viernes, 14 de abril de 2023

¿A quién amar?


A veces se hace complicado "encontrar alguien a quien amar" como cantaba Freddie, es cierto. Quizás muchos digan que el problema con el amor es que cuanto más se lo busca más se escabulle de nosotros, como un querubín escurridizo y anticomplaciente. Sí, es posible que esa sea Una explicación. 

De todos modos, a veces el amor sólo y sólo si uno hace algo. Quedandote en casa de brazos cruzados no pasa básicamente naranjú. ¿Y entonces? ¿Que hacer? En principio diría que algo hay que hacer. Tal vez no salir desesperado/a por las calles de Costa Rica (Ae ae que sabroso), buscando un amor. No... Peeeeroooo, algo tenemos que hacer. 

Cuando le hablamos a la chica que nos gusta, por lo general demostramos el interés. es casi imposible no hacerlo. Al menos para mí. Cuando las invitamos a tomar algo aprendí que es muy posible que no pase nada tambien. Sin embargo, a mis veintis casi siempre invitar a salir a una chica significaba que algo iba a pasar y si no, era mucho más bajo el porcentaje. Hoy en día, casi a los 40s me doy cuenta que uno puede salir a tomar algo, hablar, charlar, caerse re bien, compartir un montón de cosas y sim embargo, nada. No pasar absolutamente nada. Es más, muchas veces pueden acceder a salir a tomar algo con uno y sin embargo, en medio de la juntada tirarte como si nada que están saliendo con alguien... y que tiene? Está absolutamente todo bien. Es de lo más normal que a "cierta edad" se de esto. Que salir a tomar algo no signifique ninguna otra cosa más que salir a tomar algo. Me encanta, no tenemos esa presión de la juventud de que si salimos todo tiene que salir perfecto y que buscar el momento de tirar el beso y toda esa rosca lunática que al final nos neurotiza y nada soluciona. 

Hoy vivimos tiempos mas sofisticados, modernos y liberales. Las citas ya casi no existen como tales sino como meras juntadas de ir a tomar o morfar algo y luego bye. Casi nunca pasa nada más allá de una charla amistosa. Me parece perfecto pero entonces, ¿como ligamos con alguien? Ahí está la cuestión. Ligar está más complicado que en otros tiempos. Pareciera que todos desconfian de todos. Las mujeres, como siempre a la vanguarda, levan la delantera de mostrarse mucho menos desesperadas que los hombres. Eso, y el hecho de que o somos unos pajeros que nuestro mundo gira en torno de ellas, o somos unos machistas misóginos de cuarta a lo Cacho Castaña. Pareciera difícil encontrar el equilibrio en nuestra forma de relacionarnos con ellas. ¿Tan difícil iba a ser? Y sí, la verdad que lo es. Empezando que ni ellas ni nadie tiene absolutamente nada en claro, empezando por qué es lo que quieren de la vida. Trabajar de algo que les gusta. Viajar y recorrer todo el mundo. Formar una familia. Irse a vivir a la montaña. Criar conejos. Ser dealer. Estrella del porno. Profesor. Empleado público. O quizás un linyera fuera de las reglas de la sociedad. Mucho menos saber que queremos de una relación. A quién amar? A veces sentir que tenemos demasiado amor para dar pero nadie que lo merezca parece una trampa de imposible solución. Sobrevaloramos demasiado a lo que llamamos amor y la mayor parte del tiempo es sólo ego mal canalizado. En realidad no importa tanto el otro sino meramente sentir que existe alguien que se anima a recibir esa pomposidad amorosa. Eso nos hace sentir más centrados en la vida. Nos vemos mejor. Olemos mejor. Cojemos mejor. Escribimos mejor. Todo pareciera salirnos viento en pompa cuando todo parece haber al fin encontrado su justo equilibrio. Pero los seres humanos somos por lo más bastante falibles y eso hace que cuando se saca esa frágil pieza del amor de pareja todo se desmorone de una manera bastante contundente. 

Todos amamos, somos amados, y merecemos todo el amor que creamos que merecemos dar y recibir. Pero es una cuestión de vida o muerte entender que con ese grado de fuerzas tan poderosas no se puede jugar a la ligera. Depositar un vagón de espectativas en un otre puede ser fatal para nuestra frágil autoestima y si nos agarra mal parados, agarrate catalina!

Aprender a estar solos, no apurar los trámites y ser medidos en nuestras pasiones, puede ser la clave para... no ser unos rompehuevos insoportables. He dicho!

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