No hay por que saber que el gusto es de nosotros. Una linterna regocija los extremos mas cálidos de mi membrana contráctil.
Creo que quiero viajar al mar Caribe. Siempre quise hacerlo, desde que de chico llegó la Expo 92 a Buenos Aires y en donde uno podía ver retrospectivas de los tiempos de Colón y todo era playero, medieval y cool.
Luego la fascinación por los piratas de la mano del villano mas piola y a la vez torpe de la infancia, el Capitán Garfio. La bronca de que los malos nunca ganen frustraba mis ansias de ver perder a los buenos alguna vez en la vida. Por ejemplo Jerry. Ratón pestilente, bubónico, demoníaco. Detestable.
Pero a todo esto uno piensa en la Liga de la justicia. Esa parva de ineptos constipados. Con el mas constipado e inepto de todos a la cabeza. Superman. El superhéroe mas vilipendiado, hueco y sobrestimado de la historia. Revalorizado por seudo intelectuales de cuarta. Superman es un completo imbécil.
Un estúpido.
Mas allá que es un evidente homosexual reprimido.
Un guerrero verde fue el primero en ganarse mi simpatía de chico. Recuerdo mi primer muñeco de Linterna verde de la colección de los Superamigos. Año '88.
Mi amigo uruguayo tenía el mismo. Hacíamos que eran gemelos. Él se convirtió en un experto en DC Comics, yo me dediqué al área del selecto cómic europeo. A la larga me aburrían los super héroes. Demasiados poderes.
Sin embargo Linterna verde me parecía un tipo muy canchero. El muñequito estaba bastante bien hecho. Traía una linterna verde obvio. Su traje, una calza verde y negra y un antifaz verde.
Me parecía muy cool su onda.
Hoy en día guardo uno de sus brazos en el arcón de los recuerdos de la infancia. Una pequeña cajita llena de chiches rotos y pelusa de ombligo.
El verde es mi color favorito. No, en realidad es el azul. Pero el verde me llama mas la atención. Me gusta mas.
Nunca me gustaron mucho los caramelos de menta. Los envoltorios si. Son por lo general verdes.
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