jueves, 4 de octubre de 2007

Herzog-Kinski y el fetichismo actoral...

"Usted se cree un director de cine. Usted es un mediocre. Director de enanos!!!..." (Gritaba Kinski, haciendo referencia a la película de Herzog "También los enanos empezaron pequeños").
Estas y otras frases menos gratas son sólo algunas que el actor Klaus Kinski le tiraba como dardos envenenados a un joven director del Nuevo cine Alemán, Werner Herzog.
La dupla que constituyeron, a lo largo de quince años, Herzog y Kinski, siempre dió que hablar y se puede ver reflejada en el excelente documental que Herzog hizo en el '99, (ya muerto Kinski), llamado Mein liebster Feind (traducido al español como "Mi enemigo íntimo").
En este documental, Herzog recorre su relación con el controvertido actor de origen polaco, a lo largo de las 5 películas que filmaron juntos.
Herzog cuenta en el film, que conoció a Kinski, (quien era mas grande), cuando de niño vivía en una pensión con su familia y en la cual el actor alquilaba una pieza. Cuenta como Klaus se paseaba desnudo por los pasillos de la pensión actuando personajes grotescos.
La primer película que filmaron juntos fué Aguirre: Der zorn gottes (La ira de Dios), cuando ya Herzog tenía en su haber algunos filmes de bajo presupuesto pero de un estilo muy personal.
Este filme del año 1972 es para muchos la mejor coparticipación de ambos personajes. Es la historia de un conquistador, Don Lope de Aguirre, quien con un pequeño grupo de soldados españoles decide separarse de la comitiva que llevaba a Pizarro hacia el imperio Inca, y buscar por su cuenta la mítica ciudad del dorado. Su deseo lo llevará a la locura y perdición, (si no es que este personaje ya no estaba loco y perdido en su propio mundo). La película carece de un final definido o que cierre de una forma clara o "Hollywoodense". Sin embargo se ve un claro desenlace trágico. Basta ver al protagonista mirando un monito en su mano para dejar una sensación de insatisfacción que a la vez reconforta.
Demás está decir que Klaus Kinski en el set de rodaje se hizo notar, quejándose de las condiciones en las que había que trabajar (la película está filmada en plena selva Amazónica), mas también discutiéndole al director cuestiones de técnica de filmación asi como de estética.
Cuestión, que el actor quizo dejar el rodaje, lo cual perjudicaba seriamente la filmación y la deuda que eso implicaria para el director con la productora. Herzog, un tipo que lejos era el prototipo de una persona equilibrada, obligó a Kinski a quedarse en el set por las buenas o por las malas y las malas era una escopeta, y no precisamente de utilería.
El actor entonces se quedó en su lugar o "piola" como se dice, pero amenazó que se la cobraría al director. Kinski es definido como alguién que gritaba mucho y a todo el mundo pero cuando se lo apuraba en serio se quedaba callado con cara de odio e impotencia.
En el rodaje también Kinski le rompió la cabeza con una espada a un actor peruano que hacía de español, en una escena en la cual reprime a sus soldados que estaban comiendo en un poblado indio abandonado. El actor peruano muestra en el documental, la cicatriz que el susodicho le dejó en la cabeza.
Las siguientes películas fueron Nosferatu: Phantom der nacht y Woyzeck, ambas películas ya del año 79, son una remake de la película alemana expresionista de los años 20 "Nosferatu", dirigida por Murnau y la adaptación de la obra de teatro homónima de Büchner, respectivamente.
A mi particularmente me gusta mas Woyzeck, la cual muestra a un soldado raso alemán, que es despreciado por todos en el ejercito y sobre todo por su esposa la cual le es infiel con un soldado de rango mayor. La escena final del asesinato me parece simplemente genial.
