domingo, 31 de enero de 2021

¿Cuanto ayudan los libros de autoayuda? Primera parte: Los textos canónicos

Como en muchas ocasiones, China ha logrado posicionarse a la vanguardia de diversos descubrimientos. Uno de ellos (bastante poco conocido) es el de los manuales de autoayuda, y es que en la antigüedad (siglo V, A.C.) un consejero militar del emperador, llamado Sun Tzú, escribió sin saberlo, el primer manual de autoayuda de la historia: El arte de la guerra.
Pensado como un libro de estrategias militares, este texto comenzó a circular en la edad media por Europa y fue gran referente de otros como Nicolás Maquiavelo y Napoleón Bonaparte, haciendo suyo este antiguo texto chino. 
Pero además, el texto fue mutando, convirtiéndose de un mero manual sobre estrategias bélicas a una guía para la vida. Y es que libro acepta varias lecturas e interpretaciones. En ese sentido, el libro funciona hasta hoy día y es mucho más accesible que otros textos de la China clásica como el Tao Te King o el I ching.
Para el inicio de nuestra era, un poeta del Imperio Romano llamado Ovidio, escribió otra obra seminal del género de autoayuda; El arte de amar. (No confundir con el texto de Erich Fromm).
Ovidio, nos regala un texto por demás curioso: consejos para el amante, como por ejemplo, donde conseguir mujeres, como comportarse con ellas, como ser eficaz en la conquista, etc. 
Claro que este tipo de texto sería repudiable hoy en día, por lo misógino del tema, pero para la época fue un verdadero hit y algo realmente novedoso. Se impone aquí ele ejemplo de libro donde alguien (en este caso Ovidio) nos cuenta su experiencia en el asunto para que nosotros (los lectores) podamos seguir paso a paso con las reglas que nos conducirán al éxito. 
Un verdadero pionero!
Pero antes de continuar, ¿En qué consiste exactamente el género de Autoayuda?
Básicamente, es el género literario que consta en lo mencionado antes. Alguien tuvo una experiencia, o trabajó durante años un sistema que le resultó infalible, o investigó sobre una temática al respecto, o simplemente se iluminó, entonces en base a sus conocimientos, le transmite a sus lectores su experiencia y da una serie de consejos o prolegómenos para que el ávido lector pueda alcanzar la iluminación o el éxito de una forma (relativamente) sencilla. 
Aunque esto suene a timo, la realidad es que a veces, este tipo de libros puede lograr que la gente se entusiasme aunque más no sea en el intento de cambiar y ser mejores personas. Es algo...
Pero creo que fundamentalmente, la clave del género está en el mismo nombre, AUTOAYUDA o Superación Personal. La gran clave de estos textos es que ellos te pueden señalar una forma, un método o hasta un sendero posible de vida, pero que en definitiva es uno mismo quien debe transitarlo. Lo cual no deja de ser cierta. Está más que claro que nadie va a bajar, tocarnos con la varita de la alegría y la realización. Somos nosotros quienes debemos ponernos en acción para conseguir cambios positivos en nuestras vidas. 
De alguna manera, este tipo de libros son la alternativa a dos cosas: por un lado a la terapia (de la escuela que sea, pero sobre todo al psicoanálisis) y a las religiones, que por lo general nos hablan de que vamos a sufrir en la Tierra pero que si somos buenos tendremos una recompensa al final del camino.
El problema de la mayoría de las religiones es que no le hablan al individuo sino a los feligreses (el rebaño). Por eso pierden adeptos, entre otras cosas. Porque no son capaces de contemplar los problemas personales de la gente. Todos creemos en Dios en momento de reflexión cósmica, en momentos difíciles o cuando estamos por morir, pero la realidad es que la mayoría duda de que realmente haya un Dios que nos pueda ayudar con nuestros problemas. 
Por otro lado, las terapias convencionales son por lo general largas, tediosas, caras y a veces uno siente que entra en un bucle neurótico donde sabe todos los lugares donde una falla, pero no puede hacer nada al respecto, solo saber que se es un pobre diablo condenado al sufrimiento y odiar a aquellos que creemos que sí son felices o que todo les sale bien. 
Bueno, pero no. Sentimos que las terapias no nos dan herramientas para enfrentar y transformar nuestra realidad. Y si lo hacen es a costa de una gran cantidad de dinero y no todo el mundo tiene la posibilidad o la paciencia para seguir aquello que ni siquiera tiene garantías de éxito. 
Y acá volvemos al meollo de la cuestión. ¿Quien nos da garantías de éxito de cambio y mejoras?
Bueno, acá es donde entran los libros de autoayuda. Porque básicamente, nos ofrecen un montón de soluciones obvias (como diría Lisa Simpson) por una pequeña cantidad de dinero, y después nos patean la pelota de regreso, lo que significa que el libro avisa que no será efectivo a menos que vos te comprometas a cambiar. En definitiva todo siempre dependió y dependerá de vos. Lo cual, no deja de ser cierto. De alguna manera, siempre, todo lo que nos pasa tiene que ver con lo que nosotros hagamos de nuestra vida. Lo comprometidos que estemos para transformar la realidad. Y en esa línea, hasta la felicidad es una decisión personal. El tema es que a veces, no todos los seres tenemos la capacidad de convencernos que merecemos ser felices. Y ahí es donde los libros de autoayuda miran para otro lado, porque en definitiva, estamos atravesados por la mirada de los otros, y también por nuestro ego y nuestra propia autoindulgencia y auto sentido crítico, lo cual hace que seamos todos bastante ineptos para lograr cambiar un ápice nuestra realidad, por más conscientes que seamos de nuestros errores y problemas relacionales con el resto del mundo. 
A continuación, una lista de títulos que tienen la fama pero ¿tienen el poder?:
1_ Como ganar amigos e influir sobre las personas de Dale Carnegie. Este libro publicado en 1936, es de los libros pioneros del género en la modernidad. Luego de los antecedentes mencionados antes, tenemos este manual de consejos para las relaciones interpersonales y laborales. Todos los consejos del libro son interesantes y hasta de alguna manera aplicables (hasta cierto punto), pero debo decir que es imposible que un libro así te cambie la vida. Primero, porque muchas veces, por más atento y bien intencionado que uno sea, y hasta sumiso, los demás están en otra frecuencia y pueden ponerte en situaciones en las que no quede otra opción que defenderte, por lo que los consejos relacionales del libro hacen agua. Por otro lado, son el resultado de una idea y concepto capitalista del mundo que quiere más a personas sumisas al sistema de explotación que vivimos todos los días. 
2_ Tus zonas erróneas (1976) de Wayne Dyer. Debo reconocer que de todos los libros del género que leí este es el que me pareció más serio y completo. De alguna manera, este psicólogo estadounidense logra compilar a lo largo de sus capítulos, los temas que más dolores y problemas nos suelen acarrear. Su manera de abordarlos, siempre con ejemplos, me parece bien lograda y amena, pero tiene el mismo problema que los demás: nos plantea una serie de soluciones que muy difícilmente uno pueda mantener a lo largo del tiempo. De todos modos, Carnegie y Dyer nos recomiendan que sus libros deben ser leídos y releídos para poder mantener algún tipo de posibilidad latente. Pero pienso que todos sus consejos se pierden en la cotidianeidad, porque en definitiva es casi imposible retener sus ideas en el día a día. 
3_ El hombre en busca de sentido (1946) de Viktor Frankl. He notado que en casi todas las listas de libros más importantes de la autoayuda se pone este librito del logoterapeuta austríaco. Puede ser que lo sea, aunque lo más interesante del libro es su historia de vida ya que fue un superviviente de Auschwitz. Pero toda su idea central apunta que lo que mantiene viva a una persona es su razón de ser. Es darle un sentido a su vida, es pensar, tengo que seguir adelante porque todavía no logré tal o cual cosa. Entonces la intencionalidad, sería la que nos vendría a salvar. El tema es que pienso que a veces sabemos lo que queremos y aún así no podemos avanzar. O queremos muchas cosas diferentes. 
4_ Zen en el arte del tiro con arco (1948) de Eugen Herrigel. Este es un libro increíble, que no sé bien por qué decidí ponerlo en esta lista ya que considero que es de esos libros que de verdad ayudan sin pretender hacerlo. Acerca de la concentración, la meditación, el equilibrio y la respiración. O sea, sobre el Zen. Algo difícil de lograr, más no imposible. 
5_ La libertad primera y última (1954) de Jiddu Krishnamurti. Si alguien no merece estar en esta lista de autoayuda, ese es Jiddu. Pero lo pongo por la única razón de que vale la pena mencionarlo. Quizás se moriría de espanto si viera que lo adosamos a otros autores de tan poca monta en la cuestionable género de autoayuda, pero debo decir con mucho pesar que he trabajado de librero varios años y es en ese lugar donde se suelen colocar sus libros. Quizás en un apartado de orientalismo, pero no muy lejos de los libros de bestsellers autoayudescos. La libertad primera y última es otro libro de seminal importancia, porque en el mismo nos cuenta su idea sobre temas como el conocimiento de uno mismo, el deseo, las creencias, la sociedad, el nacionalismo, etc. Krishnamurti era el elegido de niño como el supuesto gurú que llevaría a una nueva era de conocimiento, según la Sociedad Teosófica. Pero al final, él rompió con esa idea de sentido manifiesto de su propia vida, corriéndose de ese lugar y convirtiéndose en un férreo defensor de que no se necesitan gurús o maestros que iluminen nuestros camino. Otra vez, todo está y depende de nosotros mismos. Ni más ni menos. Con un estilo un poco oscuro y pesimista, Jiddu realmente pertenece a otra categoría, pero no quería dejar de mencionarlo. 
6_ La sabiduría de la inseguridad (1951) de Alan Watts. Siguiendo en la línea de Krishnamurti, este es otro personaje que merece ser mencionado, pero para bien. Watts es un autor británico que nos habla acerca de la idea de amigarse con la sensación de inseguridad que embarga a todos los seres humanos. Desde un punto de vista cercano al budismo zen, Watts nos propone una serie de ideas que resultan importantes a la hora de pensarnos como individuos y de la idea casi central de toda la autoayuda que vendría después que es el hecho de ser conscientes del momento y vivir el presente, el aquí y el ahora. 
7_ El poder del ahora (1997) de Ekhart Tolle. Este escritor alemán, fue y es uno de los más grandes gurúes del género de autoayuda de los últimos treinta años. Este es su libro más famoso y mencionado. El poder del ahora, como se desprende de su libro, gira en torno a eso que parece tan simple pero que no lo es. El ser conscientes del momento, de vivir en el presente y no padeciendo por un futuro inaccesible o un pasado que ya no podemos cambiar. Eso es, según el autor, el modo más efectivo para ser "feliz". Aunque el presente puede ser un lugar terrible para habitar, es cierto que no tenemos otra cosa más que el presente, en concreto, por ende en lo único que podemos manejarnos. En el ahora está la posibilidad de acción. Una idea que ya habían prefigurado los dos autores antes mencionados. 
8_ Usted puede sanar su vida (1984) de Louise Hay. Esta mujer de vida convulsionada, escribió una serie de libros sobre metafísica donde relaciona los males corporales con ciertas emociones dañinas. Por ejemplo, grasa en los brazos, falta de amor propio, por ejemplo. Es un libro interesante y de alguna manera arroja cierto grado de energía positiva sobre nuestras vidas. Pero más allá de hacer conscientes ciertos malestares crónicos con falencias o carencias afectivas, no aporta mucho más. Esta bueno verse reflejado en cierta actitudes y tratar de sanar tu vida con pensamientos positivos, pero otra vez, todo ese esfuerzo por tener una mente clara y despejada de malos pensamientos es casi como querer alcanzar el Nirvana. 
