miércoles, 23 de octubre de 2019

Los progenitores



Somos la progenie. Los caídos del borde. Salimos del orden formal del mundo.
¿Para qué existimos? ¿Hacemos reír? ¿Hacemos monerías?
o ¿Somos educadores, progresistas, sofisticados?
¿Que somos los progenitores?
¿Con que derecho pretendemos poner límites? ¿Quienes nos creemos que somos?
Los nadies. Los progenitores somos progenie a la vez. Somos pelusa de ombligo.
Volátiles como los panaderos ensoñados del verano merlino y puntano.
Somos el cachivacherío irredento de un mundo que colapsa todo el tiempo. Y más... más...
Somos la abolición de la especie.
Somos unos caraduras totales.
Somos el error en la mátrix.
Somos la destrucción del futuro, porque en nuestro afán educador, repetimos todas las fórmulas.
Preexistentes, habidas y por haber. No inventamos nada. No somos revolucionarios.
Somos los mismos piedra que nuestros progenitores a su vez.
Creemos que somos mejores que ellos. Creemos que podemos serlo. Pero no.
Ni ellos fueron mejores que nuestros ancestros.
Ahí radica el error en masa de nuestra civilización.
Somos los errores que evitamos cometer con nuestra progenie y cometemos igual.
Porque no podemos luchar contra nuestro sentido moral de hacer el bien.
Y en ese debate ético nos perdemos.
Nos diluimos.
Perdemos la batalla por el cambio de consciencia total.
Sólo cuando nos relajemos, quizás algo cambie, un poco.
Pero no podemos relajarnos.
Cuando se trata de ponernos en el rol de progenitores cuidadores del orden mundial... perdemos el eje.
Y la pelota se nos va al jardín del vecino.
Como les pasó a nuestros padres antes.

No hay comentarios: