jueves, 12 de septiembre de 2019

33 canciones por minuto



26) "1990" de Daniel Johnston llegó a mi como cachetada de novia borracha. Era el verano del ya mencionado tantas veces 2009. Estaba solo de vacaciones en el sur patagónico, más específicamente en El Bolsón. Como andaba solo y aburrido, a veces me internaba en la cabaña o espacio común del camping y ahí me quedaba tomando vino, cerveza, comiendo un sánguche, tocando la guitarra o simplemente contemplando la vida por la ventana.
Una de aquellas tardes en las que me dedicaba exclusivamente a contemplar la vida pasar me percaté que la música que sonaba de fondo en la cabaña no sólo no era nada que yo conociera sino que además era extraña. Su cantante parecía estar sufriendo de algún problema mental o era muy afectado. Le temblaba la voz bastante, a veces parecía que lloraba mientras cantaba, tocaba el piano como un animal (al decir de Charly) en el sentido que golpeaba las teclas con vehemencia inusitada.
Sin embargo, cuando parecía que todo estaba mal en lo que hacía, un halo seductor y atrapante sobrevolaba en el sonido de aquel extraño músico desconocido por mí. Yo seguí comiendo mi sanguche, hasta que empezó a sonar Got to get you into my life, el famoso tema de Paul del disco Revolver. Una versión deforme, agridulce, deprimente, gris, torturada, increíble. Ahí no pude más, me levanté de mi silla de paja y me acerqué al hippie que atendía tras el mostrador (una especie de hare krishna bolsonero exiliado de alguna ciudad del conurbano).

-Che, quien es este chabón que canta? Este es el tema de los beatles!
-Ah si! este es Daniel Johnston. Un tipo rarísimo que durante los ochentas grababa canciones en cassette dentro del garage de la casa de sus padres. Nunca salía, era una especie de genio atrapado en su propia locura. 
-Es raro. Me gusta...
-Si, es difícil escucharlo porque bueno, como escucharás suena mal. Pero tiene una llama interior muy poderosa. No deja indiferente a nadie. Para bien o para mal. Es el maestro del género lo-fi y tiene fanáticos en todas partes del mundo, incluyendo a los Sonic youth y Kurt Cobain.
-Genial! Cuando llegue a Buenos Aires lo voy a buscar.

Y así fué, al llegar a Capital me puse a buscar sus canciones en Youtube. A indagar su historia y me aluciné. Supe de sus trastornos, la foto de Cobain con la remera, etc. Sentía que había descubierto una panacea de lo raro, sin embargo, de a poco me daría cuenta que ya muchas personas lo conocían y que lo mío no era ningún descubrimiento increíble. So... Volví a mi música "hi fi" y pocas veces volví a escucharlo porque de verdad, puede ser perjudicial para la salud. La música de Johnston tiene una carga emocional muy intensa que no siempre es fácil capear. Obsesionado con Satanás a un punto tan enfermizo que parece salido de una novela de Stephen King. Pero DJ nunca será indiferente para mí, y ese día que lo conocí en medio de un bosque patagónico quedará para siempre en mi memoria.
Ayer murió.
Que descanses en paz, muchacho atormentado.

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