viernes, 30 de mayo de 2008

La biblioteca de Alejo

Bajo hacia el bajo y me encuentro con formento. Camino dos cuadras por madero y de pronto me cruzo a Severo (Arcángelo). En su banquete de tábanos me veo rodeado de pronto por rábanos y cocino amapolas rojizas de otoño todas disfrazadas con verde moño.
Mi abuela se estremece desde allá y como es la madre universal y la conciencia que todo lo regula, a Tula la llevó para volver a Amaichá.
En mi retina se imprimen el recuerdo del viento y el aliento del muerto en convento del mar en cardo lento. Mi rima fatiga, mi sed de adiós también y mi venganza del Diós que nunca fué me deslumbra y despierta de un sueño del que vengo, sigo estando y no despierto. Amén.

Bienaventurados los dislocados y los perezosos de espíritu, por que de ellos será el garage lleno de aceite del abuelo Alberto.

Saludos a Iggy, a Summer y a Sherlock time.

El vicario de enfrente.

1 comentario:

Ana dijo...

Saludos a Ziggy también

:)