martes, 19 de marzo de 2013

Dueño Vende


En 1979, mis abuelos abandonaron Buenos Aires y recalaron en la vieja ciudad balnearia de Mar del Plata. Junto con mi tía, mis abuelos dejaron atrás el trabajo, la gran ciudad y a su primogénita, que acababa de ser madre. Una vez instalados en "La Felíz" en un barrio de casas muy agradables, se fueron adaptando de a poco al vivir provinciano. Una de las primeras cosas que hicieron fueron comprar bicicletas, ya que si bien mi abuelo tenía un auto y un Jeep, las distancias eran mas cortas que en Buenos Aires y sus calles mas tranquilas, sobre todo fuera de temporada. En el vivir cotidiano. Compraron una bici pequeña amarilla, un tanto antigua y gastada y dos bicicletas nuevas para mujer. Eran dos bicis gemelas inglesas de la conocida marca Raleigh, año 1979. Las usaron poco. Y cuando mi familia empezó a frecuentar casa de mis abuelos, en los veranos, las usaban mis padres. Luego pasó otra cantidad indeterminada de años y las bicicletas eran usadas solo por mi hermano mayor y yo. Acumulaban años y polvo en el garage, ya que mi abuelo ya no era capaz de usarlas y mi tía siempre prefirió manejarse en ciclomotor. Un verano fui a Mardel solo con mi madre y usé la bici a mas no poder. Le pedí a mi abuela si no me la regalaba que en Buenos Aires no tenía. Dijo que lo pensaría. Mi abuela materna nunca me había hecho un regalo y a mitad de año, para mi sorpresa llegó un flete con una de las gemelas azules. Inmensa fue mi alegría. La use durante mucho tiempo y durante mucho tiempo a esta parte también la abandoné. Con los años, las bicis viejas se pusieron de moda. La moda "vintage", y mi bicicleta dejó de ser algo obsoleto para convertirse en un objeto de culto y moda. A mi siempre me chuparon un soberano huevo las modas, pero debo reconocer que me sentí alagado cuando en un par de bicicleterías me ofrecieron comprarmela. Claro que seguro la venderían mucho mas cara de lo que me pagarían y en todo caso me convendría una venta directa. Sin embargo desdeño toda posibilidad de desprenderme de esta bici que no solo es una reliquia para coleccionistas sino que además es una belleza y todo un recuerdo de mi familia materna. Así que bueno, DUEÑO no VENDE...

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