martes, 1 de abril de 2008

Pequeña chacra de Dios

"God's little acre" ('58) es la película de Anthony mann, un director de Estados Unidos de la época del cine dorado (40's, 50's) con la actuación de Robert Ryan.
La peli es sobre una familia de granjeros que están obsesionados (sobre todo el padre, Robert Ryan) con encontrar el oro que supestamente enterró el abuelo de éste en la tierra de la casa, a lo que con la ayuda de sus hijos hacen agujeros por todo el terreno buscando el bendito oro.
Gente de campo, medio supersticiosa, buscan un albino que con la ayuda de sus "poderes mágicos de albino" podría encontrer el oro enterrado.
Con la ayuda del despitado candidato a sheriff del pueblo, un gordito bonachón que pretende a la hija del granjero, una chica rubia muy linda y "viva", encuentran a dicho albino el cual raptado buscará el oro por todo el terreno con una orqueta.
La película tiene muchos toques de humor, basada en una novela de Erskine Caldwell, y también de drama ya que el hijo del viejo busca oro tiene problemas con su esposa la cual está enamorada de su ex novio aún, quien a la vez se casó con la hermana de su marido. Un verdadero lío campestre!!.
En determinado momento tienen que pedirle plata al hijo millonario que vive solo en la ciudad, un viudo que heredó toda la plata de su difunta esposa y que tiene a la vez campos de algodón.
Este avaro hijo codicioso también codicia a su vez a la esposa de su hermano, la que está enamorada de su ex novio, ¿recuerdan?. Bueno lo cual suscita más problemas con el joven marido celoso. Les da plata para poder seguir viviendo ya que no tienen plata debido a que sus campos en vez de estar cultivados están todos llenos de agujeros.
La historia de adulterio que se vive termina con la muerte del ex novio de la esposa del hijo de Ryan, quien estaba sin trabajo por que cerraron su fábrica y un día decide al final ir a abrirla para los trabajadores y ahí un guardia de seguridad lo mata canallescamente.
Finalmente luego de una lucha entre los hermanos, el esposo y su hermano millonario que pretende a su tan pretendida por todos esposa, deciden que ya está bien de buscar el oro del abuelo y ponerse a plantar algodón.. o quizás soja?.
Ahí como que se solucionan los problemas y todo se arregla. Pero en el final, mientras Robert Ryan está harando el campo se tropieza con un pedazo de pala antigua, a lo que dice que debe ser la pala del abuelo y que ese debe ser el lugar donde enterró el oro. Les dice a todos que quiere darle una oportunidad más al oro del abuelo a lo que todos se miran fraternalmente y le dicen que esta bien, como diciendo.. pobre viejo, es su único pasatiempo y esperanza. Le dejan hacer mientras siguen harando y la película termina ahí, con el viejo empezando a cavar un nuevo pozo.
La historia es muy simpática y agradable y la actuación de Robert Ryan (al cual siempre vi haciendo papeles de malo hijo de puta) es excelente como el viejo soñador que no se rinde ante sus sueños y que está ajeno a todo el quilombo familiar pero que al final se da cuenta de eso y se redime, aunque no tanto por que vuelve a encontrar una excusa para un nuevo pozo.
Realmente una peli para ver en familia.

2 comentarios:

meridiana dijo...

Apo, paso a saludarte, vos también estuviste en Córdoba? me fui el 20 y volví ayer y no me tocó el tema de los cortes ni de ida ni de vuelta. Por lo menos en la ruta a La Falda estaba todo tranqui.

En cuanto al tema del campo, coincido con algunas cosas, no vamos a ponernos a defender a los de la Sociedad Rural y a Miguens, ya los conocemos de memoria.
Me parece que el tema no es tan simple, no es sólo tampoco soja sí o soja no, no te parece extraño que con el 4to. discurso de Cristina, los más intransigentes sigan siendo los nucleados como pequeños y medianos productores con Eduardo Buzzi a la cabeza?

Parece que los que concentran la gran producción de soja, y los de la Sociedad Rural, se han llamado a moderación y silencio, hummmm!

mientras tanto, lo de siempre, desabastecimiento, ir a comprar y que todo te salga cuatro veces más caro, es decir que el perjudicado es siempre el mismo, el que menos tiene.

Preciosa la letra de Spinetta, algo suena allí, algo real y presente, no lo sentís?
Algo que tiene que ver con nosotros y estos días tristes.

Un abrazo
Lilián

Santiago Carmona dijo...

Uhh Lilián.. que hacés tanto tiempo.. si mi post sobre el campo fué medio directo.. poco imparcial y más que nada para generar polémica.. de todos modos sigo sosteniendo gran parte de lo escrito ahí.. y reitero para todo el mundo.. lo mío no es un mensaje pro Cristina con la cual no tengo nada que ver, ni nada.. sino a favor de quitarle a los que mas tienen.. a lo cual hago la salvedad pertinente diciendo que cobrarle lo mismo a los pequeños y a los grandes productores no es lo más acertado.. de todos modos hay mucho manoseo, hipocresía y apriete de ambos lados y eso que los productores.. sean grandes o pequeños, que están impidiendo que lleguen los alimentos a los distintos puntos es coartar la libertad de todos los ciudadanos.. estemos o no de acuerdo con esto y eso definitivamente no está para nada bien.. que tendrá que ver mi abuela o un pobre tipo que trabaja por dos mangos que quiere comprar comida y que no haya nada con las medidas del gobirno o con las medidas de coacción al gobierno?? creo q nada.. pero en fin.. rescato la esencia de lo que me decís y estoy de acuerdo con vós..
gracias por pasarte y dejar tu opinión..
abrazo
apolodorín