Por último quedan Fitzcarraldo del 82 y Cobra verde del 87. La última, Cobra verde, ya no es tan contundente narrativa y visualmente como las otras, pero a mi en lo personal me gusta. Es sobre un esclavista Brasileño que parte al Africa a buscar esclavos en una misión que era algo así como su sentencia de muerte ya que el personaje era un bandido del lugar. El final, sin embargo, otra vez deja en silencio a todo el mundo, ya que se vé una deseperación en los movimientos del actor, como si algo realmente le pasara, que no se hasta que punto no fueron reales. Kinski murió pocos años depués de esa película, de un ataque al corazón.
Fitzcarraldo en cambio, para mi no sólo es la mejor participación de este duo de artistas sino que es la mejor película de Herzog y una de las mejores de su década.
En ésta, Fitzcarraldo, un apasionado de la ópera, quiere instalar un teatro para óperas en Iquitos, un poblado en el margen del río Amazonas. Esta vez se repiten varias cosas de su primera participación; la locación (en Perú, río Amazonas), la historia de un tipo que quiere llevar a cabo sus sueños más allá de lo inviables que estos sean y en los cuales su fuerza de voluntad se impone ante cualquier obstáculo aunque sea natural (como en esta película que cruza un barco por tierra de un río a otro.), y por último las locuras que Kinski suscitó en pleno rodaje. Por que como decía Herzog, Kinski quería figurar siempre en todo y cuando no se lo estaba filmando a él o se estaba hablando con algún técnico o sólo que él estaba fuera de alguna cuestión, se ponía como celoso y llamaba la atención gritándo a quien se le cruzara. A veces lo dejaban gritando sólo lo cual lo ponía peor. La actriz italiana que participa en el filme Claudia Cardinale, (más bella a mi gusto que Sofia Loren), dice tener un buen recuerdo del actor y que con ella fué todo un caballero. (No olvidemos que Kisnki era muy aficionado a tener muchas mujeres y hasta sacó un libro que se llamó "Yo necesito amor".)
En el rodaje a Kinski casi lo matan los indios del lugar ya que les molestaba su griterío. El jefe indio le ofreció al propio Herzog matarlo personalmente. Cuentan que estos nativos del lugar, que actúan en la película claro, no le tenían miedo a Kinski cuando daba alaridos de furia sino de la seriedad de Herzog al mirar cara a cara y fijamente al actor, mientras éste le gritaba, sin inmutarse.
Para Herzog, Kinski no murió de un ataque al corazón, sino que simplemente "reventó", explotó esa ira que Kinski siempre tuvo. Sin embargo Herzog no deja de mostrar el lado humano que Kinski tenía, así como su admiración al actor desde su infancia.
El documental termina con una imágen tomada por Herzog, en un descanso del filme Fitzcarraldo , con Kinski jugando con una mariposa que revolotea en su mano. La imágen es sublime y ésta si que habla por mil palabras.
Klaus Kinski (1926-1991).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Miren cualquier documental sobre cualquier actor o estrella de rock. La mayoría postula que Fulano era un genio y que sus defectos suelen ser cositas menores como drogarse, emborracharse o enojarse simpáticamente con peces gordos, pero en fin, qué pillos que son estos genios.
No es el caso en Mein Liebster Fiend. Nos enteramos que ese actor majestuoso y bello era un tipo sencillamente insoportable, creído y caprichoso. Claro que también era muy profesional y un gran actor, vaya novedad.
La película no deja un sabor de apología o redención de un genio incomprendido ni de venganza "por lo que me hizo padecer Klaus" sino de retrato profundo (no confundir con solemne porque nada que ver) de una personalidad que bien amerita una película. Muy alemán, muy calmo (no confundir con aburrido), como es Herzog pero con ese final inolvidable que cierra con perfección el retrato: Kinski, el monstruo que puede jugar con una mariposa y Herzog que pone esa imagen tan feliz para que sea lo que nos llevamos del actor. No cabe otra palabra que sublime.

Santiago Carmona dijo...

Es cierto, es sublime, certero comentario camarada.
Saludos!!