lunes, 16 de mayo de 2022

Nunca conseguí trabajo en el primer semestre

Cierto es. 
Nunca conseguí trabajo en el primer semestre. 
Nunca. 
Es cierto. 
Es un problema estadístico que mantengo con los trabajos formales. 
En relación...
de dependencia...
Una combinación poco feliz. 
A veces pienso que estoy maldito. 
Como si alguien equis hubiese echado una maldición sobre mí. 
Como si fuera el flaco ese que convierten en bestia. 
Pero yo no rechacé a ninguna vieja que haya venido a pedir cobijo de una tormenta. 
Por ende, es todo absurdo. 
Pura paranoía egocéntrica. 
O problemas de gente blanca marihuanera. 
No lo sé. 
El hecho es simple: Nunca pero quiero remarcarlo bien, en casi veinte años de vida laborable, nunca conseguí trabajo en el primer semestre. 
He elaborado concienzudas teorías al respecto: 
La más sostenida en el tiempo es la que aduce que los empleadores (en general) no toman personal en el primer semestre para así no tener que pagar dos aguinaldos. 
O simplemente para que no te toquen dos jodidas semanas de vacaciones. 
Por lo demás es todo bastante mezquino y berreta. 
¿Quien podría andar haciendo ese tipo de cálculo maquiavélico? 
A veces le damos demasiada entidad a los patrones. 
Y es sólo gente, y por lo general bastante obtusa. 
No importa la patronal. 
Lo que nos asesina poco a poco es esa sensación de andar pensando y repensandolo todo, como si la vida fuera un plano detalle de un telar donde vemos cada hebra del tapiz de forma meticulosa y extremadamente concienzuda. Innecesariamente detallada. 
Y en realidad, la vida es más bien como un plano general. Un gran pantallazo. A lo sumo un plano entero o americano. 
Sin embargo, la posibilidad de analizarlo todo en modo plano detalle es tan irresistible que no podes parar de darle el gusto a tu propia enajenación. 
Cuestión.
El día que consiga un trabajo (y espero que sea recontra bien remunerado, relajado, liviano y divertido) en el primer semestre del algún año perdido del calendario, entonces, recién entonces habré entendido que escribir todo esto fue inútil. Pero cierto.
Quizás pueril. Pero no por eso menos real.

PD: Otra gran verdad: Nunca conseguí faso en verano. 
Pero eso creo que sí nos pasa a todos. La cosecha no obedece los momentos más propicios para el deleite in situ. 

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