miércoles, 1 de noviembre de 2017

Viaje al interior de un agujero negro



"Cualquier cosa o persona que cae a través del horizonte de sucesos, pronto alcanzará la región de densidad infinita y el final del tiempo" Stephen Hawking.

Abro la escotilla de la nave y salgo disparado, como si fuese succionado por una terrible fuerza invisible. Ubicado enfrente y por encima a la vez de algo incomprensible. Rodeado por la materialidad de donde provine y la anti-materia, hacia mi destino. Desplazándome a segundos luz, rápido como tiburón al acecho.
Desde mi escafandra todo lo que mis ojos vieron, ven y verán, es solo oscuridad, inmensidad sin fin. Es como cuando uno abre los ojos en un cuarto oscuro y no sabe si tiene los ojos abiertos o cerrados. Es lo mas cercano a estar ciego, aunque sé que no lo estoy. Todavía puedo ver mis manos enguantadas, y mis pies lejanos. Puedo ver mi cuerpo cubierto con el traje espacial y sin embargo, cuanto mas me desplazo y me sumerjo en la nada, mas solo me siento y de poco mi cuerpo su luz y su color, así como cada vez tengo menos sensaciones.
Estoy como en estado vegetativo, pero puedo pensar, razonar, comprender mi situación. Es como si me hubieran dado una anestesia parcial de mi cuerpo, sin perder el conocimiento. Me siento en estado onírico, como viviendo un sueño del cual no puedo despertar. Me alejo cada vez mas de la materia para adentrarme en lo desconocido.
Espero poder evitar caer en una singularidad desnuda. Si tan solo tuviera la buena fortuna de entrar en un agujero de gusano, quizás evitaría estirarme como un chicle y ser despedazado por la fuerza gravitacional que el agujero ejerce sobre mis pies de forma mas brusca que en mi cabeza.
Entrar por un "agujero de gusano", lograría no solo salvarme la vida, sino la posibilidad de comprobar los viajes espacio-temporales de los que hablaba Einstein, entre otros, y llegar así a otro tiempo y otra parte del universo.
Pero eso sería tener demasiada suerte, y como dijo Einstein, Dios no juega a los dados. Igual, quizás, tenga un golpe de suerte, y mi destino sea, finalmente, las estrellas lejanas y nuevos mundos.
Si no es así, morir en el espacio es como volver a la fuente primordial de todo ser vivo, volver al Cosmos. Cenizas a las cenizas, polvo al polvo... !estelar!
El sueño de todo astrofísico, científico y/o astronauta. Pienso yo. Pero de pronto...
Empiezo a dar tumbos en mi lenta caída libre y voy bajando a modo de espiral. Sé que es imposible pero siento que una leve brisa azota mi cara.
Veo, con la poca luz que refleja mi cuerpo, cada vez mas oscuro, que mis pies están mas lejos de lo habitual y mi cuerpo empieza a alargarse cual goma de mascar.
Miro hacia "arriba", si es que existe un arriba y un abajo, y la nave desapareció. Me había alejado más rápido de lo que pensaba.
Mi cuerpo, cual banda elástica, parece que en cualquier momento va a cortarse con un imposible !!zzz-latch!!
 En breve será mi fin. Mi fin pasó, mi fin es ahora, mi fin devendrá pronto. Pero el fin siempre llega.
Caí en una singularidad desnuda, el final era inminente. Pero ¿Porqué sigo vivo?
Acuden a mi cabeza recuerdos de mi infancia, recuerdos olvidados como ver el rostro de mi madre por primera vez, roja y sin aliento. La sensación dolorosa de salir del vientre materno a un mundo frío y ruidoso, duro y violento. Un padre desmayándose, un hermano mayor odiándome y luego curioso.
Luego, como un tren de recuerdos sinfín, acuden imágenes de mi niñez, adolescencia, madurez... Desde amistades, travesías, estudios, amores... hasta el último recuerdo, antes de partir, del doctor Molécula diciéndome "Dios detesta una singularidad desnuda, ahí se termina todo su poder".
Ahora es todo claro para mí. Al caer en el agujero negro, la singularidad que en el pasado inició el Big Bang, en el futuro genera estos colapsos gravitatorios, como en el que estoy ahora sumergido.
Traspaso entonces así, lo que se conoce como "horizonte de sucesos", lo cual significa que más allá del umbral de entrada del agujero negro, las cosas no suceden, yo no sucedo porque ya no soy más. No existe mas la materia. Mi cuerpo se estiró hasta el infinito y desapareció. Solo queda una consciencia moribunda, quizás solo un recuerdo residual de lo que fuí alguna vez, suspendido en alguna red de la nada inmaterial.
Creo que al final sí encontré un agujero de gusano por el cual colarme y así viajaré hasta el fin de los tiempos, si es que el tiempo tiene fin algún día.
Pienso que ya morí hace mucho tiempo, quizás pasaron miles de años en la Tierra ya, aunque es imposible calcularlo, y creo que mi mente aún no lo asimila. Mis pensamientos siguen flotando en algún lugar indeterminado del espacio sin-tiempo. Viajero atemporal de la nada misma. Entonces concluyo que viajar por el espacio no es tán diferente para mí que soñar despierto.
Fin del comunicado.
2010.

2 comentarios:

JL dijo...

Que bueno este relato. Esa mezcla de fantasìa y recuerdos es muy rica. Junta cuentos y publica....Me gusto mucho.!

Mónica Graciela Gómez Otero dijo...

Me motivo much. Gracias!!