la humanidad irremediablemente se autodestruye, tener hijos con otro especímen similar a ella, y entonces repoblar el planeta Tierra. Ella dice que odia la sola idea de tener hijos, menos que menos con un desconocido espacial. Además odia a los niños, odia a los hombres y odia a la humanidad. Martín se da cuenta que la operación no era tan fácil como él sospechaba.

Lorena no lo quiere ver ni en figuritas a Jorge, por eso se escapa entre crateres y módulos espaciales abandonados en Ekathé 2. Jorge llora contra una roca verde cuvierta de musgo y fango. Parece un sapo llorón. Se siente mas rechazado e inseguro que nunca. La terrícola le rompió el corazón. Entonces, Martín se empieza a sentir mal. Su cuerpo se empieza a hacer evanescente y diáfano. Vomita líquido amniótico, y siente puntadas agudas en la boca del estómago. Se está destruyendo. Desapareciendo por su estupidez de querer precipitar las cosas, cuando todavía no son. Se siente un idiota, culpable de su propia extinción. Debe pensar algo ya o morirá irremisiblemente.

Lorena se encuentra oliendo flores ekathenses, de colores y olores innombrables e imposibles, cuando de repente aparece un ser rojo, parecido a un diablo pero gordo, y se presenta como Vil, residente vitalicio del planeta Ekathé. Se le acerca y se sienta al lado de ella. Lorena, con pollera hasta la rodilla, deja ver sus largas y esbeltas piernas, que son su fuerte. Vil, exitado, empieza a rozarla con sus manazas. Entonces, ella, con mucho asco y desagrado, le da un bofetón, pero Vil se posesiona e intenta violarla. En eso, Martín lo cita a Jorge en ese preciso instante y lugar, con la excusa de que Lorena lo espera para conocerlo.

Cuando Jorge ve la situación de intento de violación, piensa que es Martín con su traje naranja. Se acerca con ímpetu y le golpea la espalda a Vil, pero éste se da vuelta y le dice que se tome el palo si no la quiere ligar él también. Jorge al ver a la enorme bestia roja, se asusta tanto que casi se hace pis encima. Martín observa todo, mientras siente que se derrite como un cubito a la luz de la estrella Sirio. Pero Lorena le pide a los gritos a Jorge que la ayude por favor, y harto de esta situación, Jorge deja sus miedos atrás y vuelve a golpear a Vil en la espalda, entonces éste se da vuelta y le dice que va a cobrar fiero. Lo intima a Jorge para que golpeé de nuevo, entonces el muchachito, le tira un recto directo al estómago, pero Vil lo intercepta como solo un Interceptor puede hacerlo, a la velocidad del sonido, menos la mitad. Le dobla el brazo a la mitad y se lo parte en tres partes distintas. Jorge pega un alarido de dolor tan fuerte, que se oye desde la otra punta del pequeño planeta. Lorena, con mucho coraje, se tira encima de la enorme bestia colorada, y le da un puntapié en la nariz. Vil, enojado, la lanza por los aires, y cae, justo encimas de unas hortalizas rojas que amortiguan su caida, Vil se siente furioso, pero estalla en ridículas carcajadas al ver a la terrícola en el piso. Entonces Jorge se pone rojo de ira, mientras Vil mira lascivamente a Lorena, junta toda su fuerza mega protónica, y le da un trompazo con la mano izquierda, su mano mas pesada, y le parte la quijada a Vil, que cae desmayado al suelo.

Lorena se acerca a Jorge y lo abraza. Se siente agradecida y a la vez atraída por ese nerd intergaláctico que la salvó de ese monstruoso Vil, siendo que llevaba las de perder. Ambos se abrazan y se besan. Entonces, cuando parecía que Martín estaba por espilchar, recobra su ímpetu. Cuando se levanta para ir hacia sus futuros padres, ve una escena horrorosa. Jorge y Lorena, aprovechando el desmayo de Vil, empezaron a cercenarlo con cuchillos oxidados, cortándole todos sus miembros, y dejando la cabeza para el final. Vil, con su último aliento pide piedad, pero entonces, Lorena, loca de rencor y sed de venganza, le clava un tuvo mellado en medio de la garganta, y se regodea en orgíastico festín de sangre y líquidos. Luego, Jorge y Lorena se ponen a bailar desnudos alrededor del cuerpo mutilado y prendido fuego de Vil. Después tienen sexo interespacial de alto voltaje y fuerza.

Martín, mientras los mira, se pregunta a sí mismo si no habrá creado un monstruo, pero las reglas, son las reglas. El contrato se lleva adelante. Martín casa a sus padres, mientras su propia existencia, crece paralelamente en el vientre de Lorena. Cuanta locura, maldad y violencia, a lo largo y ancho de todo el universo. Una vez que nace, se ahorca con su propio cordón umbilical. Jorge y Lorena nunca supieron que bicho le picó a Martín, pero en su honor, por haberlos juntado, le pusieron Martín a su hijo recién nacido.
Fin...

By George McFly. 1985.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Me quedé pensativa... Si no me equivoco es el libro del padre de Marty Mc Fly (si es que se escribe así) de Volver al futuro. Hermosa peli si las hay. Me remerora a un mural en el Subte de la Línea E, donde un susurro me canta "No me verás en el subte", de la peli Moebius. En esas elipses invisibles que se forman a medida que nos trasladamos de un lugar a otro...¿Será posible volvernos a encontrar y poder acercarnos con nuestros seres queridos? El universo es tan abarcativo, que nos deja en las estaciones menos imaginadas, y, en cualquier recoveco de él, nos llena de esa dulzura perdida y, una vez más, nos sonrie con su mejor cara. Un gusto leer a una nueva generación de escritores durante las vacaciones. :)

Santiago Carmona dijo...

Gracias por tus comentarios y reflexión :)