miércoles, 23 de septiembre de 2009

Los hermanos sean unidos...

"...por que esa es la ley primera, si entre hermanos se pelean, los devoran los de afuera".
(Martin Fierro- José Hernández)

"El patriarca no tenía mas que un solo enemigo a quien temer... una juvenil banda de hermanos que convivían en celibato forzoso... horda todavía débil en su puericia, pero que cuando cobrase fuerza con el transcurso del tiempo inevitablemente le arrancaría al tirano paterno, mediante ataques conjuntos repetidos una y otra vez, la mujer y la vida".
(de Atkinson- citado en Tótem y tabú de Freud)

"El pueblo unido jamás será vencido" (Argot popular)
Bueno vamos a hablar de la hermandad, esa unión que nos ata a un ser nacido, por lo general, de los mismos padres que uno. Antes, después o casi al mismo tiempo.
Tener hermanos es algo que sólo lo puede contar aquel que los tiene claro. Es una experiencia única, como así lo es tener padre, madre, amigos, pareja, parientes, etc.

La hermandad es algo que puede decantar en luchas fraticidas terribles por un lugar en el reino (del hogar) a razón de ser el primero y mas querido de los hermanos frente a los ojos del rey padre o reina madre.

Los celos que pueden acompañar el nacimiento del "segundo" hijo puede no sólo generar una rabieta típica sino que puede hasta hacer enfermar de los nervios al hermano que se siente desplazado, y lamentablemente a veces puede terminar en el fin de alguno de ellos o de los dos.

Enfoco esto desde la visión de dos hermanos por que es mi experiencia particular, lo que no significa que no pase con mas hermanos, pero son otras las rencillas, ya que un tercer elemento desbalancea la balanza, valga la redundancia, del afecto de una forma mas equilibrada.

De todos modos no todo es odio y violencia entre hermanos, también pueden darse relaciones quizás buenas, pero casi diplomáticas. En donde cada uno haga la suya, manteniendo una relación correcta, sin peleas, mas que las domésticas típicas, y sin luchas de egos por un lugar privilengiado ante los ojos de los padres.

Perooo, está la buena relación, la que siempre fué buena desde el principio, o que fué madurando hacia buenos términos con el paso de los años y el avance de canas.

Una relación que se convierte en algo mas que una mera vinculación hermano/a-hermano/a, sino que llega a un nivel de amistad. Que a la vez no es la misma amistad que uno tiene con sus amigos, sino que es distinta. Ni mejor ni peor, simplemente diferente. En ella entran cuestiones de confianza ligados a una convivencia por lo general prolongada, y que nos lleva indefectiblemente a conocer cosas del otro de la mas privada intimidad. Así como también mañas, debilidades, gustos, etc.

En una buena relación entre hermanos se comparten salidas, gustos, pasiones (deportivas claro), y quizás hasta amigos comúnes. No sólo la unión filial de los padres que nadie eligió ni elige nunca. Podemos ver como también se puede generar un grado de camaraderia y de complot en contra de los padres, aunque a veces esto se ve diluído ante los propios intereses.

De todos modos, el hermano es un amigo, un confidente, un compañero y alguien que está ahí siempre, presto para que nos de o le demos una mano. Después de todo entre los hermanos se entienden, y además son quienes cuando los padres ya no estén, seguirán aún ahí, más allá de las diferencias de edades, para acompañarnos, antes o después, al último viaje hacia lo desconocido. Amén.
(Hermanos invitados: Los hermanos Koriotto, Los hermanos Macana y los siempre presentes hermanos Hernández y Fernández. Los Karamazov pegaron el faltazo.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

quiero un hermano!

apolodoro dijo...

bueno quizas tus padres esten a tiempo de darte un hermanito..
de todos modos tampoco es la gran cosa..no quiero hacer sentir mal a los hijos únicos..
ser hijo único tiene sus cosas.. tenes todo para vos.. todos te miman, no tenes q compartir con nadie nada, no hay celos..o no?
saludos loco!
apolineo