viernes, 21 de febrero de 2025

Un clásico del Cine Shampoo y del verano




Existen toda una serie de películas que nos deleitábamos viendo cuando niños. Pelis que daban en los canales de aire y, si tenías cable, ahí también. Hablo de aquellas cintas dobladas al "Latino" con esas voces tan familiares y que por lo general eran de tramas simples, con chicos como protagonistas y sobre todo de aventuras. 
La lista sería interminable. Hay muchas de ellas que hoy nos serían insoportables de ver, otras podríamos verlas sin mayor inconveniente, pero estan las que siguen siendo buenas. 
Por lo general se suele bastardear bastante seguido al cine de películas infantiles, porque se considera casi un género menor en sí mismo. O se dice que los efectos quedaron viejos, o que la trama es demasiado simplona. En algunos casos es así, pero en otros, no, y se suele condenar a películas que siguen resultando divertidas como (casi) el primer día. Algunas películas como Viajeros (1985) puede que resulte ridícula, otra como La historia sin fin (1984) puedo entender que haya gente que piense que la peli envejeció mal (a mí me sigue gustando aunque no como cuando era chico) y otras, como de la que hablaré a continuación, se mantiene firme junto al pueblo. 
Uno de estos casos podría ser el Stand by me (1986), pero está fuera de discusión porque más que una película infantil se trata de un drama con preadolescentes. Con sus momentos de humor y aventura, si claro, pero tiene otro tratamiento como el tema de la muerte del hermano de Gordie, el cadaver que van a buscar, el maltrato del padre a uno de los chicos, en fin. Se nota que la historia está basada en una obra, en este caso una nouvelle del maestro Stephen King. Pero no, de la peli que hablo, no tiene mayor pretención. Es un caso de vindicación de "peli pochoclera de verano" como ya había hecho hace unos años en este mismo blog respecto de White water summer (1988) con Kevin Bacon. 
De la peli que voy a hablar es The sandlot (1993) o mejor conocida como "Nuestra pandilla" o como la anunciaban en el ciclo de cine shampoo del canal 13 en los noventas... "Cuidado! Hércules vigila". Nombre por demás absurdo y autocomplaciente. Pero de todos modos era simpático, quizás el más argento de todos los títulos posibles. 
La peli en cuestión trata de Smalls (Me matas Smalls!), un pibe de quinto grado que llega a una nueva ciudad, con su madre y flamante padrastro con el que no tiene mucho feeling. Hasta la peli podría ser una más del montón, una trama muy similar a Intensamente. Claro que es bastante anterior a la de Disney pero en fin, ese ese tipo de pelis. Chico nuevo en nueva ciudad, trata de adaptarse o sobrevivir al nuevo entorno. Sólo que aquí todo se da en el verano, es una peli de temporada veraniega, de vacaciones en la ciudad, etc. El pibe es un nerdie, pero nerdi en serio, de esos que saben construir cosas, que son re matemáticos, que son cerebritos bah... Cero deportes! Entonces, en un momento, la madre lo ve al pibe ahí, jugando en la oscuridad de su cuarto y lo manda a que salga, a que viva su infancia como un pibe normal y que se deje de joder un cachito en la casa todo el tiempo. El pibe, que no es tan boluchi como parece, capta la indirecta y sale a patear por el barrio. Que conste que el lugar, que no recuerdo como se llama, podría bien ser un pueblo más o menos grande del interior de Argentina. Pienso en Merlo, San Luis, ya que con unas montañas de fondo, calles amplias y pocos autos, me hace acordar a los dos o tres veranos que pasé allá en los 90`s, con flamantes amiguitos merlinos. Ese asunto de adaptarse, o de que te acepten, cuesta... o si que cuesta. Pero al final, todos terminamos por encajar, porque al final, sos uno más para el juego. 
Volviendo a The sandlot, Smalls va a donde nosotros llamaríamos el potrero, allí los pibes en vez de jugar al fulbo jugan al beisbo, que allá al norte es (o era al menos) el deporte más popular. Como siempre, había un grupito de chicos de barrio, que se la pasaban jugando y soñando con ser estrellas de dicho deporte cuando fueran grandes. Niguno descollaba demasiado, aunque tenían espíritu, excepto uno de apellido Rodriguez. Este personaje de apellido y rostro latino es medio el langa, o mejor dicho, el fachero y buen jugador. Pero a diferencia de lo que sería una peli yanqui típica, este flaco no es ni agrandado ni un forro. Al contrario, es un pibe bastante macanudo que desde el principio intenta que Smalls pueda incorporarse al equipo. Mientras el resto piensa que el pibe nuevo es un "pata dura" por decirlo en nuestros términos, Rodriguez se arma de toda la paciencia y logra que al final Smalls pueda devolver la pelota como una persona normal. 
Abro paréntesis. Reconozco que esta peli, al margen de lo nostálgico que pueda tener para los de mi generación, a mi me toca de alguna manera un poco más. Primero, el protagonista es un flacucho y rubiecito, un poco torpe pero que trata de hacer amigos. Al principio se rinde fácil pero luego, cuando ve que alguien (Rodriguez) le pone un toque de onda, entonces intenta dar lo mejor de sí. Es buen amigo y un poco ingenuo. Se morfa los cuentos de pueblo que le cuentan para asustarlo, pero un poco también se deja asustar, para que todo sea más divertido. Me recuerda bastante a mis diez años. Bastante bastante. Con la diferencia sólo del nucleo familiar diferente y que yo era un queso en matemáticas. Mi nerdeada iba por ver dibujitos, jugar con juguetes y leer historietas. Thats all. Cierro paréntesis.   
