lunes, 7 de marzo de 2011

El arte de ensoñar

Carlos Castaneda, un escritor norteamericano, de origen peruano, que vivió mucho tiempo en México y que escribió una extraña serie de libros relatando sus experiencias con el brujo indio Yaqui don Juan Matus, es una influencia insondable en el arduo camino de la impecabilidad del guerrero.
Muchos son los conceptos y experiencias que se narran a lo largo de los libros de Castaneda como para escribir algo general en una entrada de blog.
Hoy nos quedamos con la idea de "el arte de ensoñar". Este deseo de hablar de esto surgió luego de días sin saber que escribir en el blog, cuando de repente esta semana empecé con sueños que recordaba al otro día, sueños muy vividos que culminaron con el último que tuve esta noche.
No soñé que volaba o que me miraba las manos en el sueño, no, el sueño mas bien tiene que ver con mi historia personal, con una persona importante en mi vida, que de pronto volvió como si no hubiera pasado nada y fuimos fundidos en una sola persona. Un sueño por demás extraño, sobre todo teniendo en cuenta que yo en mi interior había determinado romper relaciones diplomáticas para siempre con tal persona y de pronto el sueño me juega esta jugarreta mental.
La cuestión es toda la historia que rodea esta relación, y sobre todo el hecho de que el sueño tuvo tanta lucidez, fue tan vivido que estaba lleno de energía, era realmente encontrarse en un mundo paralelo. Sentía el viento, la respiración fuerte, el pesar que me causaba la conversación, la opresión en el pecho y la sensación final de bienestar.
Todo sucedió en pocos segundos, sin embargo para mi fue un viaje de semanas, meses, años.
El arte de ensoñar nos puede traer viejos fantasmas a nuestra vida, cosas no resueltas que nosotros podemos entonces resolver con nuestra energía personal de modo mas simple y efectivo que lo haríamos en el estado de "vigilia".
Ahora si siento que realmente mi camino puede seguir su ruta sin pesar, sin renunciamientos, sin una pesada mochila sobre mis hombros. Las cosas se resolvieron entre nosotros en el otro mundo del ensoñar y las cosas sus su cauce normal en aquel mundo. En este yo me liberé de un gran peso emocional y anímico.

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