lunes, 8 de abril de 2024

Los Argentinos en la Luna...


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Es probable que todo sentimiento de amor patrio aflore en todos y cada uno de nosotros cuando vemos pisoteado todo aquello que nos rodea y amamos. Existe cierta falsa concepción de que la Patrio no existe, que nadie comparte nada ni siquiera con el vecino. Que a lo sumo la patria es la familia, los amigos, el barrio... Pero aunque la Patria fuera simplemente una idea, un pensamiento abstracto, hay algo de lo cotidiano, de lo propio, de lo cercano que nos reconforta y nos hace sentir bien, algo de lo conocido. Eso también es la patria y no símbolos abstractos como plateaban los liberales, una Iglesia o religión en particular, ni muchos menos una moral. Ni siquiera una doctrina... La Patria atraviesa todas esas concepciones vetusta y arcaicas, es algo muchos menos definible y más de lo sensorial o pasional si se quiere. Debemos desarraigar complemtamente cualquier uso fascista del término para reapropiarlo por algo muchos más general y significativo para todos. La Patria somos todos. 

El doctor Pedro Andrade nunca imaginó que sus palabras serían leídos varias décadas después, cuando una pequeña nave con el nombre de su provincia estuviera a punto de cumplir con el momento más importante de la aeronáutica de su país.  

-Siento nervios por todo esto que está pasando y no creo poder estar a la altura- Dijo Alfredo Cejeián, mientras se atusaba el bigote. 

-Como sos el más joven tenes el privilegio de bajar primero al Rig 4. Dejate de huevadas y alistate- Sentenció Federico sin mucha paciencia. 

Cejeían salió corriendo para su camarote y Federico se miraba dubitativo con el Tío López que en vano intentaba minimizar la situación. 

-Todas estas cosas, estos miedos y temores injustificados, no tendrían lugar si hubieran leído acerca del Astronauta descamisado. 

-Uhhh, ya vas a empezar otra vez con eso- Interrumpió Lino de forma cansina.

-Pero claro que voy a empezar con eso. Todos deberían leer esa historia. Pero como los Argentinos sufrimos el mal crónico de falta de memoria, tendemos a vivir en ciclo constante de repetición. Un eterno retorno del mal...

-Bueno, eso podríamos decir que ya quedó atrás...

-Quedó atrás porque el mundo colapsó, pero si no hubiera habido esta catástrofe mundial, seguiríamos presos de viejas rencillas modélicas. 

-No lo veo tan así... Las cosas venían cambiando para bien en las últimas décadas. ¿O no Lino?

-No sé che, nunca estamos conformes. Con nosotros siempre el pasto del vecino está más verde...

Los tres se quedaron en silencio pensando en sus antiguos hogares. Pensando en la Argentina, esa eterna utopía imposible. 

Los preparativos comenzaron y el sureño ya se encontraba presto para bajar en la Sonda Almagro 2. El rosarino y el cordobés se encargaron de la parte técnica del descenso. Por otro lado, el porteño y el viejo tucumano oficicaron de supervisores de la operación, aunque más preciso sería decir que fueron los privilegiados espectadores. 

La sonda era como una campana tubular, y comenzó a descender en forma perpendicular, o mejor dicho, purpendicular. Al son del Danubio azul, sonaría el ensamblaje de naves en 2001. Pero acá sonaba algo tremendo, completamente diferente: La marcha de San Lorenzo en la bizarra versión de Billy Bond. 

Enfrascado en su propio cigarrillo espacial, el astronauta patagónico puso pié al fin sobre Rig 4 y era exactamente como la superficie lunar. Un pequeño paso para el Oscar, un gran salto para la Argentinidad. Puffffffffffffffff!

Dentro del Misiones 1, los cuatros argentos celebraron a todo trapo, porque nacieron para ser argentinos, duros como el pavimento. Pero el piso no era duro, al contrario, era pura ceniza, como la Luna. 

Cejeián caminó con cierta parsimonia y solemnidad para luego ponerse a dar saltos enormes. Por las características del planeta, Cejeían terminó por confirmar lo que todos sospechaban. Aquel no era un planeta sino un satélite. El planeta central era de color violacio y ocupaba un cuarto de la visión desde Rig 4. Federico dijo por el mic "ay me parecía que Rig 4 era el nombre de algo muchos más pequeño"

Los cuatro viajeros espaciales debatieron sobre la cuestión y la idea de que los habían boicoteado rondaba en el aire para todos. Federico buscó las características del planeta frente al Rig 4. Tenía todas las posibilidades de vida que les habían prometido allí. Estaba claro para todos que en el Rig 4 no proliferaba ningún tipo de vida. Era roca muerta flotando en el espacio, circunvalando al misterioso planeta violeta de enfrente. 

-Allá vamos- Dijo de pronto Federico, con la mirada fija en el enorme planeta. 

Medrano lo contradijo por cautela. ¿Estás seguro?

Federico no sólo confirmó su idea, sino que arriesgó un culpable en todo aquel turbio asunto. 

-Fueron los Yankis. 

Todos estuvieron de acuerdo en que la posibilidad era alta y como hace tiempo, los yankis buscaban recuperar el terreno que habían ido perdiendo en la humanidad. Aún a costa de su honor, con trucos sucios y artimañas. En definitiva, the old pirate way...

Lo primero que hicieron entonces los sureños plateados fue recuperar la sonda por retrogradación. Por supuesto que con Cejeián dentro. Nadie sospechaba nada hasta ese momento en que a mitad de camino entre Rig 4 y la Misiones, la sonda (sin causa aparente) implosionó.

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