Bueno, para no hacer tan largo el asunto. En la peli, al final se van haciendo amigotes, Smalls y el resto de la variopinta pandilla. Creo que el personaje de Hamilton, el gordito, se lleva los mejores aplausos. Es el clásico gordito medio bardero, patoterito, pero que al final muestra que tiene un gran corazón. Y luego también el pibito de anteojos es muy gracioso. Creo que la escena en la que van a la pileta municipal es una de las mejores de la película. Con toda la pantomima del anteojudo que se hace el que se ahogó para que la guardavidas le haga respiración boca a boca. Es simplemente de lo mejor. Por la picardía y lo bien resuelto de todo el asunto. 
Otra escena memorable, cuando los vienen a patotear otro grupo de chicos que vienen todos empilchados como jugadores re pro. Los clásicos chicos populares del colegio que se hacen toda la película con que son re deportistas. En fin, hay toda una escena donde enfrentados, el gordito y el de la banda rival, un pendejito soberbio, se bardean hasta que Hamilton le tira la granada final: jugás como una nena. El insulto máximo. Hoy podría catalogarse esto como un chiste medio machista, pero en fin, la peli transcurre a principios de los sesentas y el chiste funciona perfecto. Luego se va a jugar a la cancha de los otros, que no es un potrero sino una cancha con todas las de la ley. Obvio ganan los protagonistas y se van a festejar a la noche a los juegos del pueblo. Esto también me parece una postal muy fiel a la vida nocturna de esos lugares donde uno pasaba el verano (si tenía suerte). Los pibes se suben a un Zamba, que es ese plato que gira elevándose y bajando. No sin antes ponerse a mascar tabaco. La definición es genial, se marean al son del clásico "Tequila" de The champs, y terminan vomitando todo el lugar. 
Como cierre o acto final, viene el asunto del perro. Que al final recién nos enteramos que se llama Hércules. Todo empieza una tarde calurosa donde Rodriguez compra una bola y la rompe del batazo. Entonces Smalls, ingenuo, dice que él tiene una pelota en casa, porque se ve que apenas les alcanzaba para comprar una. Smalls agarra una de las pelotas del aparador del padrastro que estaba firmada por Babe Ruth (como si fuera una pelota firmada por Maradona). Pero no les dice eso, el pibe solo pone la pelota porque quiere agradarle a los pibes. Él mismo batea y manda la bocha adentro de la casa de al lado. Donde el de anteojitos ya había contado al principio de la peli "la leyenda del perro" que ahí vivía. Un perro gigante y devorador de niños, la clásica. Cuestión que Smalls dice que quiere recuperar la pelota, que debe hacerlo. Todos se rien y dicen nah, ya fue, hacemos otra cosa. Pero no, Smalls se planta y dice que la pelota es de su padrastro y que una señora la firmó. Por Babe Ruth. Cuestión que cuando se enteran por quien estaba firmada todos se vuelven locos por recuperarla pero se encuentran con que el perro la tiene secuestrada en su perrera y no piensa largarla. Luego lo bardean por traer a la "canchita" una pelota así y a Smalls le cae la ficha de que no sabe nada de Béisbol y que su padrastro (y con razón) lo va a matar. El resto se conduele con el pobre Smalls y tratan de mil maneras posibles rescatar la bocha, pero es imposible. El perro siempre les toma el tiempo. Hasta que...
Rodriguez tiene un sueño que funciona como una revelación. Se le aparece Babe Ruth y le dice que vaya y agarre la pelota. Le dice que todos tenemos una chance en la vida, que la mayoría no sabemos ver la oportunidad, etc, etc... todo muy yanqui esa parte. Pero está bien, argumentalmente viene al pelo. Rodriguez se calza la casaca de capitan y líder y hace lo que el resto no se animaba. Saltar la cerca y agarrar la pelota para salir rajando de ahí. Bueno, viene toda la cosa del duelo con el perro, la huída y persecución por todo el pueblo de Hérculos corriendo a Rodriguez. Clásico. 
Al final, vuelve y se cae la cerca arriba del perro. Lo ayudan a salir y bueno, el perro era buenote. Entran a la casa y el dueño no es otro que James Earl Jones, el gran negro de la voz de oro. Y le tipo era un copado total, les cuenta que había sido bateador, (mejor que Babe), pero quedó ciego de un pelotazo en la cabeza... Nunca escuché un caso así pero bue, todo puede ser. Al final les regala una pelota con las firmas de todo el equipo a cambio de que vayan a visitarlo de vez en cuando al pobre viejo hermitaño. Final feliz. Claro que el padrastro lo deja castigado, pero bueno, también queda agradecido por la bola que le consiguió. Empiezan a jugar y se empiezan a llevar mejor y blabla. La escena final es un clásico, muestra a cada uno de los chicos pasando la pelota y desapareciendo mientras Smalls (el narrador de la peli) cuenta que fué de la vida de cada uno de ellos. Al final el único que terminó siendo jugador profesional es, obvio, ni más ni menos que "Jet" Rodriguez. Y Smalls es locutor en la cancha... medio raro teniendo en cuenta que Smalls era un super nerd de la ingeniería, pero en fin. Quizás ser locutor lo hace más feliz. La cuestión es que parece una peli medio pavota (y lo es) pero tiene ese no sé que de las pelis de aquellos años, que de alguna manera se entrelazan con nuestra infancia y dejan un nudo lindo en nuestro corazón, para siempre.       

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