miércoles, 14 de agosto de 2013

The roaring twenties


Se terminan los "salvajes veintes". Es el final de los "años locos". Los ajetreados, movidos, divertidos, alocados y desatados años veinte llegan a su fin después de una década de mucho rock and roll.
Mi sistema nervioso se encuentra un poco mas alterado. Mi estomago y pancreas un tanto mas dañados,, lo mismo que el bueno de mi hígado encebollado. Los pulmones un poco mas negros pero nada mas...
Algunas neuronas mas, otras menos, pero sin embargo, aquí seguimos dándole sentido a una vida de no muchos excesos, que nos trae el regocijo eterno de vivir en un mondo bizarro sin fronteras ni límites.
La libertad absoluta de la que hablaban los indios e hindúes es quizás algo así como una utopía metafísica inalcanzable, pero la búsqueda continua de mi destino es un magma perpetuo de animosidades y luchas intestinas continuas, contra ruedas de la fortuna y otras voluntades antagonistas que nos pone el desatino.

Solo puedo decir que sé que llego un poco mas gordo, un poco mas cansado y un poco mas sordo a los 30 de lo que fue a los 20. Sin embargo también llego un poco (poquísimo), pero poco es mucho en esta vida, mas sabio que hace diez años y con responsabilidades que me obligan a tomar el volante endemoniado de mi vida. Que exuda rock y pasión, romanticismo y cataclismo. Todo solo y junto en uno mismo. Que soy yo.

¿Que me deparará la vida dentro de diez años cuando este por cumplir 40? Solo Dios sabe nuestros destinos. Yo prefiero que la vida me sorprenda por lo general.

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