9_ Emociones de Osho. Confieso que solo he leído este libro salido en el 2000. Pero Osho había fallecido diez años antes. No me quiero centrar en la polémica respecto a la figura del controvertido gurú hindú que realmente se convirtió en el más poderoso de su tiempo. Atrás quedaban las figuras de Krishnamurti o Yogananda. Osho los había vencido a todos a base de una comunión entre sus enseñanzas que son un mix de budismo, hinduísmo, Yoga, Tao, Zen, Tarot, Tantra y demás cosas que pegaron muy fuerte a la generación del hippismo. En Emociones, se habla exactamente de eso mismo. El poder de las emociones, para bien, o para mal. Es difícil saber si este libro post morten fue en verdad escrito por Bhagwan.
10_ El monje que vendió su Ferrari (1996) de Robin Sharma. Este es otro caso (como Tolle) donde un ex empresario occidental tiene una crisis y queda al borde de la muerte. Entonces tienen una revelación. Se van en busca de "la verdad", en busca de maestros, en busca de la iluminación. Y al parecer, la encuentran. Sharma nos propone todo un sistema a imitar de meditación por las mañanas para encarar nuestros días de otra manera. No descarto las buenas intenciones y hasta que quizás, el método rinda sus beneficios, pero por otro lado me resulta incomprobable por no decir costoso de un grado extremo de voluntad diara que no siempre suele estar o acompañar. 
11_ Los cuatro acuerdos (1997) de Miguel Ángel Ruiz. Este es un libro extraño. Por un lado me parece que tiene un mensaje claro y positivo respecto a cuatro actitudes a tomar en la cotidianeidad que me parecen muy favorables. Por otro lado, Ruiz es una especie de chamán mexicano que parece haber procesado los primeros libros de Castaneda en este pequeño manual de "sabiduría Tolteca". Sea como fuere, para aquellos ya familiarizados con la idea del Camino del guerrero o El hombre de conocimiento, este libro sirve como complemente. Es como si Ruiz hubiera sintetizado a Castaneda en un libro de autoayuda para todo el mundo. 
12_ Psicomagia (1995) de Alejandro Jodorowski. Es llamativo que la década de los 90s haya parido la mayoría de los clásicos del género. Aunque tiene mucho sentido. Luego de la caída del mundo y el nuevo orden mundial neoliberal, la caída de los ideales, de las luchas y las utopías, los humanos quedamos perdidos, desorientados, sin una guía y la crisis existencial se abatió sobre todos. Pero en tiempos de comidas rápidas y teletrabajo, la gente necesitaba ayudas rápidas, no largas terapias. Algo que se pudiera vender y compactar y a seguir camino. Jodorowski se ríe de todo esto. Entiende el absurdo de la existencia y juega creando una terapia que mezcla lo teatral con lo poético y lo mágico. Uno puede enfrentar ciertas trabas o malestares de maneras originales y casi absurdas. Por que en definitiva no importa lo que hagas, sino la convicción y deseo que pongas de manifiesto para cambiar las cosas. 
13_ Los pies en el suelo y la cabeza en las estrellas (1997), de Lair Ribeiro. Ahora estamos con los autores latinos, porque también acá podemos dar conferencias para que la gente se sienta mejor, aunque tengamos problemas endémicos de pobreza, desigualdad y falta de oportunidades. Este cardiólogo brasilero es el verdadero Brad Goodman (El que tiene un doctorado en dolor). Todas las formas de bienestar y autovaloración más trilladas habidas y por haber están en este libro que leí cuando tenía veinte años y del cual no recuerdo nada. 
14_ Historias de diván (2007) de Gabriel Rolón. Existen otros del estilo de Ribeiro en Argentina, timadores de baja estofa que le sacan plata a la gente con ideas robadas a otros, o con pensamientos que son mero sentido común, como por ejemplo Jorge Bucay (que desapareció luego que se supo que copió y pegó todo un libro) y Bernardo Stamateas, un evangelista que no hace más que hablar de lo tóxico de las relaciones, la gente y la mar en coche. Lo que nos hacen pensar que quizás él y sus ideas estigmatizantes sean las únicas cosas tóxicas en el horizonte. Pero Gabriel Rolón es otra de las excepciones, porque aquí vemos a un psicoanalista bien intencionado, haciendo algo que es más viejo que Freud, como hablar de casos (cambiando los nombres), para servir por el ejemplo acerca de un montón de trampas y vicios relacionales en las que solemos caer la mayoría de los mortales. Es una buena manera de entrar a una terapia aunque más no sea por mera intriga. 
