viernes, 19 de julio de 2013

Recargas solares

En invierno tenemos frío, gripe y nos sentimos incómodos por tener que salir con mas ropa que cuerpo a la calle. Sin embargo cuando uno piensa que en realidad el universo es un gran espacio infinito y frío, uno se queja menos. Al menos estamos bastante cerca del Sol. Nosotros nos quejamos pero que tienen para decir entonces los neptunianos o los plutonianos.
Nuestro Sol es una inmensa bola de fuego incandescente que nos calienta tanto en verano como en invierno. El Sol siempre está, aunque no lo veamos. Su energía nos llega constantemente. Hasta de noche vemos su influencia reflejada en la Luna.
Pero el Sol es solo una mostasilla en comparación a otros soles como por ejemplo Antares que es un millón de veces mas grande. Un sistema solar con Antares como estrella madre no pasaría frío ni una millonésima parte de años luz.
Pero para nosotros Antares es tan diminuta como cualquier estrella mas en el firmamento. Es el corazón del escorpión para los griegos y la manzana de la sabiduría para los indios Navajos.
De cualquier manera uno puede sentirse contento de tener el Sol que nos tocó. Es para darnos la vida que existe el astro amarillo y como buen leonino, hijo del fuego, lo saludo ahora y siempre. Hasta que se apague y nos devore en un agujero negro sin fin.

2 comentarios:

GAVIOTA dijo...

Que bonito te has expresado de nuestra querida estrella, "EL SOL".
Acá con calor y allá con frío?

Santiago Carmona dijo...

Hola gaviotaaa!! si acá con frío, mucho muchito brrrr
beso!