viernes, 31 de agosto de 2012

A romantic warrior


Un salto vetusto. Una línea al infinito. Un recorrido sin trazar. Como un derrotero de magma perpetuo me inmiscuyo en los quehaceres diarios de la cotidianeidad mas excelsa y descubro así, que mas allá de mis subjetividades mas banales e inciertas, yo soy un tipo romántico.
No hace falta ver que la calidad de persona recorre mi trascendental karma sudaka, sino que además, todos los sueños de héroes recorren intempestivamente mi dormir y mi pensar.
Mi fuero interno se inmiscuye.
Soy pesado.
Soy pegote.
Soy egoísta.
Soy egocéntrico.
Soy caprichoso.
Soy celoso.
Soy posesivo.
Soy envidioso.
Soy cobarde.
Soy manipulador.
Soy depresivo.
Soy bastardo.
Soy canalla.
Soy un conglomerado de cuestiones sin entender.
Un muerto degollado.
Un ápice de incoherencia en el sentido mas absurdo de su acepción.
Soy también un enamoradizo que llora con las historias tristes, se alimenta de lo romántico. Aventurero que ama viajar.
Amante eterno y devoto. Buen amante.
Un perfecto esteta del romanticismo mas pasado de moda.
Un Old fashioned lover boy.  

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