miércoles, 26 de febrero de 2014

Mi pasión por los libros tiene raíces profundas


Mi primer recuerdo con los libros quizás sea el de manipularlos como si fueran un juguete mas. O como aquellos objetos mágicos que mis padres solían abrir para contarme historias increíbles. 
También han sido los libros de mi padre, objeto de mi arte mas primigenio, lo que me valió algún que otro grito o chirlo leve. 
Pero a medida que empecé a crecer, los libros empezaron a fascinarme de a poco, como esos objetos mágicos que sigo considerando como tales.
No recuerdo cual fue mi primer libro a ciencia cierta. Pero si recuerdo que mi primer historieta/libro fue Asterix y el caldero. No se porque esta historieta me impactó tanto. Es una Asterix mas de muchas, sin embargo para mi tenía algunas imágenes que me impresionaban mucho. Hoy en día la revisito y veo aquellas viñetas que me llamaban la atención y me retrotrae a aquella primera impresión. 
Cuando estaba en primer grado, estaba en pleno proceso de aprender a leer, y teníamos que llevar un libro. Como esta historieta era mi preferida y única compañera, la llevé. Creo que a la maestra, que no era de sus alumnos preferidos precisamente, no le gustó mi elección, Sin embargo ahí estaba yo con mi Asterix, entre libros de fantasía, princesas, hadas y caballeros. Mis dos galos preferidos me hacían el aguante y lo seguirían haciendo hasta bien entrada mi adolescencia. 

Recuerdo que después vino Tintin, El secreto del unicornio, y mas luego algunos librillos de cuentos. Entre ellos también estaban los del pajarito remendón y otros textos escolares. 
Pero lo que mas disfrutaba eran las visitas a la feria del libro infantil, ahí al lado de Facultad de derecho. Y en esas tertulias entre otros niños, solían encariñarme con los logos como el de Larousse y la chica que sopla el panadero. Y también por aquel entonces empezaría mi pasión por oler libros. De todo tipo, tamaño y antiguedad. Los que tienen olor a nuevos, los que tienen olor a tinta fresca, a plástico, a papel de gráfica, a libro viejo o simplemente a libro. Olor a libro. Tapas lindas de libros. Libros que cortan los dedos, fascinan, enamoran y hasta generan el gusto y agrado de enamorarle a uno. 
Hoy en día soy librero o intento aprender la profesión. Estoy contento porque siento que volví a uno de los lugares primigenios donde mas disfrutaba de chico. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE LINDO COMENTARIO, RECUERDOS Y SENSACIONES a través de los libros, y por la parte que me toca, todavia están sueltas 2 hojas que rompiste, atrevido.... jaja