lunes, 29 de enero de 2024

Los hijos de las brujas


Reunidos en sórdido mitín, los escolapios se presentan unos a otros. Son un grupo variopinto de edad surtida y colorido aspecto. Los más temibles son los más ancianos, con sus largas togas y sus barbas colgando de vaya uno a saber donde. Ellos saben que no son importantes, saben que son hijos de... y su filiación, el único resultado que les brinda con certeza es el de la ignominia. Son seres desheredados de cualquier tipo de riqueza, no sólo material sino también espiritual. Sobre todo espiritual. 

Los varones perdieron el hilo hace eones... se separaron del cordón de plata y quedaron flotando en el éter, boyando por ahí sin saber mirar, ni ver, observar. Porque los hombres huyeron del mundo superior, escaparon para abrazar el mundo material y así se desconectaron de los trascendental.

Ahora entienden que debieron pagar muy cara aquella felonía. Desconectados de los poderes inmateriales se convirtieron en seres inofensivos, carentes de fuerza e intuición. Los Magos de antaño llorarían lágrimas de plomo si los vieran. Si vieran a sus descendientes convertidos en meros empleados del sistema. 

Pero sus madres, son las madres de la invención, muchas de ellas mantuvieron la conexión con la tumbadora, el magma perpetuo que genera redes, el sauna de lava eléctrica que rige las mentes y las almas de los espíritus más poderosos. 

Ellas pueden ver el pasado y el futuro, pueden ver lo incorpóreo, lo que ya no pertenece al mundo de lo material. Y pueden convertir la plata en plomo y el plomo en oro. Pueden torcer los designios del destino inmutable y cruel. Pueden cambiar la plataforma marítima de todos sus anhelos. 

Y sus hijos, pobres diablos, sólopueden ser testigos del poder incomprensible de sus madres. Sin embargo, quizás todavía quede un resto de esperanza para ellos. Porque si en verdad quieren ver verán, y al ver verás que todo se fusiona de una manera especial. 

No odien, porque serán odiados. No teman, porque serán temidos. No destruyan, porque serán destruídos. Los hijos de las brujas pueden revertir la historia de los hombres sin poder, que hace miles de años sólo se dedican a cultivar el metal y olvidaron sus raíces brujeriles, sus muérdagos, belladonas y mandrágoras... Ahora sólo sus madres conocen los poderes elementales de la naturaleza. 

Los hombres sólo intentaron dominarla, y cuando no lo consiguieron, de destruírla. Pero ahora pagan cara su aspereza. El mundo les dió la espalda. El sistema de los hombres se derrumba, se cae desmigajado en mil pedazos. ¿Y para que? Y no les queda más que un mundo en ruinas que no funciona y un mundo pretérito que ya olvidaron. 

Sólo resta volver a conectar con la matríz, la raíz de todo. Volver al Sol y regresar como los brujos que retornan del más allá, para poner orden en el más acá...

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