sábado, 9 de julio de 2011

Un sentido de atracción

Mucho se dijo sobre la verdadera muerte de Pablo Picasso en su casa de Moulins, Francia, en el año 1973 por un edema pulmonar. Nada de cierto hay en esa estúpida versión oficial.
Un sueño revelador nos contó las verdaderas causas del deceso del gran pintor español.
Pablo despertó esa mañana del 8 de abril medio dormido, poco lúcido y se calzó su toga y las botas puntiagudas que usaba por aquel entonces.
Se disponía a salir de su alcoba y dirigirse al taller, su genio no podía esperar ni dos segundos, cuando vio un halo iridiscente que provenía del patio exterior que daba a su cuarto. Veía una luz y una gran figura recortada parada afuera a través de su persiana baja.
Pensó que sería algún periodista, cartero o algo similar así que se dispuso a subirla, con una cara de resignación y pocos amigos, ya que esa mañana no tenía ganas de lidiar con nadie.
Para su sorpresa, una vez levantada la persiana, lo que encontró lo llenó de asombro, no era ni un cartero, ni periodista ni siquiera una admiradora, no. Era una inmensa mole de granito con forma humana, como una estatua de un guerrero quieto, mirándolo fijo.
Pablo quedó muy sorprendido por como habría llegado algo así hasta su casa en Francia, pero no pudo pensar mas, ya que fue presa del horror al ver que esta inmensa mole de piedra se movía lentamente, como despertada de su gran sueño mitológico.
Antes que Picasso pudiera retroceder y escapar ante el avance del coloso, llegó a escuchar que éste le decía... -"soy Chac Mool, el guerrero maya que contempla tu destino, vengo a cobrar tu deuda para aplast"... Pablo no terminó de escuchar el monólogo, salió corriendo espantado con toda la velocidad que un hombre de 91 años puede tener.
Una vez en el living estaba poniéndose un piloto, cuando ve que por debajo de la puerta principal, dos sombras tapaban la luz, como los pies de una persona.
Pablo se acercó corriendo para ver que era Paulo, su primogénito, éste venía en son de guerra, cansado de que su padre lo ninguneara, pero el pintor le dijo que no había tiempo para esas tonterías... -Claro! nunca hay tiempo, son todas tonterías siempre las que traigo.. le dijo su hijo.
Pablo no se inmutó. Le hizo chissst! callar y esperó como expectante.
Su hijo se impacientó y empezó a gritar, arguyendo estar cansado de las excentricidades de su famoso padre, Pablo se puso rojo de ira y le dio un cachetazo a lo que su hijo prorrumpió en llanto y se fue entre sollozos hacia afuera.
Pablo ni se inmutó pero quedó nervioso ya que sentía una presencia, la del coloso Chac Mool, que no se había ido, lo vigilaba.
Entonces Pablo se acercó a su habitación, abrió la puerta y ahí estaba el coloso parado, esperándolo, no le dio tiempo a escapar esta vez y lo agarró por el cuello con dos dedos pero sin apretar mucho, el pintor luchaba desesperado insultando en todos los idiomas conocidos.
Lo llevó al living, donde vio que esperaba otro Chac mool un poco mas pequeño y de aspecto mas juvenil, con su hijo agarrado del cuello también como él.
Los tiraron a ambos al piso y hablaron con una voz pausada y rocosa, como profunda, antigua y cavernal, que venía del mas allá, de otros tiempos, de tiempos mitológicos... -Somos los guardianes de sus destinos, estamos acá para reclamar la deuda que tienen con sus ancestros, ustedes le hicieron una promesa a Chac Mool que los ayudaría a tener gloria y fama y esa deuda se cobra a toda costa, con el precio a pagar para todo el mundo... y ese precio es ser aplastado por nosotros y bebida su sangre como un vino.
-Nooooo!, dijo Pablo, yo no hice ninguna promesa, de hecho nunca fui a México...
Su hijo sin entender nada preguntó ingenuo... - Y como sabes que estas estatuas son de México?
Pablo rojo de ira lo miró y les habló a los dos míticos seres salidos de alguna mala pesadilla... -Yo no se nada, yo tuve una vida miserable, sufrí mucho en mi vida, no tuve gloria, solo dolores de cabeza proporcionados por gente como esta, que vivieron de mi sin darme nada a cambio... Yo no soy a quien buscan.. él (por su hijo) es quien tiene toda la fama y éxito!
Los Chac Mooles se miraron y levantaron sus grandes pies apuntando a Pablo Picasso, quien lloraba frenéticamente como un viejito patético, mientras su hijo lo miraba espantado, no pudiendo creer que le endosara vaya a saber quien, una deuda imposible con seres imposibles.
Los pies cayeron haciendo estallar en mil pedazos el cuerpo del hijo de Pablo, fue como aplastar un bicho del cual sale todo el jugo.
Ante esto Pablo miró de reojo entre lágrimas y completamente aterrado como luego estos colosos se agachaban y disponían a sorber toda la sangre, líquidos y demás esencias y restos del cuerpo de su desaparecido hijo.
-Ahora ya sabes lo que le espera a los tramposos como vos, dijo el Chac mas chico y se le acercó poniendo su enorme rostro inexpresivo y pálido de granito, erosionado, contra la pequeña, en comparación, cabeza del pintor.
Éste entonces empezó a los gritos exclamando -no me beban, no me beban!
Así lo encontraron sus allegados al mediodía, gritando aún en el suelo, que no lo bebieran.
Lo llevaron a su cama y llamaron al médico.
Pablo preguntó si vieron los restos de su hijo Paulo, pero nadie entendió que quiso decir con eso...
Hacia la tarde dio un respingo en su cama y alcanzó a decir -"bebanme, beban por mi, beban a mi salud!" y falleció así entonces el creador del Guernica, del cubismo y de tantas obras de arte, un genio indiscutido, que pagó así su deuda de vida con el destino.
Cuentan algunos que su hijo Paulo, al enterarse de lo sucedido, y que su padre preguntaba por su cadáver, cayó en una profunda depresión, y su complejo de no ser querido ni reconocido por su padre explotó en un brote psicótico que lo llevó en 1975, a suicidarse bebiendo grandes cantidades de lavandina que quemaron todo su cuerpo por dentro. Dicen que lo hizo a la salud de su padre.

No hay comentarios: