lunes, 20 de junio de 2022

¿Está Nacho? 1

Nacho: ¿Quién es ese chico?

(Introducción al imaginario mundo de Nacho)

"Estamos en el año 1993, toda la Argentina está ocupada por el manto del Menemato y el cetro del 'último Emperador Sirio' cierne su sombra sobre el impávido espectro austral de la plateada nación del Libertador."

Pero nada sabemos de estas cosas cuando estamos en cuarto grado del colegio primario. Algunos venimos de familias seudo progresistas, sómos la resaca de la primavera alfonsinista. 

Sumergidos en nuestros vulgares quehaceres cotidianos nos cuesta reparar en el otro. El individualismo, poco a poco se impone en el mundo. 

Cuando empezás tercer grado, lo que menos esperas es que haya más nuevos compañeritos. Sin embargo, en marzo de ese año, algunas flamantes incoporaciones se hicieron notar en mi grado para siempre.

El día que Nacho empezó con nosotros, la verdad es que no llamó mucho la atención. 

Su aspecto era el del clásico niño nerd de las películas. Con unos anteojos de marco azul, una de las patillas al borde de romperse. Nacho llegó y todos ya sabíamos mas o menos como sería la cosa.

Pronto quisimos tomar ventaja sobre él, tomarlo de punto, pero si hay algo que Nacho nos dejó en claro fué el hecho de que no era ningún boludo y que con él no se jodía tan fácil.

Nacho tenía cierto aire de superioridad. Era de esos chicos que te hablan con una seguridad abrumadora, haciéndote creer realmente que te decía la posta. 

Solía traer un guardapolvos bastante gastado. Era un poco chueco para adentro. Tenía un pelo de virulana bien rubio y solía sonrojarse bastante cuando se enojaba. 

Nacho trajo mucha data de dibujitos, sobre todo japoneses, que era algo bastante novedoso en ese momento. Pronto se ganó nuestra simpatía y juntos con tres o cuatro amigos más lo incoporamos a nuestro grupo. 

El nuestro, era la clásica facción de niños que no tenían ningún apuro en dejar de serlo. Veíamos dibujitos, los comentabamos, los debatíamos y, en cada uno de ellos, todos teníamos un personaje con el cual nos identificábamos. 

No sólo eso, sino que además, interpretábamos al mismo en cada uno de los recreos matinales. Nacho tenía predilección por los personajes "científicos" o de 'cerebrito'. Eso, más sumado al hecho de que siempre andaba contando alguna cuestión medio nerd sobre tecnología, le daba el mote de ser "el nerd entre los nerds". Sin embargo, no era el líder, lo cual le colocaba en la complicada situación de que a veces podía convertirse ocasionalmente en nuestro propio pequeño chivo expiatorio. 

En definitiva, Nacho era el clásico chico nerd medio gordito y con anteojos, que se jactaba de tener data y conocimientos, que el resto de nosotros no poseía. Al principio esto generaba cierto respeto, eso y el hecho de que un día nos contó que había repetido primer grado en el colegio del cual provenía. Era la primera vez que conocíamos a un 'repetidor' en nuestras vidas y se sentía extraño. Sólo era seis meses mas grande que yo, pero de alguna manera, se sentía como que era más sabio en algunos aspectos. 

Un mediodía, saliendo del colegio, nos contó que sus padres se habían separado cuando estaba en primer grado, y que por eso había repetido. Dicho esto, se fué como diciéndonos 'yo sé algo que ustedes ni siquiera imaginan', y así era... El resto nos quedamos callados, mirándonos sin entender bien lo que nos acababa de decir nuestro nuevo compañero. Separación-padres-divorcio-repetir-traumas de la infancia, etc. 

Nos solíamos reir de Nacho y sus excentricidades, sin embargo, esa mañana nos dimos cuenta (sin saberlo) de lo poco que sabíamos acerca de nada. Éramos unos niños, muy verdes, unos pollos recién salidos del cascarón que de a poco empezaban a comprender ciertas cuestiones (y complejidades) del mundo. Ahora habíamos conocido a Nacho y ya nada sería tan inocente como solía serlo. 

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