domingo, 2 de abril de 2023

2 de abril


El 2 de abril de 1982, el jército argentino ocupó las Islas Malvinas. Lo que en un principio parecía una gesta heroíca, pronto demostró ser un error de cálculo devastador.

Sobre todo para los jóvenes combatientes argentinos que, lejos de no querer defender nuestro territorio, no estaban lo suficientemente capacitados para tamaña hazaña. El gobierno argentino estaba tomado por sus fuerzas armadas. Algo que venía pasando bastante seguido a lo largo del siglo XX, y en este caso desde hacía 6 dolorosos años donde se había impuesto un estado de terror para toda nuestra población. Gente desaparecida, torturas, asesinatos, apropiaciones de menores, y un conglomerado de políticas anti-argentinas. La deuda externa, la ampliación de la brecha entre ricos y pobres, la proscripción de los partidos políticos, del congreso y una justicia maniatada a los torturadores.

El pueblo argentino estuvo sometido al delirio de unos pocos. Prisionero de su propio ejército, el pueblo tuvo que aceptar (o morir) todo tipo de locuras por parte de unos incapacitados morales, unos sádicos a todo terreno que en el único lugar donde no quisieron mostrar su poder y valentía fue en el guerra donde ellos mismos nos metieron. 

Existían formas diplomáticas para el reclamo justo de Malvinas, pero entrar en un enfrentamiento armado con una de las 4 naciones más poderosas en términos bélicos era un completo disparate. Y si encima mandas a pibes que recién terminaron la colimba en vez de a tu ejército regular, o sea a los verdaderos profesionales, lo único que lográs es un escarnio extra, una sangría más para la ya bastante desangrada juventud argentina. 

El grado de cobardía de los altos mandos del ejército sólo es comparable con la falta de escrúpulos y la crueldad de los tiranos. Mandarlos a pelear esa guerra tan desigual sumado a la falta intencional de recursos que la gente donaba es de un nivel de crueldad innentendible. A día de hoy me parece incomprensible como se puede ser tan basura de mandar a esos muchachos a morir así sin nada. Jugando con el discurso de defender a la patria. Usaron nuestro patriotismo para jugar con nosotros, y finalmente largarnos a morir en el frío barro a cientos de kilómetros de tu casa. 

La hipocresía de la corona británica no se queda atrás, que además de ser unos imperialistas colonialistas tardíos tuvieron en la nefasta Tacher la caradurez sintomática de decir que gracias a esa derrota bélica recuperamos la democracia. Democracia que se perdió en primera instancia gracias a sus aliados, a la OTAN y a todos aquellos países centrales del mundo occidental que desprecian a todos los países de América latina.

Por eso, como la famosa frase que reza "si tocan a uno, nos tocan a todos", esta ocupación nefasta, ilegal y patoteril, debería ser repudiada por todos los pueblos libres del continente. No podemos permitir más tierras americanas en manos de países europeos. Esa ocupación ilegal es un afrenta a todos y (bromas futboleras aparte), habría que pensar la manera más eficiente para reclamar y recuperar para todos los latinoamericanos esas tierras que nos pertenecen. 

Gracias al pueblo peruano que siempre estuvo de nuestro lado en el reclamo, y a todos los argentinos de ley que seguimos pidiendo justicia al repecto, memoria y justicia eterna para nuestros caídos y ex combatientes de Malvinas.

Prohibido olvidar(los)

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