15_ Free play (1990) de Stephen Nachmanovich. Este es al menos, un trabajo honesto desde el punto de vista de un violinista, que nos habla de la relación entre la improvisación en la vida y en el arte. Con un montón de citas de filósofos y psicólogos, el libro es más una puerta de entrada para profundizar en nuestra relación con lo elevado que en este caso puede ser el arte. El arte que cada uno pueda producir en en definitiva una de las terapias más efectivas que puede conocer. No la idea de convertirse en un Dalí o un Mozart, sino solo producir lo que a uno le guste. Entiendo que a gente sin motivaciones o inclinaciones artísticas, esto le pueda parecer algo tan inútil como cualquier otro libro de autoayuda, pero valoro el esfuerzo y la intención de aportar desde otro enfoque, el arte. 
De alguna manera, es un libro que se puede homologar y complementar con otro llamado El camino del artista (1992) de Julia Cameron, escritora y guionista. Otro libro con el enfoque puesto en la creatividad y la necesidad de encontrarse con el ser creativo de cada uno en lo que mejor se sienta. Si bien el libro apunta más a escritores, también puede ser para amplia gama de disciplinas. Es un libro que trae ejercicios diarios y semanales que quizás no sea 100% efectivos, pero que según lo que te entusiasme y el grado de tu compromiso, pueden llegar a ayudar a destapar un bloqueo creativo. Doy fe de eso. 
Bonus tracks:
Manual de iluminación para holgazanes (1971) de Thaddeus Golas. Este es un libro raro, casi inclasificable, porque es una especie de ensayo teológico, a la vez que es fruto de la experiencia con las drogas psicotrópicas por parte del autor durante la década de los sesentas. Por ende, esa experiencia lo puso en sintonía y comunión del gran todo. Un libro bello, muy producto de la contracultura que de a poco empezaba a encarar la retirada. Un libro bien de su época que recomiendo.  
Otro libro muy recomendado es La magia del orden (2010) de Marie Kondo, para la gente desordenada y despelotada. También es de aquellos que tienen una intención concreta pero que sus reglas pueden ampliarse a todos los diferentes parámetros de la existencia, más allá de como guardemos las medias en el cajón, o los libros que decidamos conservar o no (cosa que entiendo el punto pero no comparto).
Para finalizar, quiero mencionar que existen otros libros que no he leído como Padre rico, padre pobre de Kiyosaki, El secreto de Byrne o La inteligencia emocional de Goleman, que no reseñaré por eso mismo. 
Hasta que llegamos, ya que quedó un texto muy largo. La segunda parte tratará de aquellos libros que en vez de darnos una serie de consejos o tareas para mejorar, nos cuentan una historia o fábula para que pensemos por nosotros mismos el mensaje implícito. Pero esto será hasta la próxima entrada. Por ahora, adiós!

2 comentarios:

Женеьвева dijo...

No he leído muchos libros de autoayuda, asi que mi opinión es muy escueta al respecto. Si tengo "Tus zonas erróneas", que me ayudó en su momento con un par de cosas que tuve que resolver, de lenguaje simple y llevadero. Creo que hay libros que son interesantes pero no todos tienen esa respuesta absoluta que quizás buscamos (si es que existe). Creo que el cambio que buscamos hacer depende mucho de nosotros mismos y de la fuerza de voluntad que nos mueva para lograrlo. Pero siempre que el viento sople en el campo, pensaré "Lovenstine", "Lovenstine"...el apellido es Lowenstein.
"Lovenstine".

Santiago Carmona dijo...

Que grande chevchenka de los montes Urales! Siempre junto al pueblo soviético.
Claro, coincido, siempre, todo, depende de nosotros mismos y estos son meros recetarios que nos pueden dar alguna orientación, o como si fuera un machete, un ayuda memoria que nos recuerda que estamos perdiendo el camino, o simplemente el tiempo. Que es peor